Un estudio advierte del aumento de muertes por la exposición a partículas en suspensión
- El mismo trabajo revela un descenso de muertes por cáncer de pulmón y otros tumores relacionados
- Ha sido llevado a cabo entre 1990 y 2019, en los 10 países más poblados del mundo
Investigadores de la Universidad de Miami (EE. UU.) han revelado un descenso de muertes por cáncer de pulmón y otros tumores relacionados en los 10 países más poblados del mundo entre 1990 y 2019, aunque han advertido de un aumento de la mortalidad debido a la exposición a partículas ambientales en suspensión.
Los especialistas han llevado a cabo un análisis exhaustivo de la evolución de los principales factores de riesgo que conducen al cáncer de tráquea, bronquios y pulmón (TBL). El estudio, publicado en 'eClinicalMedicine', parte de información extraída de la base de datos de código abierto Global Burden of Disease.
"Esta investigación nos permite evaluar mejor las tendencias globales y destacar áreas en las que se necesitan políticas de salud pública y más investigaciones para abordar los cánceres TBL", ha señalado el autor principal del estudio, Gilberto Lopes, quien es responsable de la división de Oncología Médica del Sylvester Comprehensive Cancer Center, de la Universidad de Miami.
Reducción del 8% en las muertes por cáncer TBL
En el período de tres décadas analizado, las muertes por cáncer TBL muestran una reducción del 8% a nivel general. Por factores de riesgo, las muertes relacionadas con el tabaco han disminuido del 72% en 1990 al 66% en 2019, excepto en países como China e Indonesia, donde siguen aumentando.
En relación con el tabaco, la tasa mundial de mortalidad entre las mujeres ha aumentado un 2%, aunque los hombres siguen representando alrededor de las tres cuartas partes de las muertes. Con todo ello, el estudio hace hincapié en que el tabaco sigue representando la mayoría de los casos de este cáncer, razón por la que el primer autor del trabajo científico, Chinmay Jani, ha animado a continuar aplicando las medidas de salud pública necesarias para disminuir su consumo.
A su vez, la contaminación del aire representa en la actualidad casi el 20% de la mortalidad mundial por cáncer TBL. Aunque las muertes vinculadas a la contaminación han disminuido entre 1990 y 2019, los expertos subrayan el riesgo creciente que suponen las partículas en suspensión, cuyas muertes asociadas han aumentado un 11%. Preocupa especialmente el caso de China, donde la tasa fue el doble que la media mundial.
"La relación entre la mortalidad por cáncer de pulmón y la contaminación atmosférica sigue siendo controvertida, pero cada vez hay más pruebas de que existe una conexión a la que hay que prestar atención", ha aseverado por su parte la investigadora Estelamari Rodríguez, quien ha pedido políticas globales que aumenten la concienciación sobre este asunto.
Por otra parte, el estudio ha evaluado el riesgo que supone la exposición al amianto y ha concluido que esta sigue siendo una "preocupación crítica", a pesar de los avances que se han producido en la prohibición de este material. Así, apunta que las muertes por cáncer TBL relacionadas con el amianto en EE. UU. siguen siendo casi el doble del promedio mundial.
Revisión de los métodos de selección
A partir de los resultados obtenidos, los investigadores han concluido que es necesario revisar los actuales métodos de detección del cáncer TBL, que se centran sobre todo en la exposición al tabaco, para expandirlas a los demás factores de riesgo.
"Es importante comprender todos estos factores de riesgo y cómo afectan las alteraciones moleculares del cáncer de pulmón, porque entonces podremos tener una medicina de precisión dirigida a los pacientes con cáncer de pulmón en función de los factores de riesgo que tenían", ha destacado Rodríguez.
La investigadora ha precisado que están aumentando los diagnósticos de cáncer de pulmón en personas jóvenes, sobre todo en mujeres con baja exposición al tabaco. Por ello, ha alentado a avanzar en la detección para diagnosticar en fases tempranas que permitan la curación de este colectivo.
"En la actualidad, rara vez se considera que los pacientes jóvenes con tos corren el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Sus síntomas suelen pasarse por alto, aunque una detección adecuada podría haber detectado la enfermedad antes", ha remachado Rodríguez.