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Galder Gaztelu-Urrutia: "Siempre habrá alguien más rico al que echarle la culpa de los males del mundo"

  • Tras el éxito de las dos entregas de El hoyo este viernes estrena su nueva película: La fiebre de los ricos
  • Una reflexión sobre el reparto de la riqueza y la lucha de clases protagonizada por Mary Elizabeth Winstead

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Mujer caminando hacia la cámara en un campamento pobre; un hombre se aleja.  Ropa sencilla, ambiente desolado.  Contrastes sociales.
Fotograma de 'La fiebre de los ricos'

Tras hacer historia con las dos partes de El hoyo (2019 y 2024), el director vasco Galder Gaztelu-Urrutia vuelve proponernos otro interesante debate sobre el reparto de riqueza en el mundo y las crecientes desigualdades sociales y de clases en La fiebre de los ricos, su primera película en inglés y con un reparto internacional encabezado por Mary Elizabeth Winstead (Ahsoka), Timothy Spall (‘Spencer’), Lorraine Bracco (Los Soprano) o Jonah Hauer-King (La sirenita), que llega a los cines este viernes, 24 de marzo.

La película nos cuenta la historia de Laura (Mary Elizabeth Winstead), una alta ejecutiva que comienza a ascender en su empresa justo cuando un virus mortal empieza a infectar a las personas más ricas del mundo. Al principio, el virus solo parece afectar al principio a los multimillonarios, pero pronto se expande hasta abarcar riquezas más modestas, lo cual obliga a todo el mundo a deshacerse de sus fortunas. El problema es que llega un momento en que nadie quiere el dinero ni regalado...

Galder nos ha comentado cómo se les ocurrió este interesante punto de partida: "Tengo la suerte de trabajar con muy buenos guionistas y a uno de ellos, David Desola, se le ocurrió la idea de este virus que solo afectaba a las personas más ricas y pudientes del mundo. Por mi parte, yo llevaba tiempo trabajando en una historia sobre migración inversa, contada en primera persona desde el punto de vista de una persona privilegiada del norte global, que en circunstancias normales jamás sería perseguida ni discriminada. Entonces juntamos estas dos ideas e incorporamos a Pedro Rivero (con ambos trabajó en la saga de El hoyo) y nos pusimos los tres a escribir. Y para la última pasada del guion, siendo una producción internacional, contamos con un guionista inglés, Sam Steiner, con el que estoy trabajando también en otros proyectos".

¿Una venganza contra los ricos?

Esta misma semana aparecía la noticia de que la riqueza de los milmillonarios aumentó en dos billones de dólares en 2024. Preguntamos a Galder si esta película es una venganza contra esos ricos cada vez más ricos: "Cada vez que sacamos una película de estas parece que acertamos con el contexto actual. Lo que pasa es que siempre es el contexto actual para hablar del reparto de la riqueza y de cómo tratamos a aquellas personas que creemos que no necesitamos. A nosotros nos encantan las paradojas sociales, nos encantan todas estas luchas... que no sé si son tanto de clases como de individuos. Es de nuestras temáticas favoritas".

"Si nos fijamos en todas las crisis que hemos vivido hasta ahora -añade el director-, lo que nos han enseñado es que aquellos que más tienen siempre van a tener más posibilidades de sobrevivir, ya sea a una crisis climática, una catástrofe natural, una guerra... Pero qué pasaría si lo que estuviera maldito fuera ese superpoder: el dinero, y que eso provocase que algunos tuvieran que librarse se su riqueza. ¿Sería la manera de destruir la inquebrantable estructura vertical del odio? Entonces es como tirar los dados otra vez, pero, además, tirar los dados de manera desordenada".

Pero... ¿por qué cree Galder que la avaricia del ser humano no parece tener límites?. "Evidentemente, cuanto más arriba estés, más responsabilidad tienes. El tema es que casi todo el mundo quiere estar arriba. Nuestras películas no pretenden dar lecciones ni respuestas, pretenden proponer debates y controversia. Por eso proponemos a los espectadores y espectadoras que participen con nosotros en estos debates. Yo mismo tengo este debate. Por un lado creo en una distribución justa de la riqueza pero por otro lado cada día quiero cobrar más y me peleo por mi sueldo".

