Puigdemont reúne a la cúpula de Junts este viernes para abordar la cuestión de confianza y la relación con el PSOE
- Se ha citado a las 10.30 horas en Bruselas con la permanente, el órgano más restringido del partido
- Junts y ERC han retomado las relaciones para "recuperar la fuerza" del independentismo
El líder de Junts, Carles Puigdemont, reúne este viernes a la cúpula del partido en Bruselas para abordar la propuesta de una cuestión de confianza al presidente Pedro Sánchez, de nuevo paralizada en el Congreso, y para marcar los siguientes pasos en su relación con el PSOE, con quien mantiene un tenso tira y afloja desde el inicio de la legislatura.
Puigdemont se reunirá a las 10.30 horas en el Press Club de Bruselas con la permanente, el órgano más restringido del partido y al que pertenecen dirigentes como el secretario general, Jordi Turull, o Míriam Nogueras, vicepresidenta de Junts y punta de lanza de la formación en la Cámara Baja. Tras el encuentro, está previsto que el expresidente catalán comparezca ante los medios de comunicación.
Se espera que sobre la mesa se sitúen asuntos como la cuestión de confianza o los nuevos contactos con ERC para recuperar la "fuerza" del movimiento independentista, pero especialmente el estado de las negociaciones con el PSOE. Sabedores de que sus siete votos son determinantes para las mayorías del Congreso, los de Puigdemont han sido uno de los socios de investidura que más presión han puesto sobre el Ejecutivo, con reuniones periódicas en Suiza y habituales negociaciones in extremis para sacar adelante decretos y propuestas legislativas.
Esta tensa relación política vive un nuevo capítulo después de que el PSOE y Sumar, tras unas negociaciones apuradas hasta minutos antes de la reunión de la Mesa, optaran por dejar en estudio la proposición con la que Junts retó a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza.
Junts advierte de posibles decisiones "que no le gustarán al PSOE"
Aunque aún no se conoce la reacción del partido, Junts ha venido advirtiendo de que un "portazo" a su iniciativa podría traer consecuencias, llegando Puigdemont a hablar de un "colapso" de la legislatura. De hecho, Turull avisó esta semana que, de no tramitarse, tomarían decisiones "que no le gustarán al PSOE", dando a entender que podría romper con Sánchez.
La formación de Puigdemont asegura además que necesitan restaurar la "confianza" en Sánchez y el PSOE, y para ello reclaman no solo el trámite de la cuestión de confianza, sino llevar a cabo sus otras grandes peticiones, como la delegación "integral" de competencias en inmigración para Cataluña o la oficialidad del catalán en la Unión Europea. "Nosotros el viernes tomaremos decisiones", insistió el secretario general.
Y de fondo, los presupuestos generales del Estado, sobre los que avisan: no negociarán unas cuentas "si no se acredita un cumplimiento de las actuales", en las que "las cifras no son esperanzadoras".
El Gobierno se muestra "tranquilo"
Pese a las presiones de Junts, fuentes de la Moncloa aseguran estar "tranquilas" y confirman que siguen negociando con Junts para la moción de confianza. Y, sin desvelar sus impresiones o expectativas sobre la reunión de este viernes, subrayan que escucharán con atención lo que trasladen desde Bruselas.
Sobre la posibilidad de no contar con el apoyo de Junts para las cuentas, se muestran confiados de que se presentarán presupuestos este año, aunque restan importancia a un posible bloqueo y recuerdan que puede ser prorrogados.
Desde el ala socialista del Gobierno han mostrado reticencias a la cuestión de confianza, a la que se han referido en las últimas semanas como "injustificada" y "extemporánea". Entre otras cosas, alegan que es una prerrogativa del presidente, por lo que no puede partir de una petición de un grupo parlamentario. Pero lo que empezó como una firme negativa, se acabó diluyendo a pocas horas de la reunión de la Mesa, cuando se intensificaron las negociaciones, y desembocó en el aplazamiento de la decisión.
Fuentes del PSOE defienden que están cumpliendo con los acuerdos firmados con Junts y que aún hay tiempo para cerrar las negociaciones pendientes. Asimismo, han asegurado que "no todo vale" y que lo que están haciendo los de Puigdemont es "hablar para su público".
En Sumar tampoco quisieron avanzar su posición apuntando a esos contactos con los de Puigdemont y prefirieron apurar los tiempos y actuar a modo de "pacificadores". El secretario primero de la Mesa y diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, ha apostado en varias ocasiones por "seguir hablando sobre cosas que son importantes en Cataluña y España" y para evitar un choque entre ambas partes.
"Si las mayorías son complicadas, haz todo el esfuerzo negociador necesario", declaró Pisarello el miércoles en una entrevista en La Ser Catalunya, donde además instó a los socialistas a "tener gestos de reconocimiento" y en la línea de la "interlocución política" con Junts, como "el despliegue de la amnistía política" o una reunión entre Sánchez y Puigdemont para "cerrar heridas". Sobre este último asunto, fuentes de la Moncloa han indicado que no habrá una foto Sánchez-Puigdemont hasta que no haya una amnistía completa.
Junts y ERC retoman las relaciones para "recuperar la fuerza" del independentismo
Mientras tanto, Junts y ERC han dado el primer paso para retomar los contactos. El presidente republicano, Oriol Junqueras, acudió este jueves a Bruselas para reunirse con Puigdemont, con el que ha acordado impulsar una "nueva etapa" para ambos partidos y recuperar "la iniciativa del movimiento independentista".
Ambos han apostado por impulsar "espacios de trabajo coordinado" para debatir las "cuestiones que afectan al futuro nacional y al progreso social de Cataluña en todos los ámbitos", e iniciar "una nueva etapa de relación que contribuya a recuperar la fuerza y la iniciativa del movimiento independentista". De este modo, los dos partidos catalanes tratan de poner punto y final a los años de tirantez en la relación, situación que se vio agravada el pasado verano por el hecho de que los republicanos otorgasen la Presidencia de la Generalitat al candidato socialista, Salvador Illa.
"Soy consciente que para reconducir la situación del país en general y del movimiento independentista en particular hace falta mucho trabajo y esfuerzos por parte de todo el mundo. Una parte de este trabajo y esfuerzos corresponde a las respectivas organizaciones, que lo tenemos que asumir", ha expresado en redes el líder de Junts.