¿Por qué es importante hablar de dinero con los demás?
- Aunque hablar de dinero está mal visto, hacerlo es fundamental para mejorar nuestra salud financiera
- Varios expertos en finanzas personales nos cuentan en Economía de bolsillo las claves para que estas conversaciones sean positivas y útiles
Dicen que hablando se entiende la gente, pero cuando se trata dinero, la conversación suele quedarse corta o, directamente, no existir. Es el elefante en la habitación: todo el mundo lo ve, todo el mundo sabe que está ahí y, sin embargo, muy pocos se atreven a mencionarlo.
Aunque las finanzas formen parte de un día a día que se rige a golpe de cartera, las cuestiones relacionadas con la economía personal siguen siendo uno de los grandes tabúes de nuestra sociedad. Tanto es así que, según un estudio publicado en 2023, a los españoles les resulta más incómodo hablar de las finanzas personales que de sexo.
¿Por qué ocurre esto? ¿Deberíamos normalizar las conversaciones sobre dinero con amigos y familia? En el programa Economía de bolsillo de RNE, destacados expertos en finanzas comparten sus ideas sobre la incomodidad y la importancia de abrir el diálogo.
Dialogar del dinero desde la niñez
Independientemente de las visiones propias, consejos y enfoques particulares de cada profesional, entre todos ellos se repite un patrón común, una especie de regla de oro inquebrantable por su valor e importancia: se debe hablar de dinero con los más pequeños de la casa.
Como explica Roberto España, jefe de la División de Educación Financiera del Banco de España, "en nuestra sociedad todavía no está bien visto hablar de dinero". Sin embargo, en este caso, es necesario romper ese muro. Puede ser por vergüenza, por educación y cultura, o simplemente por desconocimiento, pero lo cierto es que evitar el tema resulta más perjudicial de lo que parece.
"Es fundamental que nuestros hijos entiendan que hay una restricción presupuestaria en las decisiones", apunta España. De este modo, agrega, cuando crezcan y se conviertan en adultos desarrollarán "la responsabilidad y sensibilidad necesarias para gestionar sus finanzas a futuro".
Aplicar esta enseñanza, de hecho, puede evitarles más de un dolor de cabeza, Porque sí, nos guste más o menos, la realidad es que contar o no contar con un colchón de seguridad repercute directamente en nuestra salud.
"En nuestro bienestar personal influyen tres elementos: la salud física, la salud emocional y la salud financiera", recuerda Diego Valero, experto en economía conductual . Y si una de las tres áreas falla, aparecen las dolencias. "Una mala salud financiera tiene impacto en la salud emocional y puede tenerlo también en la salud física. Por lo tanto, esas tres dimensiones tienen que estar consideradas de una forma global. No podemos prescindir de la parte financiera".
Así como cuidamos nuestro cuerpo mediante el ejercicio físico y una alimentación equilibrado, también podemos y, debemos, señala Valero, atender nuestro bolsillo. Porque la medicina preventiva no es solo física o mental. "Podemos proteger nuestro patrimonio y nuestra persona con seguros que vayan más allá de los obligatorios. Deberíamos incorporar y conocer lo suficiente de seguros para que una contingencia no nos lleve a la ruina", explica.
Sin comunicación no hay salud financiera
Ni tampoco a las desavenencias familiares. "Tener una buena salud financiera implicaría hablar mucho más de dinero a todos los niveles y sin miedo", matiza Valero. Sin confianza y comunicación, no puede existir tranquilidad económica. Como apunta la abogada especializada en divorcios, Adriana Auset, "los temas económicos traen muchísimos problemas en un matrimonio".
"Hay muchos casos de familias con contabilidades en B escondidas para los caprichos propios", señala, por su parte, el divulgador financiero José Trecet. "El dinero no lo es todo, pero en nuestro día a día, prácticamente todo lo que nos da tranquilidad, seguridad, estabilidad y felicidad se utiliza con dinero. El dinero compra tiempo", asegura. Por eso, para él las "finanzas en las familias son tan importantes como la fidelidad".
Cuando se trata de dinero, el "quién" y el "cómo" son igual de importantes. En palabras de Natalia de Santiago, experta en economía y finanzas y autora del libro Emprende en positivo, tan relevante es "hablar de dinero como decir la verdad". Una verdad que incluye tanto momentos buenos como malos, aunque estos últimos sean, en muchas ocasiones, "difíciles de reconocer". "Hay que contar la historia completa. Yo hablo mucho de los errores porque creo que eso es lo que realmente ayuda a la gente a entender", explica.
"Es bueno hablar de economía personal con los hijos, con los amigos o con quien quieras", asegura Luis Pita, autor de Ten peor coche que tu vecino. Sin embargo, advierte que "lo que no está bien es presumir del salario o del coche que te puedes comprar, porque eso solo genera envidias y, en ese aspecto, no enriquece la conversación".