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Los partidarios del 'Brexit', entre la decepción y la frustración: "Habría sido mejor quedarse"

  • Más del 73% de los electores de Essex, en el este de Inglaterra, votaron a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea
  • Cinco años después de la separación oficial, los partidarios del Brexit reconocen que no salió como lo esperaban

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Clacton Pier, muelle artificial de Clacton-on-Sea y punto icónico de la ciudad inglesa
Clacton Pier, muelle artificial de Clacton-on-Sea y punto icónico de la ciudad inglesa RNE / Guillaume Bontoux

“Parece mentira, pero en verano, todo eso está lleno de gente”, cuenta Matthew mientras enseña la playa con un gesto del brazo. En esta helada mañana de enero hace falta mucha imaginación para visualizar toallas y sombrillas en la arena oscura. Tan solo juguetean unos perros, acompañados de sus atrevidos dueños, sin prestarle atención ni al mar del Norte, "tranquilo por esta época del año", según Matthew, ni a los parques eólicos que invaden el horizonte.

Clacton-on-Sea, ciudad de poco más de 50.000 habitantes a dos horas de Londres, en la costa este de Inglaterra, empezó a crecer como destino turístico a finales del siglo XIX con sus largas playas y su cercanía a la capital. Conoció su apogeo en la primera mitad del siglo XX, antes de entrar en una lenta decadencia. Si los pequeños hoteles, los salones de juego y los tradicionales fish and chips que pueblan el paseo marítimo recuerdan que la economía de Clacton-on-Sea sigue dependiendo del turismo, el pésimo estado de muchos de ellos es una triste muestra de que la edad dorada de la localidad quedó atrás.

Vista de la entrada del Clacton Pier, muelle artificial de la localidad costera lleno de atracciones.

Vista de la entrada del Clacton Pier, muelle artificial de la localidad costera lleno de atracciones. RNE / Guillaume Bontoux

"Es una ciudad muy empobrecida", reconoce Matthew, que tiene 33 años y trabaja en el Clacton Pier, muelle artificial lleno de atracciones, símbolo y orgullo de la localidad. No todos tienen la misma suerte. En 2023, cerca de la mitad de los habitantes de Clacton estaban "económicamente inactivos", según la Oficina Nacional de Estadísticas, la proporción más alta en el Reino Unido. "Cuando eres joven, aquí hay muy pocas oportunidades y es muy difícil encontrar algo", corrobora Martin, fotógrafo de 31 años que tuvo que "emigrar" algunos años a Londres antes de volver a probar suerte en Clacton.

"La realidad es que estamos sufriendo"

En 2016, la ciudad del condado de Essex fue también noticia por ser un territorio Brexit. Casi tres de cada cuatro electores de la circunscripción votaron a favor de la salida de la Unión Europea. El 73% de los votantes, y Matthew era uno de ellos: "Tenía la sensación de que en la Unión Europea no había controles democráticos suficientes. En el Parlamento Europeo se adoptaba mucha legislación sobre la que no podíamos decir nada. Creía que salir era la decisión adecuada, que no podíamos cambiar nada desde dentro", asegura cinco años después de abandonar realmente la UE.

Matthew, arrepentido de haber votado a favor del Brexit, delante del Pier de Clacton-on-Sea

Matthew, arrepentido de haber votado a favor del Brexit, delante del Pier de Clacton-on-Sea RNE / Guillaume Bontoux

El 31 de enero de 2020, Matthew celebró el Independence Day, la salida oficial del Reino Unido de la Unión Europea. "Fue una noche de fiesta, con mucha gente bebiendo", recuerda sonriendo. Sin embargo, cinco años después reconoce que el Brexit no salió como pensaba: "Se hicieron grandes promesas, se decía que estaríamos mejor a nivel económico, pero la realidad es que estamos sufriendo desde que hemos salido", considera. El joven también admite que, aunque todavía hay cosas de la Unión que no le gustan, "habría sido mejor quedarse", reconoce entre risas y añade que ha cambiado de opinión: "Necesitamos un nuevo referéndum y en este caso votaría volver".

El desencanto con el Brexit no es un fenómeno aislado entre los ciudadanos británicos. Al contrario, la tendencia se ha ido afianzando en los sondeos en los últimos años. En una investigación del instituto Ipsos el año pasado, seis de cada diez entrevistados consideraban que el Brexit fue un error, y solo el 13% lo veía como un éxito. El 70% aseguraba que la salida había dañado la economía.

