La toma de posesión de Maduro y la incógnita de la presencia de González: claves de la crisis política en Venezuela
- El actual mandatario está dispuesto a jurar el cargo sin haber entregado antes las actas que certificarían su victoria
- La opositora María Corina Machado fue detenida el jueves durante más de una hora tras participar en las protestas
- En directo, toma de posesión de Maduro en Venezuela
La toma de posesión del próximo presidente venezolano está prevista este viernes, mientras sobrevuela la incógnita de si el candidato de la oposición en las elecciones celebradas el 28 de julio, Edmundo González Urrutia, regresará de su exilio ese día, tal y como prometió. El actual mandatario, Nicolás Maduro, está dispuesto a jurar el cargo sin haber entregado antes las actas que certificarían su victoria electoral, mientras que su rival político, sobre el que pesa una orden de detención, no descarta volver al país este 10 de enero con el mismo objetivo. Su partido defiende que los comicios fueron un fraude y lleva meses recabando apoyos de distintos países.
La investidura se produce en medio de un reciente aumento de la tensión tras la denuncia el jueves de la detención durante más de una hora de la dirigente opositora inhabilitada María Corina Machado tras reaparecer en una de las movilizaciones que ella había convocado antes de la toma de posesión de Maduro. El martes, Machado había denunciado que "agentes del régimen" habían sobrevolado la casa de su madre, Corina Parisca, y ese mismo día que González Urrutia informó del "secuestro" de su yerno, Rafael Tudares, cuando llevaba a sus hijos al colegio.
Estos son los acontecimientos de los últimos meses en Venezuela y las claves de la actual crisis política en el país.
¿Quién ganó las elecciones y qué pasó con las actas?
Tras la votación del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) — controlado por el Gobierno chavista — decretó la victoria de Maduro con el 51,20% de los votos; un resultado que no tardaron en poner en duda desde la oposición y desde otros países como Argentina, Chile, Perú o Estados Unidos. Urrutia aseguró que se habían "violado todas las normas" y denunció desde el principio que no se habían entregado la mayoría de las actas electorales.
La coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), encabezada por González, divulgó en una página web "el 83,5%" de las actas — recabadas, según la formación, a través de testigos y miembros de las mesas—, que demostrarían la victoria de su candidato. El Gobierno de Maduro calificó los documentos de "falsos" y alegó que el dominio de la página en la que fueron publicados se compró un día antes de las elecciones y no era "un mecanismo oficial" para proclamar cargos de elección popular.
En agosto, el Centro Carter, que actuó de observador por invitación del CNE, aseguró que había analizado datos electorales que confirmaban la victoria de González, algo que desde el Ejecutivo venezolano tacharon de "golpe de Estado". Según los documentos que maneja el organismo, que fueron mostrados a la Organización de Estados Americanos (OEA) en octubre, el opositor ganó las elecciones con el 67% de los votos, frente al 31% cosechado por Maduro.
Pese a la insistencia de la oposición y las presiones de países como Estados Unidos, el Gobierno venezolano, que en un principio alegó que se había producido un ataque informático a su sistema, nunca llegó a hacer públicas las actas electorales. Por ello, afirma a RTVE.es la politóloga venezolana Dhayana Carolina Fernández-Matos, Maduro perderá su legitimidad a partir de este viernes, ya que uno de los pocos argumentos que le aseguraban la permanencia en el cargo era "el haber ganado las elecciones de 2018".
Su Gobierno, añade, "era legal, pero hace tiempo que ha dejado de ser legítimo y ha perdido su apoyo popular, lo que se demuestra con el hecho de que el 29 y 30 de julio, fueron las antiguas bases chavistas provenientes de sectores populares quienes salieron con mayor contundencia para denunciar el fraude electoral".
¿Quién tomará posesión?
"Mantengo la intención de volver a Venezuela y tomar posesión del cargo para el cual fui elegido", dijo Gónzalez en una entrevista concedida a RTVE hace menos de un mes, en la que afirmó que quería hacerlo a partir del 10 de enero. Previamente, el líder opositor había expresado su intención de volver ese mismo día, aunque los expertos consultados por este medio no creen que su vuelta se efectúe este viernes, por lo que la toma de posesión de Maduro seguirá adelante.
"A menos que haya una estrategia que no se conozca y que se haya negociado con un sector de los militares que esté dispuesto a reconocerlo como presidente y comandante en jefe a partir del 10 de enero, es poco probable que ingrese al país", asegura Fernández-Matos, que añade que las "amenazas y ataques" al círculo de personas cercanas a González pueden agravarse en las horas previas a la toma de posesión.
La desaparición de su yerno evidencia que el régimen de Maduro está "decidido a emplear toda su maquinaria represiva y violenta" contra el opositor y su familia, señala la profesora de sociología de la Universidad de Bielefeld, María Gabriela Trompetero. El mandatario "no está dispuesto a ceder el poder y recurrirá a medidas extremas para consolidar su posición", asegura.
Si el opositor regresa, "sería un importantísimo evento político con consecuencias difíciles de predecir", apunta el profesor de La Trobe University Raúl Sánchez Urribarri. "Podemos suponer que el régimen Madurista intentará apresarlo. Hasta ahora el Ejército y las fuerzas de seguridad le han sido leales, así que una asonada militar sería una verdadera sorpresa", añade, aunque subraya la dificultad de predecir reacciones concretas en el caso venezolano, un "régimen autoritario, caracterizado por la opacidad y la falta de información fidedigna".
¿Cuál ha sido la respuesta en las calles?
