La propuesta de una cuestión de confianza de Junts llega a la Mesa del Congreso con las negociaciones aún abiertas
- El voto de Sumar será decisivo para admitir o no a trámite la iniciativa del partido de Puigdemont
- El PP considera que no hay argumentos para vetarla y afirma que a Sánchez "no le gusta la labor de control al Gobierno"
La Mesa del Congreso afronta este jueves la decisión de si admite o no a trámite la iniciativa de Junts que reta al presidente Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. La reunión llega, sin embargo, con la incógnita de la decisión que adoptarán tanto el PSOE como Sumar, que ha decidido apurar los plazos y no avanzar su posición para dar margen a las negociaciones del Gobierno con el partido de Carles Puigdemont.
La reunión, convocada a las 11.30 horas, se produce después de que la Mesa del Congreso optara en diciembre por posponer la decisión al respecto hasta que pasaran las fiestas navideñas porque podría generar "precedentes que no hay" y prefirió estudiar el tema con más "calma".
Así se daban más tiempo para analizar el informe de los servicios jurídicos del Congreso, que concluyeron que, ante la ausencia de precedentes similares, la Mesa podía adoptar cualquiera de las posibilidades en su mano: dar trámite a la iniciativa tal y como está, incluir una apostilla para dejar claro que no tendrá efectos jurídicos, solicitar a Junts que la reformule para hacer constar esa falta de consecuencias jurídicas o directamente no admitirla a trámite.
Lo que sí subrayaron los letrados fue que al tratarse de una proposición no de ley sin efectos jurídicos y que no obliga al Gobierno a cumplirla, no veían obstáculo para su debate en el pleno.
Hasta ahora, el socio de coalición del PSOE había apostado por vetar la proposición no de ley de Junts. "No haremos nada que favorezca al PP y a Vox", avanzó por el miércoles por la mañana en una entrevista en La Ser Catalunya el secretario primero de la Mesa y diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, quien apostó por "mantener la mayoría de la investidura". Sus votos serán decisivos para inclinar la balanza hacia un lado u otro, ya que el PSOE los necesita para alcanzar la mayoría en la Mesa.
El ala socialista, por su parte, considera que la iniciativa de Junts está injustificada y podrían vetarla, pese a ser conscientes de que puede hacer que los independentistas no apoyen los Presupuestos Generales del Estado, una tarea aún pendiente para el Gobierno. Entre otros motivos, alegan que el debate no tiene sentido e insisten en que la prerrogativa para presentar una moción de confianza la tiene en exclusiva el presidente del Ejecutivo. No obstante, podrían pedir a Junts que reformule su propuesta para no tener que aceptarla ni rechazarla.
Sumar aplaza la decisión
La dirección de Sumar convocó una reunión a las 16.30 horas para abordar expresamente este asunto, pero, tras dos horas de deliberación, emitieron un comunicado en el que indicaban que no iban a hacer pública su decisión hasta el día siguiente. "El grupo parlamentario continúa estudiándolo al haber elementos de por medio de negociación con Junts", indicaron fuentes del partido.
En el seno del grupo parlamentario, las posiciones han sido diversas. Compromís ha manifestado que "no hay que tener miedo a la democracia" y que no tiene problemas a que se debata cualquier cuestión en la Cámara, aunque no esté de acuerdo, mientras que Izquierda Unida ha calificado de "farol" la iniciativa del partido liderado por Puigdemont, al entender que no cabe en el reglamento. "Se han inventado una proposición no de ley para intentar abrir ese camino a sabiendas de que tiene que ser rechazada por la Mesa del Congreso", ha sostenido el coordinador general de IU, Antonio Maíllo.
Por su parte, los 'comunes' apostaban por un acuerdo entre PSOE y Junts, dejando claro que no son partidarios de "hacerles el juego" también a PP y Vox. Así, Pisarello ha instado al PSOE a que "negocie hasta el final" para evitar el resquebrajamiento de la mayoría que hizo posible la investidura de Sánchez. Una petición que llega tras las advertencias del partido independentista, que ha avanzado que, en caso de que no admitan la propuesta, adoptarán decisiones que "no le gustarán" a los socialistas.
El PP no revela su posición, pero se abre a debatir
Mientras tanto, en el PP –el tercer partido que conforma la Mesa del Congreso– consideran que no hay argumentos para vetarla. "Yo creo que es un debate necesario en España, ya que el presidente del Gobierno no quiere ejercerlo por sí mismo", afirmó en su momento el portavoz nacional del PP, Borja Sémper.
Pero, pese a que en diciembre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se mostró dispuesto a apoyar en el pleno la iniciativa, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, no ha querido revelar la posición de su partido y ha dicho que "habrá que escuchar a ver qué dicen los informes".
En opinión de Gamarra, el Gobierno de Sánchez "busca máximos poderes con mínimos controles". "No quiere tampoco que el Poder Legislativo, y en este caso el Congreso de los Diputados, pueda realizar su labor. No le gusta la labor de control al Gobierno y tampoco parece que le gusta ahora la labor de la iniciativa parlamentaria legislativa que pueda tener cualquier grupo parlamentario", manifestó el miércoles en un acto en la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid.
Por lo pronto, Feijóo ha afirmado esta semana que presentará una moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez si cuenta con el apoyo del partido de Puigdemont. "Si los señores de Junts quieren elecciones y apoyan una moción de censura, tengan la seguridad de que presentaré una", declaró en una entrevista en Onda Cero.