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La justicia británica condena a 52 años de cárcel al joven acusado de asesinar a tres niñas en Southport

  • El acusado habría recibido cadena perpetua de no haber cometido el delito siendo menor de edad
  • Los casos de asesinato no han sido considerado actos de terrorismo al no encontrarse un vínculo común

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La justicia británica condena a 52 años de cárcel al joven acusado de asesinar a tres niñas en Southport
Manifestantes discuten con la policía frente al Tribunal de la Corona de Liverpool, donde ha sido sentenciado Axel Rudakubana por el asesinato de tres niñas en Southport ADAM VAUGHAN

El joven de 18 años, Axel Rudakubana, culpable del asesinato de tres niñas en la localidad inglesa de Southport el pasado 29 de julio de 2024, ha sido condenado a una pena de 52 años de cárcel, según ha dispuesto un tribunal de Liverpool.

El juez Julian Goose impuso inicialmente a Rudakubana una sentencia de por vida, pero dado que era menor de edad en el momento de cometer el delito —la ley británica no permite la cadena perpetua para estos casos— se determinó un mínimo de 51 años y 190 días de cárcel, descontando el tiempo que ya ha estado entre rejas desde su detención.

"Pasará casi todo el resto de su vida en prisión. Considero que es bastante probable que nunca sea liberado y que esté toda su vida en la cárcel", ha añadido Goose en la lectura de la sentencia.

Rudakubana, que no ha expresado remordimiento por la matanza, se había declarado el lunes culpable de los cargos de asesinato a cuchilladas de Bebe King, de 6 años; Elsie Dot Stancombe, de 7, y Alice da Silva Aguiar, de 9; y de intentar asesinar a otros ocho menores y dos adultos durante una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport.

En total, Rudakubana ha sido condenado por 16 cargos, incluidos también el de producción de ricina, una toxina biológica, y la posesión de un manual de entrenamiento de Al Qaeda. Sin embargo, el tribunal ha señalado que no había pruebas que considerasen el ataque una causa terrorista, pero sí ha considerado que cometió acciones "equivalentes".

Asesinatos no considerados terrorismo

La fiscal Deanna Heer ha señalado en todo momento que los asesinatos no pueden ser considerados terrorismo ya que Rudakubana no estaba inspirado por ninguna ideología política o religiosa en particular. "No es posible identificar ninguna causa terrorista en particular", ha comentado Heer. "Más bien, la evidencia sugiere que el propósito del acusado era la comisión de asesinatos en masa como un fin en sí mismo".

A Rudakubana se le había diagnosticado autismo, pero su abogado, Stan Reiz, dijo que no tenía un trastorno mental que explicara sus acciones y que había poco que pudiera ofrecer para mitigar "tal maldad".

Heer también indicó que Rudakubana se había puesto en contacto en 2019 con una línea de ayuda para niños y había preguntado: "¿Qué debo hacer si quiero matar a alguien?" Poco después, fue expulsado de la escuela tras admitir haber traído un cuchillo 10 veces, y fue arrestado con un cuchillo en su mochila después de regresar y atacar a un alumno con un palo de hockey.

Rudakubana había sido derivado a un programa contra la radicalización después de investigar tiroteos en escuelas, subir imágenes del difunto líder libio, Muammar Gaddafi, a Instagram e investigar un ataque en Londres, pero no se tomó ninguna medida. Un caso que ha puesto de manifiesto los errores en el sistema británico de prevención antiterrorista.

"Uno de los momentos más desgarradores en la historia de Reino Unido"

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha señalado en un comunicado tras conocerse la condena que la masacre de Southport es "uno de los momentos más desgarradores" en la historia del Reino Unido.

"Lo que sucedió en Southport fue una atrocidad y, como el juez ha afirmado, este vil criminal probablemente nunca será puesto en libertad. Tras uno de los momentos más desgarradores en la historia de nuestro país, le debemos a esas niñas inocentes y todos aquellos afectados el cambio que merecen", ha señalado en referencia a la necesidad de modificar la definición legal de terrorismo para incluir acciones como la de Southport.

A raíz de los asesinatos, el Reino Unido sufrió una serie de protestas capitalizadas por la ultraderecha. Las manifestaciones registraron ataques a edificios y agentes tras difundirse el bulo de que el atacante era un islamista que entró ilegalmente al país en barco.