Estados Unidos envía 1.500 soldados a la frontera con México para limitar la inmigración

• Las tropas se sumarán a las 2.200 ya desplegadas y a miles de efectivos de la Guardia Nacional
• En el primer día tras la orden ejecutiva de Trump contra la migración, se han producido más de 300 detenciones

Vista aérea de un refugio temporal para posibles deportaciones masivas desde Estados Unidos en Matamoros, México DANIEL BECERRIL

Tan solo dos días después de la toma de posesión de Donald Trump, el ejército estadounidense tiene previsto enviar a 1.500 tropas adicionales a la frontera con México. El despliegue se produce tras la firma de una orden ejecutiva contra la inmigración en la que exigía enviar tantas tropas como fueran necesarias para obtener "el control operativo completo de la frontera sur de los Estados Unidos".

Las tropas se unirán a las aproximadamente 2.200 en servicio activo y a miles más de la Guardia Nacional que ya están en la frontera. Durante su primer mandato, Trump ya ordenó hasta a 5.200 tropas asegurar los límites con México, por lo que se estima que el número podría aumentar en los próximos días.

"En un plazo de 90 días, los jefes del Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional deberán recomendar si podrían ser necesarias acciones adicionales, incluida la invocación de la Ley de Insurrección de 1807", decía Trump. Esta medida permitiría al presidente de Estados Unidos desplegar al ejército para reprimir la insurrección interna, algo que se ha utilizado en el pasado para sofocar el malestar civil.

La Guardia Costera, que está encargada de la seguridad marítima y la aplicación de la ley, también ha señalado que "aumentará inmediatamente" sus fuerzas y barcos en varias áreas, incluida la frontera sureste cerca de Florida, para "disuadir y prevenir una migración masiva marítima desde Haití y/o Cuba".

Hasta 300 inmigrantes detenidos en las primeras redadas

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) ha detenido en su primer día completo bajo el mandato de Donald Trump a 308 inmigrantes considerados "graves criminales", según ha asegurado el denominado por Trump como "zar" de la frontera, Tom Homan.

"Algunos de ellos eran violadores, otros asesinos, algunos habían abusado de niños. El ICE está haciendo su trabajo. Está priorizando, tal y como el presidente dijo que haría. Está haciendo su trabajo de forma excelente sobre el terreno y continuará haciéndolo cada día", ha indicado a la cadena Fox News.

El Departamento de Seguridad Nacional encargado de hacer cumplir las leyes migratorias no ha dado aún información sobre estas presuntas detenciones.

En la orden ejecutiva sobre inmigración firmada por Trump, el presidente ordenaba a las autoridades "deportar inmediatamente" a todas las personas que entren de manera irregular en EE.UU., avanzando que se restaurarán las deportaciones en caliente.

Trump cancela viajes de refugiados para su reasentamiento

El nuevo Gobierno estadounidense también ha cancelado los vuelos de unos 10.000 refugiados que ya habían recibido el visto bueno para trasladarse a Estados Unidos. Un proceso que puede durar años, y que deja varados a los solicitantes en distintas partes del mundo.

El lunes, Trump firmó una orden ejecutiva que consideraba el programa de admisión de refugiados de EE.UU. "perjudicial para los intereses" del país y ha ordenado su suspensión a partir del 27 de enero. Sin embargo, los plazos parecen haberse adelantado, aunque no está claro qué motivó el cambio.

Según el memorando obtenido por la CNN, la agencia encargada del procesamiento y llegada de refugiados comunicó a los afectados y a los actores involucrados en el reasentamiento que el programa ha quedado suspendido hasta nuevo aviso.

"Todos los viajes previamente programados de refugiados hacia Estados Unidos están siendo cancelados, y no se realizarán nuevas reservas. Los Centros de Apoyo al Reasentamiento no deben solicitar viajes para nuevos casos de refugiados en este momento", señala el documento.

Entre los afectados hay más de 1.600 refugiados afganos que habían recibido aprobación para buscar asilo en EE.UU., como parte de un programa establecido por el Gobierno de Joe Biden tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021.

Este grupo incluye a quienes trabajaron junto a soldados estadounidenses durante la guerra, así como a familiares de militares en activo.