Cuando Tarzán fichó por Marvel de la mano de Roy Thomas y John Buscema
- Se publica un tomo con los cómics del personaje de los años 70
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La editorial Dolmen destaca por la publicación de clásicos europeos y norteamericanos de cómic, incluyendo las mejores etapas de Tarzán de los monos, como la original de Harold Foster (que abandonaría al Hombre Mono para dedicar su vida a su obra maestra: El Príncipe Valente), la de Burne Hogarth (que destacó por su manierismo) o la de Archie Goodwin y Gil Kane (que en su momento actualizaron al personaje). Tres joyas a las que ahora se suma una cuarta en un tomo único: Tarzán. señor de la jungla, del guionista y editor Roy Thomas y el dibujante John Buscema, que han pasado a la historia como los mejores autores de Conan el Bárbaro.
Pero empecemos por el principio... En los años 70 Marvel ya tenía su universo de superhéroes a pleno rendimiento y empezó a buscar otras temáticas para sus cómics, para lo que compró los derechos de personajes del cine (Star Wars) y la literatura (Conan), que fueron grandes éxitos. Y en 1977 empezó a publicar las aventuras de dos míticos personajes del escritor Edgar Rice Burroughs (1875-1950): John Carter de Marte (que Diábolo publicó el año pasado en un integral) y, por supuesto, este Tarzán que nos trae Dolmen en otro integral. En ambos casos se han publicado en blanco y negro porque el color original está muy deteriorado y no se ha restaurado. Pero creemos que la calidad y la importancia histórica de estos cómics merece que estén disponibles para los lectores, aunque echemos en falta ese color con el que se concibieron.
Tarzán fue uno de los primeros clásicos del cómic de aventuras gracias a las páginas dominicales y los comic-book. Antes de llegar a Marvel, el personaje protagonizó una serie de adaptaciones e historias dibujadas por el gran Joe Kubert (publicadas en España por Yermo Ediciones), hasta que Marvel se hizo con los derechos.
De Conan a Tarzán
Conscientes de la importancia del personaje, Marvel recurrió a dos de los mejores autores del momento (y de su historia): Roy Thomas, que había sustituido a Stan Lee como guionista y editor de la mayoría de los cómics de Marvel, y al dibujante John Buscema, que tras la marcha de Kirby a DD se había convertido en el dibujante estrella de Marvel (hasta el punto de que ilustró el famoso libro Cómo dibujar cómics al estilo Marvel, verdadera guía de estilo de la editorial e ilustraba los primeros números de casi todas las series).
En esos años, Thomas y Buscema triunfaban con las dos series de Conan el Bárbaro, la mensual a color y La espada salvaje de Conan, un magazine en blanco y negro para un público más adulto, con lo cual eran perfectos para acometer las aventuras de este otro musculoso héroe.
Aunque es evidente el esfuerzo que Buscema hace para diferenciar a Tarzán de Conan (lo dibuja menos musculoso y más atlético), es inevitable que estas aventuras nos recuerden a las del bárbaro (aunque tengan menos monstruos, brujos y elementos sobrenaturales), y más teniendo al mismo guionista.
Como nos comenta Rafael Marín (autor de la traducción) en su estupendo prólogo para este volumen, lo curioso es que Thomas y Buscema ya habían enfrentado a Conan con Amra, un selvático hombre león al que el cimmero robaría ese apodo durante una de sus aventuras más recordadas: su época de pirata junto a Bélit, la Reina de la Costa Negra. "Conan había tomado el relevo del hombre-mono, circunstancia que todavía parece cumplirse", asegura Marín.
Una adaptación de los relatos de Burroughs
Para escribir las aventuras de Tarzán, Thomas siguió el mismo método que había empleado con Conan el bárbaro, adaptar las novelas y relatos originales de Burroughs a su manera, pero se encontró con el problema de que Joe Kubert ya había adaptado las tres primeras, por lo que decidió empezar por la cuarta: Tarzán y las joyas de Opar. Una novela en la que Tarzán ya está casado con Jane Clayton (Lady Greystoke).
Pero la tranquila vida de la pareja en la selva se vera alterada por la aparición de occidentales y varias tribus que quieren apoderarse de un tesoro cuya localización solo conoce Tarzán. El Hombre Mono sufrirá un accidente en el peor momento, cuando sus enemigos raptan a Jane para obligarlo a revelar el paradero de ese gran tesoro, y perderá la memoria, volviéndose más mono y menos humano que nunca.
En las otras aventuras que contiene el tomo Thomas adapta libremente otros relatos cortos de Burroughs, como Una broma en la jungla o La batalla por Teeka, antes de pasar el guion a otros guionistas de la Marvel de la época, como David Kraft y Bill Mantlo, que aquí superan a Thomas, que, a pesar de realizar un buen trabajo, nunca brilló tanto aquí como en las mejores etapas de Conan.
John Buscema: ¿El mejor dibujante de Marvel?
Destacar el arte de John Buscema, para muchos el mejor dibujante de Marvel de todos los tiempos (por su calidad y su enorme producción). Destacar que los primeros episodios de Tarzán (quizá consciente de la importancia del personaje y de los autores que lo habían precedido) los entintó el mismo, siendo las mejores páginas del tomo. Aunque luego, debido a sus múltiples compromisos, cedió el entintado a autores con los que colaboraba en La Espada Salvaje de Conan, como Tony de Zuñiga o Alfredo Alcalá. O Klaus Janson, famoso por su colaboración con Frank Miller en Daredevil que aquí realiza un estupendo trabajo. También destacamos las páginas entintadas por "La tribu", un grupo de dibujantes encabezados por el gran Neal Adams.
Destacamos esa primera aparición de Tarzán, cayendo desde un árbol sobre un león que va a atacar a un personaje, que es una auténtica maravilla. Y a la que siguen dos páginas de la pelea de Tarzán con el león que son alucinantes.
Destacar los bocetos y dibujos originales de John Buscema, que se incluyen en los extras, y que nos demuestran por qué sigue siendo considerado uno de los mejores dibujantes de cómics de la historia.
Como pasó en otras series de la época, John Buscema fue sustituído en la serie por su hermano Sal, otro gran artista que nos dejó maravillosas etapas en casi todas las series de marvel, destacando en Hulk y Spiderman.
Si Conan sigue siendo uno de los personajes más populares de cómic en España es gracias a esa etapa de Roy Thomas y John Buscema (y otros autores) de los 70 y 80, así que seguro que esos fans veteranos del bárbaro no se perderán este estupendo volumen de Tarzán.
En fin, una etapa inolvidable de un gran personaje, que permanecía prácticamente inédita en España.