La ley israelí veta a la UNRWA en Palestina cuando más se la necesita: "Si nos vamos de Gaza, ¿qué pasará?"
- Este jueves entra en vigor la ley de Israel que prohíbe la actividad de la UNWRA en todos los territorios palestinos
- La UNRWA es la única agencia de Naciones Unidas con capacidad de reconstruir los territorios palestinos
Ese jueves entran en vigor dos leyes por las que Israel prohíbe toda actividad de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA) en Jerusalén Este ocupado, en Cisjordania y en Gaza. Las normas se materializan tras la luz verde de la Knéset (la Cámara Baja israelí) hace 90 días. Una medida que contó con 92 votos a favor de los 120 diputados. Solo 10 votaron en contra. La decisión pone en jaque la supervivencia de los palestinos y contradice la Convención General sobre Privilegios e Inmunidades de las Naciones Unidas que todos los Estados miembros de la ONU tienen que respetar, incluido Israel.
"De conformidad con la legislación israelí aplicable, la UNRWA debe cesar sus operaciones en Jerusalén y evacuar todos los edificios que utiliza en la ciudad a más tardar el 30 de enero", advertía el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, en una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, el pasado 24 de enero. El gabinete de Benjamín Netanyahu acusa a la agencia de tener a trabajadores infiltrados en la organización de Hamás y de haber participado en los atentados del 7 de octubre de 2023. Un informe de Naciones Unidas publicado en abril recomendó a la agencia mejorar su neutralidad; sin embargo, aseguró que Tel Aviv no había aportado pruebas que demuestren los presuntos vínculos entre empleados humanitarios y la milicia palestina.
"Los bienes y activos de la UNRWA, incluidos los de Jerusalén Este, son inmunes a registros, requisas, confiscaciones, expropiaciones y cualquier otra forma de interferencia", denunciaba en un comunicado la organización. Las consecuencias de esta decisión marcan un hito sin precedentes y tendrán unas consecuencias "catastróficas" para la población palestina. La UNRWA nació en 1967 con el mandato de proporcionar alivio, desarrollo humano y brindar de protección a la población refugiada de Palestina en Jordania, Líbano, Siria, Franja de Gaza, Cisjordania, incluida Jerusalén Este.
"Somos un 'paragobierno'"
Netanyahu aún no se ha pronunciado sobre cómo y cuándo se van a implementar estas leyes en el enclave palestino, convertido en un mar de escombros tras 15 meses de lluvia de proyectiles y bombas. Se trata de una de las zonas con mayor densidad de población del planeta, con 5.900 habitantes por kilómetro cuadrado. El enclave palestino antes de la reciente ofensiva israelí había sido cercado por tierra, mar y aire. Además, la población ha vivido bajo la amenaza de los picos de violencia y dependiendo mucho de la ayuda humanitaria. La UNRWA se creó para mitigar la desazón de las personas refugiadas. "Se nos pidió proveer directamente de servicios como la educación, la sanidad y servicios sociales. A diferencia de otras agencias que refuerzan carencias de los distintos ministerios, nosotros funcionamos directamente como tal", explica Unai Sacona, director adjunto de Educación para toda la UNRWA, en una entrevista con RTVE.es desde Jerusalén. "Somos un 'paragobierno'", alega Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA Comité Español, en conversación con RTVE.es.
"Hasta ahora, todas las agencias de Naciones Unidas han confirmado que no pueden sustituir a la UNRWA en educación y salud, porque no tienen ni la capacidad, ni la experiencia, ni los medios", explica Martí. Además, son los únicos preparados para reconstruir la Franja. "La población va a depender muchísimos años más de la ayuda de la UNRWA. La reconstrucción puede tardar 14 o 20 años. Recuperar la economía local también llevará su tiempo. Necesitarán que sigamos distribuyendo alimentos y asistencia en efectivo", afirma. Sus programas abarcan desde proyectos dirigidos a personas con discapacidad visual hasta otros de protección y prevención de violencia de género.