"Por eso no creo que mi película vaya tanto contra los ricos sino contra el sistema -añade-. Porque podemos pensar también quién es realmente rico y depende de para quién. Evidentemente, cuanto más arriba más responsabilidades, pero hay otra reflexión que inquietó durante la primera película de El hoyo: Y es que yo, cuando me asomo y miro hacia arriba, veo muchos niveles a los que aspiro. Pero miro hacia abajo y hay muchísimos más niveles en los que no quiero estar. Entonces, dependiendo de donde estamos uno es más rico o menos rico para los demás".

Aún así, insistimos a Galder si no debería haber un límite a esa ambición, sobre todo cuando la gente que tiene esas fortunas no podrá gastárselas ni en varias vidas. "Sí, evidentemente hay cosas que son obscenas. Pero está claro que si yo tuviera mucho más dinero, seguramente tendría más coches de los que necesito. Debería haber un límite a esa riqueza porque llega un momento en que es obsceno, y queremos que ese debate esté en la película, pero también ese otro debate que menciono, el de que igual tenemos que mirarnos a nosotros mismos desde una clase media global y darnos cuenta de que somos muy privilegiados en comparación con las clases medias de otros países".

Empezamos a escribir el guion antes del coronavirus

Viendo a la gente con mascarillas, para no contagiarse de los ricos, es inevitable recordar la reciente epidemia de coronavirus que puso al mundo al borde del colapso. Lo curioso es que Galder asegura que: "Empezamos a escribir el guion antes del coronavirus, justo después del estreno de El hoyo en 2019. Y la primera versión del tratamiento la registramos justo el día antes del confinamiento. Evidentemente, durante el confinamiento estábamos todos en casa y reescribimos el guion, porque hasta ese momento solo había un tratamiento de 50 páginas, bastante extenso, en el que ya estaba toda la película".

"Pero -añade-, era muy curioso, porque muchas cosas que escribíamos de repente pasaban en la realidad. Eso nos obligaba a reaccionar continuamente en la escritura del guion, no tanto en cuanto a los hechos que pasaban en la película, sino a la reacción popular a esos hechos. Con la pandemia aprendimos mucho y, de hecho, tenemos un final, no quiero hacer spoiler, pero el final surge de aquella conocida frase de que "después de la pandemia íbamos a salir mejores", que ya cuando la decíamos, ninguno nos creíamos".

Por cierto que en la historia tiene mucha importancia el libro Walden (1854), de Henry David Thoreau (1817-1862), en la que su autor narra los dos meses que vivió en una cabaña en un bosque para librarse de la tiranía de la sociedad industrial. "En nuestras películas siempre trabajamos con un objeto literario o artístico -nos explica Galder-. En el primer hoyo fue El Quijote, y en el segundo, el cuadro El perro semihundido, de Goya. Buscamos esa base literaria, pictórica... que nos ayuda a establecer los cimientos de lo que queremos contar. Este libro, cuyo autor se fue a vivir al bosque con nada, es como un mensaje encriptado que un millonario le da a la protagonista al mismo tiempo que le cede gran parte de su fortuna y le dice: que "una persona es rica en función de las cosas de las que se puede deshacer". Al darle ese libro le da un mensaje encriptado: "yo te estoy dando la pasta, pero tú pásasela rápidamente a otro, porque si no te va a caer a ti el marrón".

"Rodar en inglés ha sido un desafío"

Esta tercera película de Galder, también es la primera que rueda en inglés: "Ha sido un desafío -nos confiesa-, pero era una elección lógica porque la película es un viaje de norte a sur. Incluso se planteó en algún momento empezar la historia en Nueva York y terminar en un país centroamericano. Al final nos decidimos por Europa porque la conocemos mejor y encajaba muy bien justo con el tema del Brexit. Además, para financiar una película de este tamaño, ayuda a que el idioma sea el inglés. Siempre es complejo trabajar en un idioma que no es el nativo tuyo, como el euskera o el castellano, pero al final te espabilas y tiras para adelante".

