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Problemas de atención o irritabilidad: así puede afectar el calor a la salud mental de los adolescentes

  • Un estudio de ISGlobal de Barcelona analiza cómo afecta una larga exposición a altas y bajas temperaturas
  • El frío provoca mayores problemas de ansiedad y depresión. Algunos expertos advierten de "limitaciones" de la investigación

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Jóvenes hacen frente al calor en Oporto (Portugal), en una imagen de archivo
Jóvenes hacen frente al calor en Oporto (Portugal), en una imagen de archivo EFE/EPA/JOSE COELHO

Una larga exposición al calor o al frío puede alterar la salud mental de los adolescentes, según ha hallado un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). El análisis, desarrollado a partir de los casos de 5.000 jóvenes, 3.934 en Países Bajos y 885 en España, muestra diferentes síntomas psiquiátricos según si se enfrentan a altas o bajas temperaturas.

Los adolescentes españoles estuvieron expuestos a una temperatura media de 21,7 °C durante dos meses, periodo tras el cual se observó un mayor dificultad para la atención y un incremento de problemas de "exteriorización" como la irritabilidad. Esto se explica porque las altas temperaturas pueden aumentar las hormonas del estrés (cortisol) y los marcadores de inflamación, al tiempo que dificultan la refrigeración y la oxigenación del cerebro, lo que influye en la concentración y una mayor irascibilidad.

Además, las altas temperaturas nocturnas también pueden interferir en el sueño, lo que empeora aún más los problemas de atención, según el estudio, publicado este martes en la revista JAMA Network Open. Los investigadores analizan datos de dos grandes cohortes de nacimiento europeas: el estudio Generation R en Rotterdam, Países Bajos, y el Proyecto INMA en España (Guipúzcoa, Sabadell y Valencia).

El frío, detrás de problemas de ansiedad y depresión

En cuanto a la cohorte neerlandesa, los autores de este artículo concluyen que una exposición de dos meses a temperaturas en torno a los 5,5 °C está detrás de un aumento de problemas de "interiorización", como la ansiedad y los síntomas depresivos. Las bajas temperaturas desencadenan "respuestas termorreguladoras", como la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), lo que puede alterar la temperatura corporal normal y la función cerebral, provocando estos síntomas.

Para que aparezcan estos síntomas, apunta el estudio, los adolescentes tienen que estar expuestos al frío o al calor durante un periodo de tiempo largo. "El hecho de no detectar ninguna asociación con el frío en los adolescentes de España ni con el calor en los participantes de Países Bajos podría sugerir que se requiere una exposición prolongada a temperaturas extremas para evidenciar estos efectos", explica Mònica Guxens, profesora de investigación de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en ISGlobal y autora principal del estudio.

Alberto Ortiz Lobo, doctor en Medicina y psiquiatra del Hospital de Día Carlos III - Hospital Universitario La Paz de Madrid, extrae otra lectura de estos datos. "El frío no se asoció significativamente a problemas de internalización ni influyó en la salud mental de los adolescentes españoles, ni tampoco la exposición al calor en los holandeses", señala en declaraciones a Science Media Centre España (SMC), de lo cual deduce: "Cabe pensar si las variaciones en la expresión del malestar de los adolescentes están más condicionadas por variables culturales, sociales o educativas".

Síntomas psiquiátricos como estos afectan a aproximadamente uno de cada siete adolescentes de entre 10 y 19 años en todo el mundo, advierten los investigadores. Y el cambio climático, con su consiguiente incremento de temperaturas extremas, puede exacerbar estos trastornos, sobre todo en poblaciones vulnerables como los adolescentes.

"Limitaciones importantes" en el estudio

A pesar de que el estudio tiene una "metodología sólida", presenta algunas "limitaciones importantes", advierte Giovanna Fico, médica adjunta de Psiquiatría e investigadora posdoctoral en la Unidad de Trastornos Bipolares y Depresivos del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, en declaraciones a SMC España.

Un aspecto clave es que "no se consideró como variable la presencia previa de problemas de salud mental", apunta, lo que podría influir en gran medida en los resultados. Además, "la influencia de factores genéticos en la susceptibilidad a ciertos síntomas psiquiátricos podría desempeñar un papel crucial", añade.

Por su parte, el médico Alberto Ortiz destaca que "la medición de la temperatura en la investigación se realizó en el exterior", sin tener en cuenta "las condiciones de las viviendas (aislamiento, aire acondicionado, calefacción) y de los colegios", que "son definitivas para amortiguar el impacto térmico en el bienestar emocional y físico de las personas".

En todo caso, señala Fico, los hallazgos "son consistentes con investigaciones previas realizadas en población general, que han demostrado que la exposición a temperaturas extremas incrementa los ingresos hospitalarios en psiquiatría, el comportamiento suicida y la mortalidad asociada a trastornos mentales".

Cita, por ejemplo, un estudio del año pasado liderado por el equipo del Clínic Barcelona-IDIBAPS, en el que se relacionaba cada vez más altas temperaturas con un incremento de un 5% en los casos de suicidio, un aumento que podría llegar al 7% en 2050.