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Yolanda Díaz deja la red social X: "Ha llegado el momento de salir de ahí y no seguir fomentando el odio"

  • Los ministros de Sumar, Ernest Urtasun y Sira Rego, además de todo el grupo político, dejan de utilizar también sus cuentas
  • Frente a Trump, insta a la UE a apostar por la defensa de los derechos humanos y la competitividad de sus empresas

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Yolanda Díaz deja la red social X: "Ha llegado el momento de salir de ahí y no seguir fomentando el odio"

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este martes que deja la red social X (antes Twitter) con críticas directas a su propietario, Elon Musk, quien en la víspera realizó un gesto próximo al saludo nazi durante la investidura de Donald Trump.

"Después de lo que vimos ayer con Elon Musk ha llegado el momento de salir de ahí y no seguir fomentando el odio", ha afirmado en una entrevista en La hora de la 1, y antes ha argumentado también: "No voy a formar parte de una red social que está fundamentada en algoritmos para fomentar las ideas xenófobas, contra los derechos humanos, y fomentando la extrema derecha del mundo".

Los ministros de Cultura y de Juventud, Ernest Urtasun y Sira Rego, han tomado la misma decisión, igual que el grupo Sumar, y utilizarán en su lugar la red social Bluesky (Bsky), además de las ya conocidas plataformas Facebook, Instagram, TikTok, YouTube y Telegram.

Fuentes de Sumar justifican la salida de X porque Musk no ha dejado de utilizarla con "fines políticos" y ha dado "un paso más emulando el saludo nazi". El gesto en la investidura no es la única polémica reciente: dos semanas antes, el magnate tecnológico organizó una entrevista en su plataforma con la candidata del partido de ultraderecha alemán Alterativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, donde esta aseguró que Adolf Hitler fue "comunista".

Preguntada si el asunto sería abordado en el Consejo de Ministros para mantener una posición común en el Gobierno, Díaz ha respondido que corresponde al Partido Socialista y a cada persona tomar su decisión. Por su respuesta, además, se deduce que las cuentas oficiales de los Ministerios sí seguirán operativas: "Nosotros a nivel personal vamos a abandonarlo, y como espacio político. No vamos a contribuir al uso de los algoritmos que está agrediendo y erosionando más la democracia. La internacional del odio tiene ya adeptos suficientes".

Más tarde este martes, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha confirmado que será una "decisión personal" de cada miembro del Gobierno, igual que hay ministros y ministras que nunca han tenido cuentas personales en redes sociales. "Máximo respeto a la decisión", ha reiterado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y ha indicado que los Ministerios continuarán informando a la ciudadanía desde "los distintos canales de información".

Llama a apostar por los derechos humanos y la competitividad frente a Trump

Más allá de las redes sociales, Díaz ha tildado de "tiempo peligroso" la vuelta de Trump a la Casa Blanca y ha advertido que busca "aniquilar" el espacio europeo al "bipolarizar" los debates entre Estados Unidos y China: "Tenemos que tomar muy en serio la ofensiva en términos económicos, sociales y de derechos humanos que se están planteando", ha señalado.

En ese sentido, la ministra ha propuesto situar la Unión Europea como un "gran pulmón" en pro de los derechos humanos y ha instado a apostar por la competitividad frente a los aranceles que quiere imponer la nueva administración. Como ejemplo, ha señalado a la europea Airbus, que fue capaz de "vencer en términos comerciales" a la estadounidense Boeing: "Es lo que Trump está intentando evitar".

Además, ha asegurado que el recién investido presidente comparte la agenda de la "internacional del odio" que apoyan el expresidente brasileño Jair Bolsonaro o, en España, Vox. En su opinión, con su discurso en contra de las organizaciones internacionales y por una "especie de revolución rupturista", buscan en realidad "atacar la democracia" y "empobrecer a la ciudadanía".

En contraposición, Díaz ha llamado a pensar "políticas públicas firmes", una estrategia que poco antes ha resumido en "más Europa, más democracia, más proyectos industriales competitivos, más derechos humanos y una actuación firme" frente al poder de las plataformas.

