La violencia que no vemos: el ninguneo cotidiano a los niños vulnera sus derechos
- La ONG Educo impulsa la campaña 'El mejor trato', para concienciar sobre formas sutiles de maltrato a la infancia
- Un tercio de los niños y adolescentes creen que los adultos “parecen” escucharles, pero luego ignoran sus propuestas
"Por fin he conseguido cuadrarte la agenda", anuncia sonriente un hombre a su mujer, antes de contarle las actividades que le ha programado para la semana. Ella, desconcertada, le responde que prefiere algo diferente. Con tono paternalista, su marido insiste: "Venga, que vas a conocer a un montón de gente nueva". Esta escena, que muchos adultos rechazarían de inmediato, es un reflejo de lo que niños y niñas enfrentan cada día sin que se cuestione.
Los ejemplos están ahí, escondidos en lo cotidiano. Un niño tropieza y cae. Apenas ha tocado el suelo cuando alguien, desconocido, lo levanta de un tirón, le sacude el polvo con unas palmadas y le empuja a seguir, porque "no ha sido nada". O esa vieja fórmula para zanjar discusiones infantiles: "Dale un besito y arreglado". Suena absurdo imaginar algo así en el mundo adulto. Nadie aceptaría que una jefa pidiera a sus empleados besarse para resolver un conflicto laboral sin escuchar sus demandas. Pero, cuando se habla de infancia, estas imposiciones pasan desapercibidas.
Los vídeos de la campaña 'El mejor trato', de la ONG Educo, ponen el foco en estas situaciones, para reflejar los actos cotidianos de desprecio hacia los derechos de la infancia y la adolescencia. Según la encuesta de la entidad a 500 menores, cuatro de cada cinco aseguran que a veces no se sienten respetados. Un tercio considera que los adultos "parecen" escucharles, pero luego ignoran sus propuestas.
Una violencia sutil, pero peligrosa
"Es un trato que normalmente refleja paternalismo, falta de tacto, dejadez o imposición. Las situaciones chocantes e hilarantes del vídeo dan que pensar porque nos ponen en la piel de los niños y las niñas. Nos interpelan y nos empujan a querer hacer las cosas un poco mejor", señala la responsable de Movilización Social de Educo, Miriam Torán.
Hablar de violencia hacia los niños y niñas evoca imágenes extremas de maltrato físico, abuso o abandono. Sin embargo, existe una violencia menos evidente, pero también perjudicial: los malos modos, los gritos, el ninguneo o la negación de sus opiniones.
"El maltrato físico o el abuso son acciones evidentes de violencia hacia la infancia, pero hay otros comportamientos como zarandear, no creer, ridiculizar o hacer callar de forma humillante a niños y niñas, que están normalizados en la sociedad y que también son un tipo de violencia", afirma Torán. Este tipo de conductas perpetúan un desequilibrio de poder que no solo afecta la autoestima de los menores, sino que también contribuye a normalizar dinámicas de abuso en otros ámbitos.
Con esta premisa, 'El mejor trato' invita a las personas adultas a repensar sus relaciones con la infancia, promoviendo una cultura basada en la empatía, el respeto y la escucha. Educo defiende que este comportamiento está íntimamente relacionado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 de la Agenda 2030, que promueve la paz. La construcción de entornos seguros y respetuosos, aseguran, es clave para el progreso de sociedades justas, inclusivas, igualitarias y pacíficas.
Hacia una cultura del respeto a la infancia
La ONG propone un cambio radical en la forma de abordar las interacciones con niños y adolescentes: escucharles activamente, validar sus emociones y garantizar que sus opiniones se tomen en cuenta. Estas acciones no solo buscan prevenir situaciones de violencia, también fomentar el pensamiento crítico y la confianza mutua.
Nueve de cada diez niños y niñas creen que no se les tiene en cuenta en los asuntos que les afectan. Pablo, un joven de 14 años, relata su experiencia en el proyecto 'Activa la Escucha': "Me siento escuchado en asambleas, tutorías y reuniones de delegados. Creo que hay que hacer sentir protagonistas a los niños".
La campaña también busca sensibilizar a los centros educativos, a través de herramientas como el "Arco del Buen Trato", un modelo que gira en torno a cuatro ejes fundamentales: el cuidado del entorno físico, una comunicación asertiva, la gestión emocional y la creación de relaciones equilibradas. Estos pilares son esenciales para garantizar un desarrollo integral y un ambiente de respeto mutuo.
‘El mejor trato’ propone una revolución en las relaciones entre adultos y niños basada en tres pilares: empatía, respeto y escucha. Para lograrlo, apuesta por espacios educativos que fomenten el diálogo, la participación activa y la construcción de vínculos positivos. No basta con evitar el maltrato, sino dar el mejor trato posible. Así lo reivindica el primer artículo del "trato buentratista" disponible online para su descarga y firma simbólica.