En cuanto a ese estupendo reparto, Galder asegura que: "Yo debo ser el director con más suerte del mundo, porque todos los actores y actrices con los que he trabajado han sido realmente maravillosos. Trabajar con Mary Elizabeth Winstead ha sido un honor. Es una actriz buenísima y que demuestra un compromiso enorme para cualquier cualquier personaje que interpreta. Y no solo con el personaje, también con la película. Y luego, trabajar con Timothy Spall o Lorraine Bracco , ambos nominados al Oscar, o Jonah Hauer-King, Rafe Spall.... Todos me lo han puesto muy fácil. El cine es una profesión colaborativa y a mí me gusta mucho escuchar, aprender... Y, sobre todo, hacer caso a los que saben más que yo".

En cuanto a cómo ha sido pasar de esos rodajes en un único plató de El hoyo a esta película con tantos escenarios distintos, Galder nos comenta: "El rodaje de El hoyo fue duro porque no había sensación de que avanzaras. O sea, cada día de rodaje era muy parecido al anterior. Y esta sensación, en un rodaje, de ir quitándote escenas, quitándote localizaciones, suele ser buena para mentalmente, organizar la película y situarte donde estás. Y La fiebre de los ricos ha tenido la dificultad contraria, que es que cada día prácticamente rodábamos en una localización. Nunca repetíamos. Y eran localizaciones complejísimas, que han implicado un trabajo enorme de construcción, de diseño, de producción, de arte, de logística... Por ejemplo, el poblado que está en Alaska, que se construyó a 25 kilómetros de Barcelona y estábamos a 25 grados rodando ese día. Buckingham Palace es un croma y el campamento de refugiados de Lampedusa lo construimos en Fuerteventura".

"Todos estos escenarios se construyen con meses de antelación para que cojan el cuerpo, para que el sol vaya curtiendo la madera del campamento de refugiados, por ejemplo. Aparte del tamaño enorme que tiene la producción, había días que éramos 500 en el rodaje. Y algunos de esos 500 están a un kilómetro de distancia del rodaje, como las secuencias en el mar. Ha sido una película compleja".

"Siempre habrá alguien más rico al que echarle al culpa de los males del mundo"

En cuanto a sí le gustaría que la gente reflexionara sobre el tema al salir de los cines, Galder Gaztelu-Urrutia asegura: "Me gustaría que hubiera un debate honesto sobre el reparto de la riqueza. Y incluyera la autocrítica, porque siempre habrá alguien mucho más rico al que puedas culpar de todos los males de este mundo. Pero quizás, cada uno desde donde estamos, podamos hacer algo también".

En cuanto a si cree que los milmillonarios preferirían morir antes que regalar su dinero, Galder nos comenta: "Seguro que alguno no se lo creería, como el hijo del personaje de Timothy Spall. Hemos intentado representar todos los potenciales comportamientos. No sé si lo hemos conseguido. Seguro que habría muchos más. El otro día hicimos un pase y el público estaba muy entregado diciendo: "Yo hubiera hecho esto, yo lo otro..." Cada uno supongo que tiene el apego que tiene a los bienes. Para algunos es lo más importante y para otro no lo será tanto. En cualquier caso, creo que casi todos podemos vivir con menos cosas".

En cuanto a sus proyectos, Galder nos comenta: "No hay director o directora en el mundo que no tenga como cinco debajo del brazo. Yo soy uno de ellos. Hay alguno que está más cerca de encontrar ese camino para que se llegue a producir, pero todavía es muy pronto para hablar. Las películas que queremos hacer son complejas y eso quiere decir que también son complejas de financiar. Más del 50% de mi trabajo como director es buscar la financiación, así que..."

¿Podría ser uno de esos proyectos la tercera entrega de El hoyo? "Hay que reposar y ver los números de El hoyo 2, porque acaban de pasar los tres meses y los números de visualizaciones han sido buenos. Y ha habido críticas buenas pero también alguna mala. Las críticas malas hay que aceptarlas con deportividad y tienen que servir para aprender y en eso estamos. Al equipo creativo nos encantaría volver a El hoyo, pero es pronto para ver cómo se puede articular todo eso".