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El 'blue monday' no existe: cómo el márketing ha creado el día más triste del año

  • Esta fecha obedece únicamente a razones comerciales, y comenzó siendo un encargo publicitario
  • Es imposible que el estado anímico general coincida en un único día

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Blue Monday 2025: cómo el marketing ha creado el día más triste del año
Como cada tercer lunes de enero, las redes sociales se llenan de mensajes sobre el "Blue Monday". GETTY IMAGES

Como cada tercer lunes de enero, las redes sociales se llenan de mensajes que hacen referencia al 'blue monday', indicando que este día es el "más triste del año" (en inglés, el adjetivo "blue" —"azul"— está relacionado con la tristeza o melancolía). También se afirma que esta fecha está respaldada científicamente por una ecuación matemática, pero nada más lejos de la realidad. Se trata únicamente de una invención de carácter comercial cuyo objetivo en un primer momento fue vender viajes y ahora, por extensión, cualquier producto asociado al espejismo de la felicidad.

La fórmula matemática fue planteada en 2005 por Cliff Arnal, un profesor de Psicología que por aquel entonces trabajaba en el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Cardiff. La ecuación tenía en cuenta una multitud de variables, como el tiempo atmosférico, las deudas, los bajos niveles de motivación, el tiempo transcurrido desde la Navidad... Sin embargo, el planteamiento no convenció a nadie que se tomase el asunto con una cierta seriedad.

Comenzando por Dean Burnett, un neurocientífico de la misma universidad galesa, quien llegó a calificar la ecuación como "una farsa", con "medidas sin sentido". Aseguró que el concepto de 'blue monday' era “ridículo”, y que provenía de una ecuación basada en variables “arbitrarias”, que son "imposibles de cuantificar" y "en gran medida incompatibles".

"Es un término que se ha ido popularizando como el día más triste del año, pero no consta ni figura en ninguna de las clasificaciones internacionales de diagnósticos y patologías, es decir, que es una afirmación que carece de rigor, ya que no tiene ninguna base científica", opina Mercedes Bermejo, vocal del Colegio de Oficial de la Psicología de Madrid.

"Se intentó revestir como si fuera científico, pero la realidad es que no tiene evidencia científica, y entraría totalmente en la pseudociencia. Además, está hecho con fines publicitarios", coincide Fabián Cardell, profesor de Psicología de la Universidad Pontificia Comillas, haciendo referencia a que la fórmula de Arnal fue un encargo de una agencia de viajes como parte de una campaña comercial.

Enero, un mes más "complicado"

En todo caso, sí que parece claro desde el punto de pista de la psicología que numerosos factores externos pueden influir en el plano emocional, como la luz o las condiciones económicas. Sin embargo, en esto tampoco existe una receta universal y a cada persona le influirán de manera diferente, por lo que es imposible que el estado anímico general coincida en un único día.

"Es cierto que es habitual que en enero se experimente un estado de ánimo más bajo, pero no se puede reducir a un día, sino a una época, y tiene una serie de variables que son multifactoriales, como la falta de luz solar, el clima de los meses de invierno, los cambios de rutina, los problemas financieros que hay después de la Navidad, los excesos navideños, el incumplimiento de los propósitos…", apunta Mercedes Bermejo a RTVE.es, para subrayar que "estos cambios emocionales que puede haber en las personas no tienen que ver con una causa puntual".

En esta misma línea, Fabián Cardell explica que "se ha demostrado que la exposición a la luz solar provoca que el cerebro segregue ciertos neurotransmisores, como la serotonina, que están detrás de la sensación de bienestar o felicidad que podemos llegar a sentir, y es verdad también que hay ciertos factores económicos que pueden influir en nuestro estado de ánimo, pero de ahí a que sea algo que condicione tanto mi estado de ánimo como para fijarlo un día concreto, eso no tiene una relación tan directa".

Para Cardell, existen otros factores que se relacionan "mucho más" con la felicidad que los que escogió Cliff Arnel, "como el disfrute, pero refiriéndonos a la interacción frecuente con personas queridas". "Interactuar a nivel social y disfrutar es uno de los factores que nos ayudan a ser más felices. Otro que yo resaltaría es la flexibilidad cognitiva, o la capacidad que tenemos para adaptarnos a situaciones del día a día, aunque sean desfavorables, ya que cuanta mayor flexibilidad cognitiva tengamos, es más difícil caer en una depresión. Y por último, yo diría que también es la habilidad de poder aceptarnos a nosotros mismos con nuestras virtudes y nuestros defectos", reflexiona este especialista en salud mental.

La felicidad como promesa

Cardell también censura esta estrategia comercial basada en una promesa permanente de felicidad. "Hay algunos autores que lo llaman 'happycracia'. Vivimos en una tiranía de la felicidad, en una sociedad en la que todo el mundo tiene que ser feliz, y no se toleran bien los estados de ánimo negativos", asegura a RTVEes. "En este sentido, creo que hay muchas empresas que aprovechan este tirón que hay de la felicidad tóxica , o positividad tóxica, y venden sus productos asociándolos a la felicidad, cuando en realidad ninguna experiencia concreta nos va a llevar directamente a ser felices, sino únicamente a experimentar placer en ese momento, porque para cultivar la felicidad se necesita ir sembrando y cultivando poco a poco otras áreas de la vida, que no es algo tan inmediato como comprar un producto".

Por lo que iniciativas como el 'blue monday' pueden resultar también perjudiciales. Para Mercedes Bermejo, "es importante que no simplifiquemos cuando hablamos de tristeza o de lo que es el malestar emocional, ya que puede desvirtuar otro tipo de trastornos o patologías que tienen otras causas, otras bases más neurológicas y más del estado de ánimo, que requieren de una intervención por parte de un profesional", advierte esta psicóloga sanitaria.

"Al final, el cuidado de la salud mental es algo que no depende de una fecha concreta, sino que tiene que haber una conciencia a lo largo de todo el año de cómo fomentar diferentes recursos, habilidades y estrategias para el autocuidado", agrega esta especialista, para pedir que "si realmente hay personas que sufren o sienten malestar, es importante que puedan contrastarlo o descartarlo consultando a un profesional de la psicología".