El BCE comienza 2025 con un nuevo recorte en los tipos de interés de 25 puntos básicos hasta el 2,75%
- La tasa ya se sitúa en su nivel más bajo desde febrero de 2023, tras la cuarto rebaja de tipos consecutiva
- La atención se centra ahora en recuperar el crecimiento económico en la eurozona, en pleno estancamiento
El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido el guion previsto y ha vuelto a recortar los tipos de interés, una vez que la inflación está prácticamente controlada. La atención se centra ahora en recuperar el crecimiento económico en la eurozona y, con este objetivo, ha efectuado su cuarta rebaja consecutiva en el precio del dinero de 25 puntos básicos, hasta situarlos en el 2,75%, con el fin de dar oxígeno a una economía debilitada.
Es la primera vez que el Consejo de Gobierno del supervisor se reúne en 2025 y la primera también que toma decisiones en un contexto marcado por la amenaza de aranceles de la Administración Trump sobre las exportaciones europeas.
Tras esta nueva rebaja en el precio del dinero, la tasa de depósito —que remunera el exceso de reservas a un día y que el organismo utiliza como referencia— se sitúa en el 2,75%; las operaciones principales de financiación (OPF) —las inyecciones semanales de crédito— caen al 2,9% y la facilidad de crédito —la que presta a los bancos a un día—, al 3,15%.
Cabe recordar que el precio del dinero inició 2024 en el 4,5% y en junio comenzó una senda a la baja que, según los analistas, continuará en los próximos meses. No obstante, desde el organismo insisten: las decisiones se tomarán "reunión a reunión" y atendiendo a los datos.
A su vez, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles mantener los tipos de interés en su rango actual, entre el 4,25% y el 4,5%. Se trata de la primera decisión tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El crecimiento económico, en el punto de mira
La decisión del BCE llega en un escenario donde la inflación en la zona euro se encuentra en niveles cercanos al objetivo del 2%. En diciembre repuntó dos décimas, hasta el 2,4%, en la línea de lo previsto por el supervisor, que ya había advertido de una posible subida de la inflación al finalizar el año.
En opinión del supervisor, el proceso de desinflación sigue avanzando conforme a sus proyecciones y, probablemente, retornará al objetivo a medio plazo a lo largo de este año. Además, la mayoría de los indicadores de la variable subyacente sugieren que esta se estabilizará en torno al objetivo de forma "sostenida".
Aún así, ha asegurado que la inflación interna sigue siendo "elevada" porque los salarios y precios en algunos sectores aún están ajustándose a la anterior escalada inflacionista con un "retraso considerable". No obstante, el crecimiento de las nóminas se está moderando y los beneficios empresariales están amortiguando "parcialmente" el impacto sobre la inflación.
La atención está en el producto interior bruto (PIB), que se estancó en el cuarto trimestre, con Irlanda (-1,3%), Alemania (-0,2%), Francia (-0,1%) e Italia y Austria (0% en ambos casos) como las economías más rezagadas. En el caso de España, la subida se situó a la cabeza de las principales economías del bloque con un repunte del 0,8%.
Y las previsiones no son optimistas. Según el BCE, la economía de la eurozona cerrará 2024 con un avance del PIB del 0,7%, cuatro veces menos que el registrado por España, lo que obliga al organismo a tomar medidas cuando antes. La propia Lagarde ha reconocido que la economía de la eurozona "seguirá siendo débil" en el futuro próximo.
El impacto de aranceles a las exportaciones europeas
A esto se suma el impacto de las amenazas arancelarias lanzadas por el presidente estadounidense, Donald Trump. La propia Lagarde dijo durante su intervención en el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), que se celebra cada año en Davos (Suiza), que Europa se enfrenta a una amenaza existencial, que puede verse agravada por la postura del presidente estadounidense.
Ante este contexto, instó a los líderes políticos, las empresas y los legisladores a "ponerse manos a la obra" para convertirse en un auténtico mercado único. Y abogó por que las relaciones comerciales se organicen en "un marco de confianza", con reglas y en el que no se ignoren las instituciones.