Mohammad Rasoulof: "El movimiento por los derechos de las mujeres continúa en Irán"
- Este viernes se estrena en España su nueva película: La semilla de la higuera sagrada
- Premiada en Cannes y San Sebastián, también se espera su nominación a los Oscar
El 22 de enero, son las nominaciones a los Oscar y es prácticamente seguro que una de las cinco finalistas en la categoría de mejor película internacional será La semilla de la higuera sagrada, del director iraní Mohammad Rasoulof (La vida de los demás, Goodbye), que representa a Alemania. La película ya consiguió el Premio del Jurado en Cannes, el del Público en San Sebastián y fue nominada a los Globos de Oro. Una de las cintas imprescindibles del año, que llega a los cines españoles este viernes, 17 de enero.
La historia está ambientada en medio de la revolución del velo en Irán, que comenzó el 14 de septiembre de 2022, tras el asesinato de la joven Masha Amini, por no llevar puesto el velo correctamente. En medio de esos disturbios, un juez de instrucción se enfrentará a su propia mujer e hijas cuando su pistola desaparece, imponiendo medidas draconianas que tensan los lazos familiares hasta extremos insospechados.
Una película que nace de la propia experiencia del cineasta: “Cuando surgió el movimiento 'Mujer, Vida y Libertad' yo estaba en la cárcel. Y seguir la evolución de la sociedad dentro de la prisión es una experiencia única, muy diferente”.
“Observar las reacciones de los guardias, los investigadores, los jueces… suscitó en mi el interés por esa gente. Me pregunté ¿Cuál es la diferencia entre esa gente y yo? ¿Por qué ellos se sientan a un lado de la mesa y yo al otro? Y mi experiencia en esa cárcel me dio la inspiración para retratar a una familia que vive esta quiebra entre las dos generaciones. Entre un padre y sus propias hijas”.
“Me fascinaba ver a los jóvenes reclamando sus libertades”
“También quería explorar ese conflicto entre las ideas tradicionales y las modernas –añade el director-. Cuando salí de la cárcel vi los videos que la gente había grabado de modo anónimo y eso me llevó a querer recrear ese tiempo que no había podido vivir. Por eso fui a buscar a la gente que había participado en estas manifestaciones, para hablar con ellas. La combinación de todos esos aspectos me inspiró la película”.
Pero… ¿Hasta qué punto se basa la película en testimonios reales? “No me basé en testimonios reales -añade-, no surge de una única historia, sino que es una ficción que se nutre de materiales distintos que he observado, como el comportamiento de esos jueces, las cosas que me podían contar sus familias…”
“Y por otro lado me fascinaba ver a todos esos jóvenes que reclamaban en la calle sus libertades individuales”, añade.
Una mujer que debe tomar partido entre su esposo y sus hijas
En ese enfrentamiento generacional destaca el papel de la madre, que se verá obligada a tomar partido en la pugna entre su esposo y sus hijas. “Yo vengo de una familia tradicional –nos explica-, mis padres eran profesores y mi madre era religiosa. Y lo que yo conocía de este ambiente era la conservación de la familia, del status quo, de un equilibrio. Y es siempre la mujer, la madre, la que tiene ese papel. Ese fue el material que me inspiró la historia”.
“Pero las propias actrices que interpretan a la madre y las hijas también han aportado muchos detalles personales a sus personajes” –añade-.
Preguntamos a Mohammad Rasoulof si cree que el régimen iraní tiene miedo a las mujeres: “El régimen actual expresa su poder haciendo a las mujeres víctimas de su represión religiosa. Y hay otro aspecto, que viene de la cultura iraní y que es una mezcla de esos valores patriarcales”.
“Por eso –continúa el director-, que el movimiento de las mujeres en Irán viene de muy lejos. Antes de la revolución las mujeres tenían un papel muy importante en la sociedad iraní. Pero luego, con la revolución islámica, con sus valores religiosos, empezaron a discriminarlas y a reprimirlas”.
“Y la gente ha ido acostumbrándose a estas nuevas leyes –añade-. Afortunadamente, la nueva generación, con la influencia de las redes sociales y el contacto con el resto del mundo, ya no puede aceptar esto y quiere deshacerse de todo el régimen de represión del Estado”.
Tuvo que huir de Irán
En cuanto a la situación actual en Irán, Mohammad Rasoulof nos comenta: “Con las actuales crisis mundiales, los medios de comunicación no se preocupan mucho por lo que está pasando allí. Pero el movimiento por los derechos de las mujeres continúa y ellas, con su manera de vivir, expresan sus deseos, sus aspiraciones y niegan las obligaciones del Estado. La nueva generación es más pragmática e intenta no recurrir a la violencia y reducir el precio de esta lucha”.
Recordemos que en mayo de 2024 el propio Mohammad Rasoulof se vio obligado a huir de Irán tras ser condenado a ocho años de prisión y latigazos. “Lo que preocupa al régimen iraní actualmente es que haya nuevos directores que se opongan a ellos, que se salten la censura. Y pueden hacer todo lo que quieran para eliminar a gente que se opone a ellos”.
“Todos los dirigentes de este régimen son inmorales –continúa el director-, pero sus propios errores les han puesto en un desastre tal que no pueden ocuparse de todo al mismo tiempo, tampoco de los artistas. Pero sé que probablemente querrán castigar la existencia de esta película. Pero yo no sé cómo podrían hacerlo. Y no quiero pensar en ello porque no depende de mí. Solo quiero pensar en lo que puedo hacer yo mismo y seguir contando historias”.
Cuando recogió el premio el Festival de Cannes, el director mostró las fotos de los protagonistas de la película. Le preguntamos si sabe si ellos y el resto del equipo están bien. “Están bajo la presión del Estado –nos comenta-. Pero después de eso pasaron muchas cosas. El presidente Ebrahim Raisí murió en un accidente de helicóptero y llegó otro presidente con nuevas promesas y asegurando que quiere dar una nueva imagen de Irán”.
“Quizás pueda empezar a haber un pequeño cambio en la situación. Pero no creo que cambie la esencia del régimen. Estas evoluciones pequeñas no pueden cambiar las cosas de modo radical. Es como una de las secuencias de la película, en la que el padre les prepara un desayuno para sus hijas, pero es sólo para interrogarlas después”, concluye el cineasta.
Una película valiente y necesaria que se encuentra entre lo mejor del año.