Errejón comparecerá ante el juez tras la declaración de Elisa Mouilaá, acusado de agresión sexual

• Tras varios meses con la causa en suspenso, el juez Adolfo Carretero interrogará al exdiputado y a la actriz
• En su denuncia, Mouliaá relataba tocamientos, besos no consentidos y comentarios de índole sexual

El exdiputado Íñigo Errejón declara este jueves ante el juez por un presunto delito de agresión sexual. A. Pérez Meca / Europa Press

El exdiputado y exportavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, va a declarar este jueves como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid por las acusaciones de agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá, quien también ha sido citada para prestar declaración.

Tras varios meses con la causa en suspenso, el juez Adolfo Carretero interrogará a ambos: la primera en responder a las preguntas del magistrado será Mouliaá, que ha llegado al juzgado diez minutos antes de las 11.00, cuando había sido citada, y a su llegada no ha hecho declaraciones a los medios de comunicación.

Más tarde, a las 12.30 horas, será el turno de Errejón, pese a que solicitó aplazar su cita judicial para poder preparar la defensa.

En un principio, ambas declaraciones estaban previstas para el pasado 12 de noviembre, pero el juez explicó que la abogada de Mouliaá estaba de baja por maternidad y la denunciante se había "negado a designar a otro letrado que la sustituya de su confianza", por lo que optó por archivar la causa de manera provisional.

Ante esto, la defensa de Errejón, que asegura que se trata de una denuncia "falsa", presentó un recurso al entender que hubo "mala fe" por parte de la actriz y recordó que se trata de un caso penal "excepcionalmente mediático" que pone en detrimento su honor y presunción de inocencia, por lo que pidió "declarar a la mayor brevedad". Finalmente, el juez acordó en diciembre reabrir la causa contra el exdiputado e instó a Mouliaá a buscar otro abogado si era necesario.

De la publicación de Fallarás a la denuncia de Mouliaá: el inicio del caso

El caso de Errejón estalló el pasado 24 de octubre a raíz de la publicación en la cuenta de Instagram de la periodista Cristina Fallarás de unos mensajes anónimos en los que una mujer hablaba de un "político muy conocido" en Madrid, al que atribuía comportamientos machistas y al que calificaba como un verdadero "monstruo" y "un maltratador psicológico". "Es extremadamente simpático inicialmente para engancharte, cuando ve que ha conseguido algo, empiezan los desplantes y el gaslighting (luz de gas)", aseguraba la denunciante.

Aunque no dio nombres y apellidos, estas declaraciones generaron un gran revuelo mediático y en redes, donde los usuarios apuntaron al ya exportavoz de Sumar. Varios de ellos recordaron una serie de publicaciones en una cuenta de X, ya eliminada, en la que una joven compartió un supuesto episodio de acoso con Errejón en 2023 durante un evento llamado Tremendas Femfest. En su perfil, la usuaria denunciaba haber recibido tocamientos en la cintura y "en el culo directamente" por parte del político. Pero poco después, el 'hilo' desapareció.

En medio de la polémica, Errejón anunció que renunciaba a su escaño en el Congreso tras diez años dedicado a la política. Alegó que lo hace para cuidarse "por el desgaste físico y emocional" que le he supuesto la política activa: “He llegado al límite entre el personaje y la persona”. Además, afirmó que con la decisión de su marcha esperaba "contribuir a reparar" los "errores" que haya cometido, si bien admitía una "subjetividad tóxica" que "el patriarcado multiplica".

Horas más tarde, Mouliaá avanzó en sus redes sociales que ella misma había sufrido también una agresión por parte del diputado y confirmó a este medio que iba a presentar una denuncia porque había "pruebas y testigos" del acoso sexual. La actriz decidió dar el paso en ese momento en apoyo a las víctimas y para demostrar que no se trataban solo de "denuncias anónimas y, por tanto, falsas". "Que se vea que más mujeres hemos sido acosadas por parte de este hombre", manifestó en una conversación telefónica.

"Cerró el pestillo y empezó a tocarme"

En su denuncia, relataba haber recibido tocamientos, besos no consentidos y comentarios de índole sexual a finales del mes de septiembre de 2021 en Madrid, en un edificio al que habían acudido para una fiesta de unos amigos de ella. De acuerdo con su relato, asistieron primero a la presentación de un libro y, ya en el coche de camino al evento privado, él adoptó "una actitud dominante" y le habría besado "de forma violenta".

Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado "por la fuerza" a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos sin consentimiento. "Cerró con pestillo y empezó a tocarme y besarme", contó la actriz, que aclaró a preguntas de los agentes que se sintió víctima de delito sexual. Mouliaá también describió que Errejón le quitó el sujetador, profirió frases "lascivas", la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y le hizo tocamientos.

Tras pedirle salir de la habitación, Errejón le habría contestado que lo haría "con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa". Permanecieron un rato más en la fiesta, pero se trasladaron rápidamente en un mismo coche al domicilio del político. Allí, "sin mediar palabra", él habría reanudado los tocamientos. Ella le comentó que "se estaba sintiendo muy incómoda" y que todo lo que sucedía le estaba pareciendo "muy violento". Además, le manifestó que "'solo sí es sí'" y que le parecía "mentira" que le estuviera pasando esa situación con él.

En respuesta a esto, Errejón le dio las gracias y le dijo "que le iba a servir para futuros encuentros", lo que a ella le generó "sorpresa, repulsión y decepción".

Por otro lado, a la denuncia de Mouliaá se sumó la colaboradora de televisión Aída Nizar, que acusó a Errejón de tocarle las nalgas y besarla sin su consentimiento. Sin embargo, estas diligencias fueron archivadas por el juzgado de Barcelona al haber prescrito el delito denunciado, que tuvo lugar en 2015.

'Shock' en Sumar por la denuncia a Errejón

Las denuncias y su inesperada dimisión sacudieron el mundo de la política, especialmente en Sumar, donde afirmaron desconocer "las graves" y "terribles" acusaciones que recaían sobre el que fuera uno de sus dirigentes más mediáticos, pese a haber perdido la presencia de sus primeros años en la política. Errejón destacaba su papel en la fundación de Podemos, partido con el que saltó a la palestra en 2014, y por tener un marcado carácter activista y pragmático. De hecho, entre las filas de Sumar se valoraba su capacidad política y comunicativa, motivo por el cual fue elegido como portavoz en el Congreso a principios de 2024.

"Me siento profundamente engañada", manifestó en octubre la diputada de Más Madrid y expareja de Íñigo Errejón, Rita Maestre, quien en una carta expresó su sorpresa al comprobar que "un 'buen novio' era a la vez un misógino que volvía a casa con normalidad después de agredir a una mujer de 20 años en un hotel". "Que nunca más vuelva a pasar, que ningún agresor quede impune", escribió en sus redes, donde aseguró sentir un "dolor devastador".

Sumar trasladó de manera pública su apoyo a "todas las mujeres que han sufrido acoso sexual", pero reconoció que "los mecanismos de detección y prevención" de la organización habían "fallado", razón por la cual asumían "su responsabilidad" por no haberle cesado "mucho antes de sus cargos".

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó que Sumar había actuado con "contundencia" antes las acusaciones, si bien se disculpó por "haber llegado tarde". "Si yo hubiera sabido que Íñigo Errejón era un presunto agresor sexual, de ninguna de las maneras hubiera formado parte de un espacio de representación pública", afirmaba. Unas declaraciones que a su vez respondían a Podemos, que horas antes aseguró que cuando hizo las listas electorales sí conocía que había una denuncia en redes contra él. También al PP, que solicitó las comparecencias de Díaz y la ministra de Sanidad, Mónica García, para que dieran explicaciones acerca de por qué permitieron los comportamientos "intolerables" de Errejón. Por su parte, Vox exigió sus dimisiones ante la "gran hipocresía" de "la izquierda".

La denuncia a Errejón trajo consigo también una crisis interna y de confianza para Sumar, que tuvo que afrontar tanto las repercusiones del escándalo como la elección del nuevo portavoz en el Congreso. Este proceso culminó con la designación de Verónica Martínez Barbero, pero trajo consigo pulsos entre los diferentes partidos que conforman el espacio político: Izquierda Unida pidió tener más peso y Compromís abogó por reorganizar el grupo parlamentario con más consenso.

Díaz reconoció entonces que el reto era recomponer la confianza perdida en el partido. Tres meses después, con Sumar sufriendo un descenso en los sondeos, la vicepresidenta segunda niega que el caso Errejón haya pasado factura y mantiene que la actuación de su formación fue adecuada. "No he vuelto a hablar jamás (con él). En absoluto", alegó la semana pasada durante una entrevista en Telecinco, donde afirmó que ya ha digerido el caso porque ha sido "abogada de violencia machista" y ha visto "tantas cosas" que tiene asumido que los seres humanos "nunca" dejan de "sorprender". "No sé nada de él desde que le pedí que denunciase a todos sus cargos", agregó.