La Fiscalía italiana investiga a Meloni y a varios de sus ministros por repatriar a un libio buscado por La Haya
- El prófugo es el jefe de la policía judicial libia, Osama al Masri, quien fue detenido en Turín y liberado el 19 de enero
- La justicia italiana los ha señalado como sospechosos de complicidad criminal y malversación de fondos
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha informado de que está siendo investigada por la Fiscalía del país junto a varios de sus ministros por la liberación del jefe de la policía judicial libia, Osama al Masri, actualmente buscado por la Corte Penal Internacional (CPI).
La propia Meloni ha explicado en un vídeo los hechos y la investigación iniciada por el fiscal Francesco Lo Voi contra ella y los ministros de Justicia, Carlo Nordio e Interior, Matteo Piantedosi; y su subsecretario de Presidencia, Alfredo Mantovano. Lo Voi es el mismo que llevó el caso contra Salvini y el Open Arms, y ha señalado a los implicados como sospechosos de complicidad criminal y malversación de fondos.
"No me dejaré chantajear; no me dejaré intimidar. Esta puede ser la razón por la que soy antipática para aquellos que no quieren que Italia cambie y mejore", ha declarado Meloni en el vídeo.
La Justicia busca esclarecer los hechos que llevaron en la noche del 19 de enero a la liberación y repatriación de Al Masri, quien había sido detenido en la ciudad italiana de Turín. Por el momento, Meloni no tiene obligación de dimitir, y estar bajo investigación en Italia no implica culpabilidad ni significa que necesariamente se le imputarán cargos formales.
El escándalo se suma a los casos de deportaciones de inmigrantes irregulares a Albania desde suelo italiano. El último tuvo lugar el domingo tras acatar la última sentencia del Tribunal Supremo, el cual indicó que al Gobierno le corresponde establecer qué países son seguros, y que los jueces que anteriormente habían invalidado los traslados no pueden prohibir sistemáticamente sus detenciones.
Llegan a Albania lo 49 migrantes interceptados por Italia
Un barco militar italiano ha atracado en el puerto albanés de Shëngjin con 49 migrantes interceptados en alta mar cuando trataban de llegar a Italia el pasado domingo. Todos ellos serán internados en los centros de detención y expulsión construidos en el país por el Gobierno de Meloni.
El Ministerio de Interior italiano ha informado de que estas personas serán sometidas ahora a "procedimientos de recepción, detención y evaluación de casos individuales", según el acuerdo alcanzado con el primer ministro albanés, el socialdemócrata Edi Rama.
Este es el tercer intento del Ejecutivo de Meloni de poner en marcha su polémico plan de internar en Albania a migrantes irregulares interceptados en su camino a Italia.
Los dos primeros intentos fracasaron porque la justicia italiana no convalidó los envíos argumentando que ni Egipto ni Bangladés eran seguros en su totalidad, por lo que habían reclamado la intervención del Tribunal de Justicia de la Unión Europa.
Desde entonces los centros habían quedado vacíos, vigilados y gestionados por un personal cada vez más reducido, algo que ha provocado fuertes críticas al Gobierno por los gastos.