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Lucky Luke cabalga de nuevo en tomos integrales con su mejor etapa, la de Morris y Goscinny

  • El primer tomo, con las cinco primeras aventuras, se publica este 17 de enero
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Lucky Luke lee una nota mientras Jolly Jumper lo mira.  El vaquero viste su sombrero, pañuelo y pantalones vaqueros;  el fondo muestra cactus y un lazo.
Detalle de la portada del primer tomo de Lucky Luke integral (Norma)

Lucky Luke, el vaquero que dispara más rápido que su propia sombra, es uno de los personajes más famosos del cómic europeo y ha triunfado en todo el mundo, traduciéndose a casi 25 idiomas y protagonizando numerosas series de televisión y películas, tanto de acción real como de animación. Fue creado por el dibujante belga Morris (Maurice de Bévère), que durante los primeros diez años se encargó del dibujo y el guion. Pero su mejor época fue cuando el guionista René Goscinny (Astérix y Obelix, El pequeño Nicolás, Iznogud) se ocupó de los guiones de la serie, dando mayor profundidad al personaje, creando personajes icónicos como los Dalton o Rantanplán, y convirtiéndola en uno de los mejores cómics europeos de la historia.

El año que viene (2026), Lucky Luke celebrará su 80 cumpleaños, y la editorial Norma se adelanta a esta celebración publicando, este 17 de enero, esa inolvidable etapa del personaje en una serie de 8 integrales que recogerán los casi 40 álbumes en los que colaboraron Morris y Goscinny. Una edición en tomos que incluye numerosos extras como dosieres, reportajes, entrevistas, textos e imágenes inéditas.

Y, por supuesto, en este primero tomo se incluyen las cinco primeras aventuras largas del dúo de autores, publicadas entre 1956 y 1960 y que ya son auténticos clásicos del cómic: Raíles en la pradera, Lucky Luke contra Joss Jamon, Los primos Dalton, El juez y La carrera por Oklahoma.

Sin duda la mejor edición del personaje en nuestro país hasta la fecha. Aunque a muchos nos hubiera gustado una edición que también incluyera las aventuras de Morris en solitario y las que vinieron después, con otros autores. Esperemos que tenga el suficiente éxito para poder publicar el resto de ese material y poder tener, por fin, una edición de Lucky Luke integral y en el mismo formato.

Pero por ahora disfrutemos de esta gran edición que a los veteranos nos traerá grandes recuerdos y para los que se acerquen por primera vez a Lucky Luke, será todo un descubrimiento, porque estas aventuras siguen siendo tan frescas, originales y divertidas como hace 80 años. Y eso a pesar de que hayan sido imitadas en numerosas ocasiones.

El encuentro de dos genios del cómic

Morris (1923-2001) debutó en el cómic en 1944 con pequeñas colaboraciones, en 1945 ya publicó en la revista Spirou y en 1946 ya creó a Lucky Luke, que se convertiría en el personaje de su vida.  El vaquero debutó en la revista Spirou, con la historia Arizona 1880, y tuvo un éxito inmediato.  Sus primeras aventuras eran una sucesión de gags sin demasiado argumento en las que solía parodiar las películas del oeste que le encantaban, protagonizadas por John Wayne, Gary Cooper... Además, introducía en sus aventuras a personajes reales del oeste, una costumbre que siguió con Goscinny. Y no olvidemos la importancia de Jolly Jumper, el inseparable caballo de Lucky Luke al que dotó de la capacidad de hablar (de hecho sus monólogos y reflexiones eran una de las cosas más divertidas del cómic).

Morris formó un grupo de amigos con otros grandes de la historieta francesa como el maestro Joseph Gillain "Jijé", Morris, Franquin y Willy "Will" Maltaite. Con ellos decidió irse a Estados Unidos en 1947 para instalarse allí, aunque Will renunció al viaje en el último momento. Un viaje surrealista con el que pretendían trabajar como animadores para Walt Disney, pero que se frustró cuando tuvieron problemas con los visados, que los obligaron a irse a México. Una aventura que el guionista Olivier Schwartz y el dibujante Yann narraron en el cómic Gringos locos (Dibbuks, 2016). Finalmente, Morris y Jijé consiguieron pasar a EE.UU. (con los visados en orden), mientras que Franquin decidió regresar a Europa.

En esa época Morris también entabló contacto también con los autores de EC Comics y los creadores de la revista MAD, cuyo humor surrealista y absurdo cautivó al joven dibujante, que no dudó en llevarlo a las páginas de Lucky Luke. De hecho, Harvey Kurtzman le ofreció dibujar algunas de sus famosas historias antibélicas, pero le parecieron "demasiado realistas".

Y fue en Nueva York, en 1949, donde Morris conoció a René Goscinny (1926-1977), que había ido con su madre a América buscando a su tío y había acabado pintando postales a mano. Goscinny también se volvió a Europa, pero en marzo de 1954 recibió una carta de Morris, desde Nueva York, en el que le ofrecía escribir los guiones de Lucky Luke. Su primera colaboración fue en el álbum Raíles en la pradera (con el que se inicia este volumen). Y el resto es historia: Goscinny aportó unos personajes mucho más sólidos, potenció la comedia sin olvidar la calidad de los textos, introdujo sus famosos juegos de palabras, aportó una base cinematográfica para las historias y una sólida documentación (a pesar de tratarse de un cómic humorístico). Sin olvidar otros recursos como hacer fija la viñeta final, en la que vemos alejarse al vaquero interpretando la canción "I'm a poor lonesome cowboy".

