Síndrome del trabajador quemado: claves para detectar un estado de estrés cada vez más frecuente
- ¿En qué consiste el burnout o síndrome o trabajador quemado? ¿Cuáles son sus síntomas y cómo podemos evitarlos?
- La psicóloga Henar Vera, autora de Trabajo en llamas, acude a Economía de bolsillo para darnos todas las claves de esta enfermadad profesional


En una sociedad como la actual, donde la velocidad y la inmediatez marcan nuestro día a día, pararse a reflexionar y dar espacio a la desconexión se presenta como una tarea necesaria, no solo para mejorar nuestra productividad, sino también para cuidar nuestra salud física y mental. La psicóloga Henar Vera analiza esta realidad en su libro Trabajar en llamas, el cual ha desgranado en su visita a Economía de bolsillo.
"Estamos viviendo en la sociedad de la productividad, de la rapidez, y esto nos está llevando a este agotamiento y este burnout, este síndrome del trabajador quemado", cuenta la psicóloga, quien piensa que hemos normalizado vivir en una situación de altísimo estrés durante demasiado tiempo. Además, según la experta "lo que ocurre es que cuando nuestro trabajo fracasa, asociamos ese fracaso a nuestra identidad y a nuestro propio ser, y esto es un problema", sentencia.
¿Qué es el síndrome del trabajador quemado?
Según la Organización Mundial de la Salud, el síndrome del trabajador quemado es un "estado de estrés laboral crónico". De hecho, la organización lo ha reconocido como una enfermedad profesional, incluyéndolo entre los problemas principales de salud mental en su Clasificación Internacional de Enfermedades.
Frente a la definición proporcionada por la OMS, Henar afirma no estar de acuerdo con un matiz, el que hace referencia al contexto laboral. "Parece que esa gestión se la estamos echando en cierta medida al trabajador y, desde mi punto de vista, no es del todo correcto. Es verdad que hay una serie de actuaciones que puede tener la persona, pero el sistema también puede estar en llamas. Entonces eso es lo que puede provocar que el trabajador precisamente se encuentre en esa situación", argumenta la experta.
Claves para detectarlo
Preguntada por las señales de alarma a las que debemos estar atentos para saber si 'nos hemos empezado a quemar', la psicóloga destaca tres síntomas principales: "El primero es el agotamiento [...] Es un cansancio como mucho más interno, más emocional, que va mucho más allá de lo físico".
El segundo síntoma responde al distanciamiento del resto de compañeros de trabajo. "Es una sensación que nosotros oficialmente llamamos despersonalización, llegando incluso a la irritabilidad —explica—. En este proceso, puede que incluso nos mostremos como más irónicos", añade.
La tercera y última señal sería una sensación de ineficacia. En esta fase, cuenta Henar, comenzaría el denominado síndrome del impostor, llegando incluso a tener una afectación de la autoestima y empezando a dudar de uno mismo. "Es como el síntoma de mayor profundidad", concluye.
Cómo actuar ante las señales
Ante la primera señal de este síndrome, la psicóloga enumera una serie de recomendaciones que podrían combatir el agotamiento. "Lo primero, descansar, cuidarnos, cuidar nuestra alimentación, hacer deporte, salir a la naturaleza, que nos dé el sol, dormir, respirar, echar tiempo con nuestros amigos".
Por otro lado, detectados los otros dos síntomas —distanciamiento e ineficacia— la experta defiende la importancia de ponerse límites. Se trata de establecer límites al trabajo "para tener esos espacios para cuidarnos, esos espacios de autocuidado, pero también nos tenemos que poner límites a nosotros mismos, porque muchas veces somos nuestro peor enemigo y empezamos con algunas de las sensaciones más frecuentes, que son la culpa y la vergüenza".
Y ¿en caso de no poder uno solo? La psicóloga recomienda buscar una ayuda profesional que nos acompañe en ese camino para entender bien cuáles son las causas de eso que estamos sintiendo y a partir de ahí ejecutar. En su libro Trabajar en llamas, Henar emplea una metáfora para abordar este momento, la del extintor con los ingredientes necesarios para salir de esa situación. "Del burnout se puede salir reforzado, con las cosas muchísimo más claras y siendo una persona muchísimo más desarrollada y mucho más fuerte", concluye la experta.