Un astrofísico ciego del CSIC explora los secretos del universo transformando las imágenes en sonidos
- "El sonido no es real. Es una transformación de la información", explica Enrique Pérez Montero
- El científico ofrece también talleres para acercar la astronomía por medio del oído y del tacto
Hace siete años, Enrique Pérez Montero perdió la vista. Sin embargo, este astrofísico del CSIC nunca dejó de ver el universo y ahora lo estudia escuchándolo en el Centro de Física del Cosmos de Teruel.
Para seguir con sus estudios le ayuda Juan, otro científico, quien crea la banda sonora con la que intentan desentrañar los misterios del fenómeno conocido como cosmos.
"El sonido no es real. Es una transformación de la información", explica a TVE Pérez Montero. Como este experto ya ha leído lo que representa la frecuencia, el volumen y el vibrato, se hace una idea de cómo está variando el brillo de, por ejemplo, un agujero negro.
La NASA también puso sonido a la interacción de las galaxias. "Muestra cómo las estrellas están calentando el gas a su alrededor y las nubes de polvo", señala Enrique.
La sonidificación, como se le conoce este proceso de trasladar las imágenes a sonidos, consiste en asignar sonidos a los elementos de una imagen en el espacio. De esta forma, factores como la posición o el brillo encuentran su traslación a la dimensión acústica.
Enrique también ofrece talleres para acercar la astronomía a las personas con discapacidad. Entre el material que emplea destacan dos maquetas, una de la luna y otras del hemisferio norte, para apreciar con el sentido del tacto una noche estrellada.
Una discoteca del cosmos
El astrofísico ha compuesto también otras melodías. Se encarga de recopilar la discoteca del cosmos para confeccionar su propio braille y poder universalizarlo. Según señala, este método es el que le ha permitido seguir en el mundo de la ciencia.
"Muchas veces tenemos ese sesgo tradicional de que se tiene que hacer visualmente, pero no hay ningún motivo para hacerlo así", defiende el científico, que también subraya que hay métodos alternativos para personas ciegas. "Pueden trabajar en investigación de alto nivel perfectamente", concluye.
Enrique subraya que todos somos ciegos ante el universo, ya que el 95% es materia oscura y nadie puede verla. Y lo que vemos son imágenes del pasado procesadas por un ordenador. Enrique sabe cuándo una explosión es el último lamento de una estrella que muere, una supernova. Tal vez, si cerramos los ojos, al igual que hace este astrofísico, podamos escuchar cómo la música del cosmos logra romper barreras y armoniza la inclusión.