Y, por supuesto, también introdujo una serie de secundarios inolvidables entre los que destacan los primos Dalton, (y su inseparable Rantanplan, el perro policía) verdaderos coprotagonistas de la serie.

Los primos Dalton, auténticos coprotagonistas de la serie

Si Sherlock Holmes tiene a Moriarty, Lucky Luke no sería el mismo sin los primos Dalton, auténticos coprotagonistas de sus mejores historias. De hecho, si nos fijamos, Goscinny, les fue dando cada vez mayor protagonismo porque le daban muchas más posibilidades cómicas que el protagonista, un tanto estereotipado como el héroe perfecto. Lo curioso es que ya introdujo a los hermanos Dalton (Bon, Grant, Bill y Emmet) en una de sus primeras aventuras, basándose en los personajes históricos reales que le habían fascinado durante su estancia en México. Pero en ese primer cruce Lucky Luke los mataba (esa es otra cosa que cambió con la llegada de Goscinny, ya que se acabaron las muertes). Pero los personajes habían tenido tanto éxito entre los lectores que pidió a Goscinny que crease a unos primos que acabaron teniendo aún más éxito que los originales.

Así nacieron los primos Joe, William, Jack y Averell Dalton, cuya inteligencia y maldad era inversamente proporcional a su estatura. Joe era el villano, el más inteligente y el que siempre trazaba los planes, mientras que Averell era el menos malo y bastante tonto. Para esa escalonada silueta de los primos Dalton (que ya es un clásico del cómic), al parecer se basó en una fotografía de los Riz Brothers, un trío de cómicos norteamericano. Una imagen que podéis ver en los extras del cómic.

Los Dalton debutaron en el álbum Los primos Dalton, el tercero de este volumen, aunque, curiosamente, ya hacían un cameo en el anterior, Lucky Luke contra Joss Jamon, también incluido en este cómic.

Y no podemos hablar de los Dalton sin mencionar a Rantanplán, el perro policía más tonto del universo. Las aventuras de Luke Lucke solían empezar con la fuga de prisión de los Dalton, perseguidos implacablemente por Rantanplán, al que Lucky Luke siempre tenía que rescatar ante la atenta mirada de Jolly Jumper que se preguntaba cómo podía existir un perro tan tonto. El personaje tuvo tanto éxito que acabó protagonizando sus propios álbumes y una serie de televisión.

La enorme popularidad de los Dalton hizo que hasta un grupo de pop rock e indie pop español, originario de la localidad gaditana de San Fernando, se llamara como ellos: Los hermanos Dalton.

Una sólida base histórica

A pesar de que las aventuras de Lucky Luke sean ficticias, ambos autores se documentaron profusamente y sus aventuras solían basarse en hechos históricos y contar con famosos personajes reales del Far West. El mejor ejemplo lo tenemos en estas primeras aventuras que comienzan con la llegada del tren a las praderas americanas y acaban con la famosa carrera por Oklahoma, con los primeros colonos del oeste repartiéndose los terrenos.

El segundo álbum, Lucky Luke contra Joss Jamon, se inspira en la famosa banda de Quantrill, una guerrilla salvaje que contó en sus filas con Frank y Jesse James. Y en el cuarto, El juez, aparece una parodia del famoso juez Roy Bean. Y en sucesivas aventuras aparecerán Billy el niño, Calamity Jane, Belle Starr... por eso en algunos álbumes, como el del juez, se incluía una página en la que se recogía la biografía del personaje real.

Múltiples adaptaciones

Tras la muerte de Goscinny, en 1977, Morris prefirió contar siempre con escritores como Bob de Groot o Claude Guylois.

El veterano autor belga se despidió de su criatura con La Leyenda del Oeste, un álbum póstumo publicado en 2002 (murió en 2001) con guiones de Patrick Normann; en un tomo que ya tenía aire a despedida. Desde entonces, el dibujante Achdé ha continuado las aventuras del vaquero, que siguen siendo un éxito en Francia, como demuestra que su última aventura se haya colado entre los diez cómics más vendidos del país galo en 2024.

Además, el vaquero ha protagonizado varias películas y series de dibujos animados. Por cierto que René Goscinny puso la voz a Jollly Jumper en La balada de los Dalton (1978).

Y en 1991 Lucky Luke se encarnó en el famoso actor Terence Hill (Le llamaban Trinidad) en un una serie de televisión bastante mediocre. Desde entonces el personaje ha protagonizado otras versiones televisivas y cinematográficas, aunque ninguna de interés.

En fin, que la mejor versión de Lucky Luke es la que podéis disfrutar en estos ocho integrales que ha empezado a publicar Norma Editorial. El primero sale el 17 de enero y su periodicidad será cuatrimestral.

Destacar el excelente prólogo del cómic, a cargo de Jorge García, y la traducción de Daniel Cortés Coronas.