'A different man', un esperpento políticamente correcto que lleva la diversidad a los Oscar
- El director Aaron Schimberg usa actores con deformidades faciales por la neurofibromatosis
- La película aspira al Oscar al mejor maquillaje y se estrena en los cines españoles el 31 de enero
A Different Man es un esperpento, que usa lo grotesco para articular un discurso políticamente correcto alrededor de la identidad, la imagen propia y lo “normal”. La película de Aaron Schimberg juguetea con referentes como La bella y la bestia, pero el guionista y director se ha ido a dar un paseo al madrileño callejón del gato sin abrazar la fuerza revulsiva de la creación de Valle-Inclán.
Esta nueva apuesta de la productora de culto A24 ya ha ganado el premio a la mejor película en los Gotham Award y al mejor guion en Sitges. En los Oscar, solo ha logrado estar nominada a mejor maquillaje y peluquería.
Edward es un asustadizo actor con fibromatosis, una enfermedad genética que deforma su rostro con numerosos tumores. Sin autoestima, solitario y falto de afecto, se somete a un tratamiento experimental para cambiar su aspecto. Ahora es un hombre atractivo, un exitoso agente inmobiliario, pero el reencuentro con su vecina, convertida en dramaturga con una historia inspirada en su vida, hace mella en su estabilidad emocional.
El actor Sebastian Stan ha ganado el Globo de Oro y el Oso de Plata de la Berlinale por su interpretación para la que tuvo que someterse a largas sesiones de maquillaje y llevar prótesis faciales durante el rodaje. Un trabajo interpretativo, eclipsado por su presencia también en The apprentice, en la que encarna a un joven Donald Trump, por la que finalmente ha sido nominado al Oscar al mejor actor.
El trío protagonista se completa con la noruega Renate Reinsve, mejor actriz en Cannes por La peor persona del mundo de Joachim Trier y el actor, presentador y activista por los derechos de las personas con discapacidad, el británico Adam Pearson. Pearson, que sufre neurofibromatosis, debutó en el cine con Under the Skin, se interpretó a sí mismo en Drib y protagonizó el anterior filme de Schimberg, Chained for life, cosechando elogios de la crítica.
Stan apostó por el guion desde el principio y se convirtió en productor ejecutivo de A different man. El actor se mete en la piel de un personaje ingrato que pasa del miedo a la envidia, eclipsado por la arrolladora personalidad de Oswald, encarnado por Pearson, para el que su rostro deformado no supone ningún problema para brillar en sociedad.
La película juega con el cine dentro del cine y el teatro reflejado en la gran pantalla, con toques de ironía como cuando la dramaturga descalifica su primera obra como un error de juventud sin pies ni cabeza. Al final, Edward tiene que enfrentarse con la realidad de que "sigue siendo el mismo" con sus miedos e inseguridades y no ha evolucionado como el resto de los personajes.
A Different Man presenta a dos personajes con neurofibromatosis (NF1). La película pasa el testigo entre actores sin desfiguraciones que interpretan a personajes con el rostro desfigurado y actores con deformidades faciales que completan el elenco.
En su discurso al recoger el Globo de Oro como mejor actor de comedia, Stan hizo un alegato por la inclusión en el cine de las personas diferentes y recordó la importancia de combatir la ignorancia ante la discapacidad y los rostros desfigurados. De hecho, el largometraje incluye un corto destinado a las empresas que enseña cómo tratar a las personas con deformidades en el lugar de trabajo, el primer pequeño papel de Edward.
Con pinceladas de humor, el guionista y realizador neoyorquino intenta contar una historia desde un nuevo ángulo. Un esfuerzo que ha llevado a Variety a incluir a Aaron Schimberg en su lista anual como uno de los diez mejores nuevos directores a seguir.
A Different Man llega a las salas de cine de toda España el próximo viernes 31 de enero.