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Dos estudios liderados por españoles avanzan en el tratamiento de uno de los cánceres de hígado más mortales

  • El carcinoma hepatocelular es el tumor hepático primario más frecuente y no se puede operar
  • En las investigaciones han participado científicos de la Clínica Universidad de Navarra y del Clínic-IDIBAPS de Barcelona

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Cáncer de hígado.
En las investigaciones han participado científicos de la Clínica Universidad de Navarra y del Clínic-IDIBAPS de Barcelona. GETTY IMAGES

El carcinoma hepatocelular es un tipo de cáncer de hígado que desde hace 20 años tiene un tratamiento estándar. Dos ensayos clínicos liderados por investigadores españoles, que añaden otras terapias a ese procedimiento, mejoran la supervivencia de algunos pacientes.

Los dos nuevos trabajos independientes que publica The Lancet están encabezados por los investigadores Bruno Sangro, de la Clínica Universidad de la Navarra, y por Josep Maria Llovet del Clínic-IDIBAPS de Barcelona, respectivamente. Ambos ensayos en fase clínica III suponen el primer avance significativo, en dos décadas, para el tratamiento del carcinoma hepatocelular no operable en estadios intermedios, según coinciden en señalar ambos grupos, sobre sus respectivos estudios.

El carcinoma hepatocelular es el cáncer de hígado primario más frecuente y uno de los tumores más mortales, que suele desarrollarse en personas que han padecido enfermedades hepáticas crónicas como la hepatitis vírica y el hígado graso. El 25% de los pacientes se diagnostica en estadios intermedios, con un tumor no operable, pero que aún no ha hecho metástasis, y cuyo tratamiento estándar desde hace 20 años es la quimioembolización, es decir, la oclusión de los vasos sanguíneos del tumor, lo que provoca la necrosis del tejido tumoral.

Esta intervención garantiza una supervivencia media de entre 20 y 30 meses, pero los intentos de mejorar sus beneficios con nuevos tratamientos habían sido infructuosos hasta la publicación de este estudio.

Lenvatinib y pembrolizumab

El ensayo LEAP-012, liderado por Llovet, muestra que administrar lenvatinib (un bloqueador del crecimiento del cáncer) y pembrolizumab (una inmunoterapia), junto a la quimioembolización, “prolonga significativamente” la supervivencia libre de progresión tumoral del carcinoma hepatocelular en estadios intermedios. En los pacientes que, además de la quimioembolización, recibieron ambos fármacos, la supervivencia libre de progresión fue de 14,6 meses, en comparación con los 10 meses con solo la quimioembolización. La respuesta antitumoral fue del 72 % frente al 50 %, respectivamente.

El estudio representa para Llovet, “un cambio de paradigma en el manejo de los pacientes” con este cáncer, pues el nuevo tratamiento “mejora el pronóstico de los afectados, ya que reduce en un 34% el riesgo de progresión de la enfermedad”.

El ensayo, en el que participaron 137 centros de todo el mundo, incluyó 480 pacientes en dos grupos. A todos se les realizó embolización, pero solo a un grupo se administró lenvatinib por vía oral y pembrolizumab por vía intravenosa; el otro recibió un placebo. Durante un seguimiento de más de dos años, además de la respuesta antitumoral y la supervivencia libre de progresión, también se observó “una cierta mejora” en la supervivencia global, aunque “los datos aún no son suficientemente maduros”.

Para afirmar con seguridad que la combinación de lenvatinib y pembrolizumab supone un aumento de la supervivencia de los pacientes, “hay que realizar un seguimiento más prolongado para obtener datos que confirmen la significación estadística”, aunque los datos disponibles ahora “son bastante alentadores”, asegura.

Durvalumab y bevacizumab

El ensayo liderado por la Clínica Universidad de Navarra, EMERALD-1, en el que participaron 157 hospitales, demuestra la eficacia de combinar durvalumab (inmunoterapia) y bevacizumab (que bloquea el crecimiento de los vasos sanguíneos), unidas a la quimioembolización.

La mediana de supervivencia libre de progresión (el periodo de tiempo en el que la mitad de las personas vive sin que su enfermedad progrese) fue de 15 meses en el primer grupo, frente a los 8 meses de aquellos que no recibieron la medicación y solo se sometieron a la quimioembolización, señala un comunicado de la universidad.

En el caso de los tratados solo con durvalumab frente al placebo, ese resultado fue de 10 meses frente a 8, lo que sugiere que la combinación de ambas terapias es importante para maximizar la eficacia. Además, se constató que el riesgo de progresión o fallecimiento disminuyó un 23%. El estudio aún continúa para poder analizar en el futuro la supervivencia global de los pacientes.

Los resultados suponen para Sangro “un avance importante” porque este tratamiento “retrasa el tiempo hasta la progresión de la enfermedad o de la calidad de vida de los pacientes, y es una alternativa terapéutica realista para aquellos que no pueden someterse a la cirugía”.