La guerra ha paralizado la vida de la población. Al menos 1,9 millones de personas, que representan alrededor el 90% de la población, han sido desplazadas en los últimos 15 meses. Desde el pasado 19 de enero, día que entró en vigor el alto el fuego, intentan volver a sus casas. Hamás ha cifrado en "más de 300.000″ los palestinos que han regresado al norte de la Franja de Gaza, después de que las tropas israelíes hayan permitido el tránsito a los desplazados que huyeron debido a la ofensiva israelí. Muchas familias se han visto obligadas a desplazarse hasta más de 10 veces. Ahora vuelven a sus hogares de los cuales, según estima la ONU, un 90% han quedado destruidos.
La única agencia con capacidad de construir Gaza
"No hay edificio que no haya sido impactado y que no tenga un agujero de bala o de cañón", explica Unai Sacona, quien ha estado durante varias ocasiones en Gaza, la última vez en este mes de enero. Se le hace difícil creer en las estimaciones para la construcción de Gaza. "Puede llevar 100 años", zanja. Todo dependerá de la solución política que se alcance. Según una evaluación preliminar, los escombros generados por la violencia ascienden a 50.773.496 toneladas. Recuerda que debajo del mar de escombros aún hay muchos artefactos sin explotar. "Muchas bombas han hecho cráteres que iban dirigidas a los túneles y esto ha tenido un impacto directo en el sistema de tuberías, el sistema eléctrico y el clima mediterráneo de Gaza también es otro factor a tener en cuenta a la hora de construir", añade Sacona.
En estos 15 meses de conflicto, la UNRWA ha vuelto a lucir músculo en su capacidad para gestionar la emergencia humanitaria en el enclave palestino. En total cuentan con 13.000 trabajadores humanitarios y una infraestructura de escuelas, centros de salud y oficinas de distribución humanitaria. Son los que pueden gestionar el combustible y cuentan con una red significativa de camiones. Todo esto en un territorio considerado como el lugar más peligroso para el personal humanitario. Desde octubre de 2023, 272 trabajadores y trabajadoras de la UNRWA en Gaza han sido asesinados.
El 95,2% de las escuelas están dañadas
Antes de la reanudación del conflicto en el enclave palestino, más de 625.000 estudiantes y 22.000 profesores asistían a las 815 escuelas en la Franja de Gaza, que operaban en 564 edificios. La lluvia de proyectiles ha provocado que el 95,2% de las escuelas en Gaza hayan sufrido algún tipo de daño en sus instalaciones. Casi el 88% de los centros educativos en Gaza (496 de 564) necesitarán una reconstrucción completa o una rehabilitación para poder ser funcionales de nuevo.
La organización contaba con 288 escuelas. "No hay ninguna agencia de la ONU que cuente con sus propias escuelas", detalla el director de educación en un intento de explicar la excepcionalidad de la UNRWA. Estos centros son como campus que cuentan con varios edificios y que atendían a 300.000 niños y niñas y adolescentes. "Yo en Gaza tengo a 10.000 profesores a los cuales pago todos los meses. Desde la persona que me abre la puerta hasta el director de los servicios educativos. Tenemos un ecosistema y una capacidad que nadie tiene", argumenta Unai Sacona.
"Todos nuestros centros han sido impactados en algún momento de la tregua", añade. Recuerda que 45 de las escuelas de la UNRWA fueron designadas refugios públicos, espacios seguros, en caso de guerra. La dimensión de la violencia les ha obligado a abrir las puertas de todas las escuelas para la acogida de desplazados internos. "En estos refugios hay agua, placas solares y ciertos suministros, pero sobre todo son edificios protegidos por el derecho internacional. Son edificios de la ONU. No pueden ser atacados ni utilizados como bases militares o centros de operaciones. Y ninguna de las partes lo ha respetado", añade. El 61,2% de los edificios usados como refugios por los desplazados han sido atacados.
