Consuelo Ordóñez lamenta que "los jefes políticos de ETA están hoy en las instituciones, sin condenar un solo atentado"
- "Han sido demasiadas las ocasiones en las que se ha negociado con ETA o se ha transigido con sus exigencias", ha dicho
- Ha censurado a quienes aseguran "que es un éxito que quienes antes pegaban tiros y jaleaban los asesinatos hoy hagan política"
Consuelo Ordóñez ha recordado en el acto en memoria de su hermano Gregorio Ordóñez, cuando se cumplen 30 años de su asesinato por ETA, en San Sebastián que "los jefes políticos de ETA están hoy en las instituciones, cada vez con más poder, sin haber condenado un solo atentado terrorista y beneficiándose de un marco de impunidad que pocos se atreven a cuestionar".
"Los que nunca se manchaban las manos de sangre, pero ordenaban los asesinatos y los aplaudían, hoy dirigen Bildu, antes Herri Batasuna, y siguen justificando la existencia de ETA y prohibiendo a los que tan cínicamente llaman 'presos políticos' que se arrepientan de sus crímenes y reparen el tremendo daño que causaron, no solo a sus víctimas, sino también a la sociedad en su conjunto y a nuestro Estado de Derecho", ha criticado.
La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) ha comenzado su intervención recordando que el homenaje a su hermano en el cementerio de Polloe comenzó "por culpa de la Iglesia vasca", que se negó a oficiar una misa en recuerdo de Gregorio Ordóñez en su aniversario. Según ha relatado, tras el "disgusto" inicial, conoció a "una persona maravillosa", el jesuita Alfredo Tamayo, que durante muchos años ha oficiado un responso junto a su tumba en el cementerio donostiarra.
En su discurso, Ordóñez ha confesado que en este acto se encontraba "sensible" por las "muchísimas muestras de cariño y admiración" hacia Gregorio Ordóñez recibidas de muchos ciudadanos. En este sentido, ha señalado que esto le ha hecho cuestionarse "qué ha pasado en estos 30 años en la política de nuestro país para que tantos ciudadanos encuentren un refugio, un bálsamo, en la voz de Gregorio".
Tras destacar que su hermano "nunca entendió la política como una estrategia o un medio para conseguir poder", la presidenta de Covite ha criticado que "los terroristas y sus protectores no podían permitir que Gregorio, que tenía tan claro cómo había que derrotarlos, pudiera ser el alcalde de una ciudad en la que siempre habían tenido mucho poder y muchos apoyos sociales y políticos".
Así, ha criticado que, "mientras sus adversarios defendían que había que negociar con ETA para acabar con la violencia, él sabía perfectamente lo que eso significaba, que estaríamos prostituyendo la democracia".
"Han sido demasiadas las ocasiones en las que se ha negociado con ETA"
En este contexto, ha reconocido que "resulta doloroso comprobar que la derrota de ETA con la que él soñó —el rechazo social, la eficacia policial y el aislamiento de los violentos— nunca se produjo", y que "han sido demasiadas las ocasiones en las que se ha negociado con ETA o se ha transigido con sus exigencias, y que lo han hecho todos los que han gobernado nuestro país".
Ordóñez ha censurado a quienes aseguran "que es un éxito que quienes antes pegaban tiros y jaleaban los asesinatos hoy hagan política". "Esas mismas personas olvidan que los asesinos nunca tuvieron que elegir entre terrorismo o política, porque para la izquierda abertzale el terrorismo de ETA era, precisamente, otra forma más de hacer política", ha denunciado, para añadir que "solo dejaron la política durante el brevísimo tiempo en que estuvieron ilegalizados".
También ha recordado que, "en los más de cuarenta años de trayectoria criminal de ETA, la organización terrorista casi siempre estuvo representada en las instituciones", y que, "al contrario que al PP o al PSOE, a las sucesivas fachadas electorales de ETA nunca les costó llenar sus listas electorales en Euskadi".
Además, ha sostenido que "pocas personas vinculadas a ETA parecen pensar en romper esa disciplina mafiosa y hacer una revisión crítica de su pasado criminal, como se les debería exigir, pero no se les exige". "A menudo, vemos que es a nosotras, las víctimas, a quienes se nos dirigen las exigencias", ha incidido.
De este modo, ha señalado que, mientras a las víctimas de ETA se les pide "pasar página sacrificando la memoria y la verdad de lo ocurrido en beneficio de una idealizada convivencia, y hasta asumir que la impunidad, o la generosidad con los asesinos sin rastro de arrepentimiento, es un precio necesario y aceptable para la paz", los terroristas "han visto y siguen viendo reducidas sus penas de prisión con trampas al Estado de Derecho".
"Las últimas, los terceros grados fraudulentos sin que cumplan con los requisitos que les exige la Ley para progresar en grado", ha añadido, para concluir afirmando que "esta debe de ser la 'inversión en convivencia' sin 'presos políticos vascos' de la que habla Otegi, sin que su sórdida desfachatez cause prácticamente ningún escándalo".
Este último homenaje organizado por Covite en memoria del que fuera concejal del PP de San Sebastián, asesinado a tiros por ETA el 23 de enero de 1995 en un bar de la Parte Vieja, ha contado con la presencia de familiares del político donostiarra, entre ellos su viuda, Ana Iribar, así como de allegados, y representantes políticos e institucionales, entre ellos la delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia; el alcalde donostiarra, Eneko Goia; la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; y el ararteko (defensor del Pueblo del País Vasco), Manuel Lezertua.
También ha acudido al camposanto una amplia representación del PP vasco, encabezada por Javier de Andrés y Esther Martínez, mientras que por parte del PSE se encontraban varios de sus responsables, entre ellos su líder en Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, y por parte de Vox, su parlamentaria vasca Amaia Martínez. Asimismo, ha asistido al homenaje el concejal donostiarra de Podemos, Víctor Lasa.