La sanidad privada en España más allá de Muface: 12 millones de clientes y un negocio de 11.000 millones
- Un millón de ellos actualmente son funcionarios y beneficiarios de Muface, cuyo modelo está en el aire
- Cada vez más empleados públicos eligen la Seguridad Social: en Muface han pasado del 17% a un tercio desde 2010
Muface, la mutualidad que garantiza la asistencia sanitaria de los funcionarios civiles del Estado como los maestros, profesores, policías nacionales o personal de Hacienda, se da más tiempo y cambiará -de nuevo- las condiciones del convenio sanitario para intentar salvar el modelo. Este lunes 27 acababa el plazo para saber si Asisa aceptaba la última oferta del Gobierno para seguir cubriendo la atención sanitaria del millón de funcionarios y familiares de esta mutualidad que forman actualmente parte del ecosistema de la sanidad privada en España, pero el Ejecutivo central ha vuelto a dejarlo en suspenso.
Ahora, tras el nuevo anuncio de este sábado, Adeslas -la primera compañía que anunció que no concurriría alegando infrafinanciación- ha dicho que reconsiderará su postura. Sobre la mesa el desafío de que el concurso quede desierto y la Seguridad Social tenga que asumir a estos nuevos pacientes. Los funcionarios habían amenazado con ir a la huelga.
Más asegurados, pero menos funcionarios
En España, 12,4 millones de personas -el 25,8% de la población- cuentan con un seguro de salud privado, según datos de 2023 de Unespa, la patronal del sector.
De todos ellos, casi 1,7 millones -alrededor del 14% de todas los asegurados- son funcionarios y familiares de estos empleados públicos de la Administración General del Estado a través de mutualidades públicas como Muface, actualmente en el punto de mira después de que Adeslas y DKV hayan decidido no presentarse al concurso alegando infrafinanciación. También de otras dos mutualidades que, por el momento, no están en duda: Mugeju, que da cobertura al personal de Justicia; e Isfas, que hace lo propio con el Ejército y la Guardia Civil.
Otro 7% son personas que tienen suscritos seguros de reembolso de gastos y el resto, un 79%, son clientes con seguros privados bien suscritos por sus empresas de forma colectiva o de forma particular, según el informe del Observatorio del sector sanitario privado 2024 de la Fundación IDIS.
Sin embargo, mientras que los seguros de salud privados han ido creciendo en España en los últimos años, el peso en su conjunto de los asegurados de estas tres mutuas ha disminuido. Hace cinco años los funcionarios y familiares que elegían sanidad privada eran 150.000 más y suponían el 18% de todos los asegurados.
El millón y medio de funcionarios de Muface, Isfas y Mugeju (ya estén en activo o jubilados) y sus familias -que suman juntos alrededor de 2,1 millones de personas- pueden elegir al inicio de cada año qué asistencia quieren recibir: si sanidad pública o privada. Uno de cada cuatro se decanta por la Seguridad Social, que atiende ya a más de medio millón.
La sanidad pública gana peso en Muface
En octubre de 2024 pertenecían a Muface 1,5 millones de personas: 1,1 millones de funcionarios en activo o jubilados y más de 400.000 familiares de estos. Cerca de un tercio se había decantado por la Seguridad Social, mientras que aproximadamente un millón (el 67%) estaban en seguros privados, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Sanidad en el informe Muface: del seguro privado al Sistema Nacional de Salud. Hace 15 años, sin embargo, el 83% elegía un seguro privado.
De Mugeju -la mutualidad de jueces, fiscales y otros funcionarios de la justicia- dependen otras 92.000 personas, entre titulares (más de 62.000) y beneficiarios. La Seguridad Social entre este colectivo ha ido también ganando peso al pasar del 14% en 2010 a cerca del 24% actual. En ISFAS, sin embargo, alrededor del 90% del colectivo de cerca de 550.000 personas (357.000 de ellos, titulares) se ha decantado en los últimos años por las entidades privadas sin grandes cambios.
Las aseguradoras no han renunciado -al menos por ahora- a seguir prestando asistencia sanitaria a estos dos colectivos: el judicial y el militar.
Un crecimiento de los seguros privados marcado por la pandemia
Al margen de la pérdida de clientes provenientes de las mutuas, en España las personas con seguro de salud privado han pasado del 18,5% en 2011 al 25,8% en 2023 hasta alcanzar los 12,4 millones señalados al principio de esta pieza.
La sanidad privada ha sumado cerca de 3,7 millones de asegurados en la última década, la mitad de ellos después de la pandemia. En 2023 ese crecimiento se moderó, pero en los tres años previos la media de nuevas pólizas rozaron el medio millón anual.