"La gente reconoce que se gestionó mal", explica a Radio Nacional Peter Foster, editor responsable de políticas públicas en el Financial Times que ha seguido todo el proceso del Brexit y es autor de un libro referencia sobre el tema. Foster añade, sin embargo, un matiz a la decepción de los británicos: "Una vez que les preguntas si quieren volver a la libertad de movimiento, si quieren que vuelvan las regulaciones desde Bruselas, entonces las respuestas varían mucho". "El hecho de que el Brexit haya ido mal no ha convertido de pronto a los británicos en unos enamorados de Europa", aclara.

"No fue mala idea, pero se hizo mal"

Entre los partidarios de la salida hay muchos que no reniegan del Brexit, sino que discrepan sobre cómo se llevó a cabo. "No creo que fuera una mala idea, simplemente no se hizo de forma correcta", explica Michael en el paseo marítimo de Clacton-on-Sea. Cartero jubilado, votó leave en el referéndum de 2016 por la inmigración. El Brexit, decían sus promotores, iba a permitir el Take back control, recuperar el control, empezando por el de las fronteras. Cinco años después de la salida oficial, los niveles netos de inmigración marcan récords, con un aumento también de la llegada de migrantes por el canal de la Mancha.

Michael, votante del 'leave', acompañado de su pareja Keyna en Clacton-on-Sea

Michael, votante del 'leave', acompañado de su pareja Keyna en Clacton-on-Sea RNE / Guillaume Bontoux

Los conservadores, en el poder entre 2010 y 2024, nos mintieron. Es la peor cosa que nos ha podido pasar”, se queja Michael bajo la mirada risueña de su pareja que había votado remain. El jubilado reconoce que el Reino Unido "no está mejor ahora que antes del Brexit". "Volvería a respaldarlo probablemente, aunque ahora mismo sería igualado a la mitad. Lo que exigiría es que los políticos nos dijesen la verdad", razona.

Para Sandra, la duda no existe. Votó salir de la Unión en 2016 y lo volvería a hacer: "Estamos mejor fuera. No tenemos a Bruselas gobernando por nosotros", opina.

Salón de juegos de Clacton-on-Sea

Salón de juegos de Clacton-on-Sea RNE / Guillaume Bontoux

Con 60 años, Sandra es responsable de Recursos Humanos en una empresa de distribución de Clacton-on-Sea. “Nos tuvimos que adaptar a los cambios”. “Es verdad que los precios aumentaron, pero lo habrían hecho de todas formas”, considera. Los problemas, para su marido, John, ya jubilado, son más acuciantes en el Reino Unido porque "los países de la Unión Europea quieren vengarse de nosotros por haber salido", argumenta. Ambos se muestran confiados en el futuro: "Vamos a ir a mejor. Estamos recuperando nuestra autonomía", asegura Sandra.

Farage, el "Mr. Brexit" como diputado

Sandra, John, Michael y Matthew no solo tienen en común haber votado leave en el referéndum. Su elección también coincidió en los últimos comicios generales, en julio del año pasado. Los cuatro apoyaron a Nigel Farage. Exlíder del UKIP, el partido partidario del Brexit, y nuevo responsable de Reform UK, la formación de extrema derecha en auge en el Reino Unido, se convirtió entonces en diputado de Clacton-on-Sea. Mientras los conservadores salían escaldados de las urnas y del poder, en parte por su pésima gestión del Brexit, Farage logró más del 46% de las papeletas en la circunscripción, inmune a las consecuencias electorales de la tormenta que ayudó a desatar.

Nigel Farage durante un discurso tras ganar su asiento en la Cámara de los Cómunes

Nigel Farage durante un discurso tras ganar su asiento en la Cámara de los Cómunes

"Farage sabe hablar a la gente. Es auténtico", defiende Sandra. Matthew, a pesar de su decepción con el Brexit y "de no compartir muchas de las ideas de Farage", le reconoce el "mérito" de haber puesto Clacton-on-Sea en el mapa. Incluso Martin, remainer, entiende por qué sus vecinos lo han apoyado: "Farage se ha convertido en un símbolo. Sobre el Brexit tenía un mensaje claro y nunca cambió. Los demás, como Boris Johnson o Theresa May, lo abrazaron por oportunismo político". Por eso, añade Martin, "sus electores lo valoran a pesar de que el Brexit no haya salido bien".

No todos en Clacton-on-Sea coinciden con este análisis. Paul, con 80 años, no oculta su enfado con Farage y lo que llama "el desastre del Brexit": "No ha traído nada bueno, absolutamente nada bueno", se queja con vehemencia: "Muchas medicinas ya no llegan. Todo ha ido mal en este país desde la salida", asegura. Paul sigue su camino en el paseo marítimo, no sin maldecir antes a sus "vecinos cabrones" por haber premiado a uno de los mayores ideólogos de la salida de la Unión Europea, a pesar de que "nada ha mejorado desde entonces en Clacton-on-Sea", lamenta.