Sobre la reducción de jornada: "El PSOE se opuso, no solo Carlos Cuerpo"

De vuelta a los asuntos que ahora ocupan a su Ministerio, Díaz se ha mostrado muy crítica con el ala socialista del Gobierno por no agilizar el trámite para reducir la jornada laboral a 37,5 horas en los términos que pactó con los sindicatos. "El PSOE se opuso, y no solo fue [el ministro de Economía, Carlos Cuerpo", ha comentado, si bien se ha mostrado confiada en que finalmente se cumpla lo pactado. "A finales de 2025 todas las empresas tienen que tener reducida la jornada laboral".

En referencia a las declaraciones en RNE en las que dijo que Cuerpo era "casi mala persona" por impedir el avance, la ministra ha insistido en que tiene una "magnífica relación" personal con él, pero que se trata de un asunto político. Además, ha asegurado que "mala persona" son las mismas palabras que utilizaron unas trabajadoras con las que conversó sobre quienes niegan el "derecho" a reducir el tiempo de trabajo. "No hablaban de ningún ministro, hablaban de las empresas españolas", ha zanjado.

La titular de Trabajo ha cargado luego duramente contra la patronal española por mantener los "brazos caídos" y no haber "aportado nada" durante los 11 meses de negociación con Gobierno y sindicatos. "Me gustaría encontrarme con la patronal que conocí en la legislatura pasada, que pensaba en su país, negociaba y llegaba a acuerdos", ha dicho, una reflexión que ha extendido al debate sobre el salario mínimo interprofesional (SMI).

Critica que el salario mínimo pueda tributar el IRPF

Así, Díaz ha confirmado la voluntad de su cartera de subir el SMI en 50 euros al mes, después de haber escuchado al comité de expertos. La negociación ahora está en si el montante anual debe estar exento del IRPF, como lo ha estado hasta ahora. Sin embargo, eso depende del Ministerio de Hacienda, que ha avanzado que esperará a conocer la subida para adaptar la normativa.

"La política pública es elección y se ha optado por eximir el IRPF a los arrendatarios en nuestro país, pero el PSOE quiere que quienes perciben el salario mínimo tributen el IRPF. Nosotros queremos seguir con lo que se ha hecho en los últimos años, que esa cantidad quede exenta", ha señalado, antes de defender las subidas —de hasta un 54% acumulado desde que asumió el Ministerio— como la "mejor herramienta pública" para reducir la desigualdad y la brecha de género.

Así, Díaz ha criticado al presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quien en la víspera se negó a responder en La hora de la 1 si vivir con 1.134 euros al mes en 14 pagas es "digno" y defendió que es lo que pueden pagar muchos pequeños empresarios. A esto, la ministra ha respondido que el SMI solo opera para aquellos sectores que no tienen un convenio colectivo, algo que por lo general comporta mejores condiciones. "Una empresa que no puede pagar el salario mínimo es que obviamente no es una empresa sana", ha subrayado, y ha insistido en trasladar el debate a los "salarios máximos" de los directivos que exacerban la desigualdad. "Algunos ganan cantidades obscenas al día".

Sobre la ruptura con Junts: "Hay que dialogar con quien no piensa como tú"

Finalmente, la ministra de Trabajo ha respondido a una pregunta sobre si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debería acudir a la reunión planteada por el líder de Junts, Carles Puigdemont, tras la ruptura de negociaciones entre los grupos. "La democracia va de esto, no se trata de que conversemos entre los que pensamos igual o las que pensamos igual, esto por supuesto que sí, pero en política se trata de dialogar con quien no piensa como tú (…) Por tanto, ningún problema en hablar con adversarios políticos", ha repuesto sin hacer referencia a Sánchez.

Sí ha señalado, en cambio, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, porque —ha dicho— "no tiene empacho" en hablar con Puigdemont "cuando quiere" y ha reconocido que ella misma se reunió con el expresident independentista en Bruselas en 2023 "con respeto democrático", a pesar de ser consciente del riesgo político que suponía.

Al tiempo, ha defendido la importancia de sacar adelante políticas que afectan "a la vida de la gente", como nuevas ayudas a los afectados por la DANA o los permisos climáticos, que deben aún convalidarse en el Congreso de los Diputados.