Fuentes de Unespa achacan este crecimiento a "su creciente aceptación como mecanismo de pago en especie" por parte de empresas que incorporan los seguros de salud como "herramienta de atracción y retención de talento". La patronal del sector de seguros también cree que las compañías optan por estos servicios para reducir el absentismo laboral, al permitir a los trabajadores ir directamente al especialista sin pasar por el médico de cabecera.
El sector de los seguros de salud de prestación de servicios facturó 11.098 millones de euros en 2023, un 7,4% más que un año antes y un 17% más que en 2019, el año previo a la pandemia, según los datos facilitados por Unespa.
La sanidad privada cuenta con 438 hospitales con más de 50.000 camas y 300.000 profesionales sanitarios, el 60% en ámbito extrahospitalario. Lleva a cabo un tercio de las operaciones en España y atienden casi una cuarta parte de las consultas con especialistas, según el informe de la Fundación IDIS.
Precisamente, la posibilidad de poder ir directamente al especialista sin pasar por el médico de cabecera, como en la Seguridad Social, es uno de los aspectos más valorados de los seguros privados.
Desde la pandemia, han aumentado los ciudadanos que preferirían -de poder elegir- la sanidad privada para acudir a consultas con especialistas, aunque mayoritariamente siga ganando la Seguridad Social no solo en este aspecto, sino también en Atención Primaria, Urgencias y hospitalizaciones, según los barómetros sanitarios del CIS.
De Madrid a Navarra, la distribución geográfica de los seguros privados
La penetración de los seguros privados no es igual en todas las provincias españolas. Madrid y Barcelona están a la cabeza debido, según Unespa, al mayor peso de empresas que ofrecen este tipo de coberturas a sus trabajadores como mejora del salario y a la mayor presencia de funcionarios.
En Madrid, los asegurados han subido diez puntos porcentuales desde 2011, pasando del 30,6% al 40,5%. Solo desde 2019 -el año previo a la pandemia- el crecimiento ha sido de más de seis puntos en esta región.
Las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tienen también un alto porcentaje de población asegurada (36,8 y 31,9%, respectivamente) debido a la presencia de funcionarios del Estado -entre ellos militares- que eligen la medicina privada frente a la Seguridad Social, según Unespa.
En el extremo opuesto está Navarra, la comunidad y a la vez provincia con menos peso de los seguros privados: apenas el 12% de sus habitantes tiene uno.
La menor penetración de los seguros privados en Navarra también se da entre los funcionarios de la comunidad foral pertenecientes a Muface. Allí más de la mitad de estos empleados públicos y sus beneficiarios eligen la sanidad pública. En Sevilla y Málaga, sin embargo, los mutualistas de Muface se decantan de manera más clara por los seguros privados, como Ceuta y Melilla.
En el conjunto de España, los funcionarios de Muface eligieron mayoritariamente Adeslas (33%), Seguridad Social (30%), Asisa (24%) y DKV Seguros (14%) en 2023, el último año con estos datos desagregados. Antes de la pandemia, en 2019, la sanidad pública era la tercera opción (23%) por detrás de Adeslas (36%) y Asisa (27,4%).
Dos tercios del negocio en manos de cuatro aseguradoras
De hecho, SegurCaixa Adeslas -en manos de Mutua Madrileña y CaixaBank- no solo es la aseguradora con mayor peso entre los funcionarios civiles del Estado, también encabeza el ranking de todo el sector con un 28,5% de la cuota de mercado, seguida de Sanitas, Asisa y DKV.
Las cuatro suman dos tercios del negocio. A excepción de Sanitas, las otras tres compañías son las que hasta ahora daban cobertura a los funcionarios de Muface que optaban por un seguro privado.
Adeslas fue precisamente la primera que anunció que no seguiría dando asistencia a los funcionarios de Muface en las condiciones actuales. El concurso para renovar el convenio de asistencia sanitaria privada de esta mutualidad quedó desierto el pasado mes de noviembre al considerar las compañías insuficiente la subida del 17% de las primas que ofreció el Gobierno. Este lunes 27 de enero expiraba el plazo ampliado para un nuevo intento tras ofrecer el Ejecutivo central un alza del 33,5%. Ahora el Muface ha dicho que va a iniciar un proceso para modificar las condiciones de esta segunda licitación. Si aún así no consiguiera atraer a las aseguradoras, la Seguridad Social podría tener que hacer frente a la incorporación de un millón de pacientes potenciales a su sistema.