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El M23 toma la ciudad de Bukavu y su aeropuerto, en Kivu Sur, mientras el presidente congolés busca apoyo en Occidente

  • Tshisekedi pide que Ruanda entre en la "lista negra" y denuncia las "ambiciones expansionistas" del país
  • ACNUR alerta de los cientos de miles de desplazados que la ofensiva está dejando, muchos de ellos pacientes con mpox

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El enfrentamiento entre el M23 y el Ejército del Congo ha desatado un conflicto regional
Soldados del Ejército del Congo sentados en la parte superior de un camión que circula por las calles de Bukavu, capital de Kivu del Sur Amani Alimasi / AFP

El grupo armado M23 ha asegurado que sus soldados han tomado el control de la estratégica ciudad de Bukavu, la capital de Kivu Sur y la ciudad más grande de la región después de Goma, así como su aeropuerto.

Los rebeldes del M23 han estado intentando avanzar hacia el sur desde que tomaron Goma, la capital de Kivu Norte, a finales del mes pasado. Según fuentes humanitarias y de seguridad, los rebeldes han entrado en la ciudad con poca resistencia por parte de las Fuerzas Armadas congoleñas. La toma de Bukavu representa una expansión sin precedentes del territorio bajo control del M23 y un nuevo golpe a la autoridad de Kinsasa en el este.

Dos personas que trabajan en el aeropuerto, utilizado principalmente para vuelos de ONG y militares, han asegurado este viernes que efectivamente había sido cerrado. Las fuerzas congoleñas ya habían retirado equipos, incluidos drones y aviones militares.

Un portavoz de la alianza rebelde que incluye al M23 ha señalado en una publicación en X que los rebeldes tenían el control del aeropuerto y las áreas circundantes.

Piden que Ruanda entre en la "lista negra"

El presidente congolés, Félix Tshisekedi, busca apoyo internacional para poner fin a la crisis. Este viernes ha denunciado durante un discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich las "ambiciones expansionistas" de Ruanda en el este del Congo y ha pedido "poner en la lista negra al verdadero responsable de esta situación: Ruanda".

"Ya no toleramos que nuestros recursos estratégicos sean saqueados en beneficio de intereses extranjeros bajo la mirada cómplice de quienes se alimentan del caos", ha sentenciado, a la vez que ha cuestionado la inacción de la Comunidad Internacional.

Tshisekedi ha señalado que en este "conflicto latente desde hace treinta años", la RDC le sirve a Ruanda de "campo de batalla para las ambiciones depredadoras de algunos de nuestros vecinos".

Mpox y cientos de miles de desplazados

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado este viernes que decenas de pacientes con mpox que estaban siendo tratados de forma aislada en un hospital de Goma tuvieron que huir de los combates en el este del Congo.

La organización ha afirmado que hasta el 2 de febrero se habían confirmado en laboratorio 1.348 casos de esta enfermedad en RDC este año, sin que se hubiera informado de ninguna muerte hasta el momento.

Amnistía Internacional advierte de la grave crisis humanitaria en el Congo

El portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, ha señalado que "la República Democrática del Congo es el país más afectado por esta dolencia" y ha subrayado que la región de los Kivus era el epicentro de un brote de la variante mortal 1b del mpox, que apareció por primera vez en Kivu del Sur en 2023.

La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) ha expresado su preocupación por la situación "en rápido deterioro". "La crisis se está agravando porque la gente huye a zonas donde la ayuda humanitaria no puede llegar debido a la inseguridad", ha señalado el portavoz del ACNUR, Eujin Byun y ha asegurado que muchos refugios de emergencia y campos de refugiados habían sido destruidos durante la ofensiva del M23, dejando a unas 350.000 personas desplazadas sin techo.

"Los intensos bombardeos de artillería y los saqueos han destruido 70.000 refugios de emergencia en los alrededores de Goma y Minova, en las provincias de Kivu Norte y Sur. Cientos de miles de personas desplazadas se han refugiado en iglesias, escuelas y hospitales superpoblados", ha señalado el portavoz del ACNUR, Eujin Byun.