En la víspera de la toma de posesión, Machado llamó a "toda Venezuela" a salir a protestar y cumplió su promesa de salir de la clandestinidad para acompañar a los manifestantes. Poco después, su equipo de campaña denunció que había sido "violentamente interceptada" y anunció su liberación algo más de una hora después, aunque añadieron que la opositora había sido forzada a grabar vídeos durante su "secuestro", calificado de "invento" por el Gobierno
La participación de la opositora, afirma Trompetero, es "especialmente significativa" y "refuerza el liderazgo del movimiento opositor" en una jornada que califica de "trascendental". La analista recuerda la "brutal represión" que ha "marcado la realidad venezolana desde el 28 de julio" y que ha golpeado con dureza a "líderes políticos, activistas, periodistas, defensores de derechos humanos y ciudadanos comunes y se ha intensificado peligrosamente en las últimas horas".
El jueves salieron a las calles miles de venezolanos, como ya lo hicieron en los meses posteriores a los comicios en unas protestas que obtuvieron una dura respuesta del Gobierno. Cerca de una treintena de personas murió en las movilizaciones y unas 2.000 han sido detenidas desde los comicios como presos políticos, incluidos 114 menores de edad, según datos de la ONG de derechos humanos Foro Penal.
La ONU pidió en diciembre investigar 28 muertes derivadas de las protestas y expresó su preocupación por el uso de legislación antiterrorista contra manifestantes y por las denuncias de posibles desapariciones forzadas y maltrato.
"Preocupa enormemente que el régimen haya apelado a la represión y a la persecución sistemática contra miembros de la oposición política en los días recientes", afirma Sánchez Urribarri. "El régimen ha apelado cada vez más a la violencia y a la represión, y es posible que ello también de pie a la respuesta que den a las acciones de la oposición", asegura.
El exilio de González: ¿Dónde ha estado desde los comicios?
González Urrutia llegó a España el 8 de septiembre tras solicitar asilo político. Sin embargo, desde los comicios hasta entonces, su paradero se había convertido en una incógnita. "Mi salida de Caracas estuvo rodeada de episodios, de presiones, coacciones y amenazas de no permitir mi salida", afirmó el candidato opositor en un audio difundido por su formación el día de su llegada a Madrid, tras un largo viaje el que hizo escala en República Dominicana y en el archipiélago portugués de las Azores.
Antes de su traslado a España, González fue acogido por la embajada de Países Bajos en Caracas — algo que fue muy criticado desde el Gobierno venezolano porque las autoridades holandesas no se lo comunicaron — donde permaneció más de un mes. Una vez en Madrid, el opositor aseguró en una entrevista a Reuters que buscó refugio diplomático en España tras conocer que las fuerzas de seguridad del presidente Maduro iban en su búsqueda. "Venían a por mí", aseguró.
En la misma entrevista, González Urrutia admitió que, antes de salir de Venezuela, "firmó bajo coacción" un documento en el que reconocía la victoria de Maduro en los comicios. El Ejecutivo de Venezuela publicó unas imágenes del momento de la firma en presencia del presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el embajador español en Caracas, Ramón Santos quien, según el líder opositor, "no participó en la discusión", pese a que esta se llevara a cabo en su residencia.
Hace unos días, la Policía venezolana ofreció una recompensa de 500.000 dólares — que minutos después rebajó a 100.000 — para cualquier persona que conozca el paradero del líder de la PUD. Divulgó una imagen del opositor acompañada de las palabras "se busca" por los delitos de conspiración, complicidad en el uso de actos violentos contra la República o instigación a la desobediencia, entre otros.
¿Qué dice la comunidad internacional?
Desde las elecciones, González Urrutia ha sumado aliados y en los últimos días ha realizado una gira por distintos países americanos para conseguir más respaldos. El último ha sido Panamá, que le ha confirmado su apoyo como "presidente electo" y que, según anunció la oposición venezolana, ahora custodia "todas" las actas electorales de los últimos comicios.
Panamá se encuentra entre los países que han roto relaciones diplomáticas con Venezuela, junto con Costa Rica, Perú, República Dominicana o Paraguay. Además, Argentina, Estados Unidos y Uruguay han mostrado su apoyo explícito a González y este jueves Canadá también se ha manifestado en el mismo sentido.
Al otro lado del Atlántico, la Unión Europea tampoco reconoce la victoria de Maduro. La Eurocámara — que no la UE — entregó a González el premio Sájarov a la libertad de conciencia y le reconoció como "presidente legítimo de Venezuela". Esta última resolución, sin embargo, salió adelante por iniciativa de los conservadores europeos y no contó con el apoyo de la izquierda, los verdes y los liberales.
La falta de "unidad" entre los Veintisiete es la razón por la que España, según ha justificado Pedro Sánchez, no ha dado el paso de reconocer a González como presidente electo, ya que prefiere hacerlo de manera consensuada con el resto de socios europeos.
"El reconocimiento a González desde el exterior y/o el desconocimiento del triunfo de Maduro es crucial para la causa democrática venezolana" y le otorga "una gran legitimidad" para apoyar el cambio democrático, asegura Sánchez Urribarri. La proclamación de Maduro sin entregar las actas es percibida por muchos venezolanos y extranjeros como "un acto ilegal, de fuerza, proveniente de un presidente que carece de legitimidad" y que se queda "en contra de la voluntad popular".
Esta posición, dice, es "precaria" para Maduro, cuyo futuro se dibuja como el de "un presidente rechazado en la región y por una gran cantidad de países, pero todavía aceptado por varias potencias autoritarias". Entre los países que han mostrado su respaldo al actual mandatario y le felicitaron por su triunfo están Rusia, Irán, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte o Bielorrusia.