Un tercio de todos los centros educativos que han recibido algún ataque directo desde octubre de 2023 están gestionados por Naciones Unidas a través de la UNRWA. El 70,2% de los edificios escolares han recibido un impacto directo durante la ofensiva de Israel contra Hamás. En el caso de los centros escolares dependientes de la UNRWA, el porcentaje es similar, del 69%. En el caso de los centros educativos dependientes del gobierno de la Franja, controlado por Hamás, el 72% de los edificios ha recibido algún ataque directo. Además, brindan apoyo psicosocial a la población. En 15 meses de guerra, calculan que alrededor de 730.000 personas desplazadas, incluidos más de 520.000 niños y niñas, se han beneficiado de sesiones de apoyo psicosocial. "Nosotros reconocemos que no estamos haciendo nada nuevo, estamos intentando mitigar una situación, ayudarles a los niños a manejar psicológicamente un poco lo que está pasando", concluye el director de Educación.
"Al fin podemos trasladar la ayuda humanitaria"
La Sanidad será otro de los grandes desafíos. Solo la mitad de los hospitales en Gaza están parcialmente operativos y casi todos están dañados o parcialmente destruidos. Naciones Unidas calcula que solo el 38% de los centros sanitarios funcionan y se estima que el 25% de los heridos, unas 30.000 personas, sufren lesiones que les cambiará la vida y necesitarán rehabilitación continua. La agencia cuenta con tres centros de salud y 52 puntos médicos en toda la Franja y ofrecen miles de consultas diarias. Sus profesionales médicos han administrado más de 240.000 vacunas rutinarias a niños y niñas. Solo el día de la entrada en vigor del alto el fuego del alto, el pasado 19 de enero, atendió 1.095 casos posparto y embarazos de alto riesgo.
La llegada de la tregua también ha permitido la entrada de al menos 600 camiones diarios. Las organizaciones trabajan con más seguridad y pueden trasladar la ayuda humanitaria a más lugares. "Al fin podemos trasladar la ayuda humanitaria a nuestros almacenes y de ahí repartirla. Está entrando mucha ayuda humanitaria y esto nos ayudará a reducir los niveles de desnutrición y el hambre en Gaza", aplaude Raquel Martí. En los últimos cinco días, los profesionales de la UNRWA han introducido alimentos para un millón de personas. Además, están introduciendo mucha harina y han comenzado la rehabilitación de las panaderías. "Necesitamos más tiempo y que entre la mayor cantidad de camiones. Hay prioridades en todos los frentes", explica.
Una decisión sin precedentes
La rehabilitación de Gaza necesita aún dos elementos en Gaza. Lo más prioritario es que el alto el fuego sea duradero y dejar a la agencia -que lleva 75 años trabajando para las personas refugiadas de Palestina- que siga brindando servicios básicos como la educación y la sanidad. "Si nos vamos de Gaza, ¿qué pasará?", asegura directora ejecutiva de UNRWA Comité Español.
"Tenemos la capacidad y el personal cualificado. Tenemos los almacenes, tenemos los vehículos, tenemos los camiones, el respeto de la comunidad", dice Unai Sacona, quien destaca que el suyo es un mandato de la Asamblea General de Naciones Unidas. Solo se pueden prescindir de la UNRWA, coinciden, si hay una solución justa y duradera al conflicto. "Nos encantaría hacer una trasferencia a las autoridades palestinas y que provea de los servicios", dice. Además, recuerdan que su organización simboliza los derechos de la población refugiada que más años lleva con este estatus. Pero en este momento se les necesita más que nunca y prohibir su presencia sobre el terreno, sería una "tragedia".
En estos momentos, no saben lo que va a pasar y mientras se ha hecho una consulta y se ha votado en la Asamblea General de Naciones Unidas para pedir una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia sobre la legalidad de estas leyes israelíes. "Es la primera vez en la historia de Naciones Unidas que, de forma unilateral, un gobierno decide impedir el mandato de una agencia de Naciones Unidas", denuncia Raquel Martí. "El objetivo final de Israel es acabar con cualquier proceso de paz en la región, acabar con la autodeterminación del pueblo palestino, intentar que no haya una solución definitiva para la población palestina", concluye.