Montañas de termitas o presas de castores: un estudio revela el impacto de los animales como arquitectos de la Tierra
- La capacidad para transformar la superficie terrestre de los animales es equivalente a la de grandes inundaciones
- "El papel de los animales en la configuración de los paisajes de la Tierra es mucho más importante de lo que se creía", señalan


Los animales no son solo habitantes del mundo natural, sino también sus arquitectos. Ya se conocía cómo muchas especies, como los castores con sus presas o las termitas con sus grandes termiteros, modificaban los ecosistemas que habitaban, pero el primer estudio global al respecto muestra que su impacto es aún mayor del que se pensaba.
El análisis, liderado por la Universidad Queen Mary de Londres y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), identifica 603 especies, géneros o familias que influyen en los procesos de la superficie terrestre.
Desde las diminutas hormigas que modifican la estructura del suelo hasta los salmones, que remodelan los lechos de los ríos por los que nadan, pasando por los hipopótamos que crean sistemas de drenaje, el estudio pone de relieve la diversidad y la escala del impacto de los animales en todos los ecosistemas terrestres y de agua dulce.
Montículos creados por la hormiga 'Lasius flavus' en Hertfordshire, Reino Unido Gemma Harvey / Queen Mary University of London
En algunos casos, el impacto es visible hasta del espacio, como ocurre con las redes de montículos creados por las termitas, que en Brasil abarcan miles de kilómetros cuadrados. En cuanto a los castores, estos son capaces de crear incluso nuevos humedales.
La energía colectiva que desatan estos "ingenieros naturales" modificando la superficie del planeta se eleva a 76.000 gigajulios al año, el equivalente a cientos de miles de grandes inundaciones.
Unos procesos "cruciales" en riesgo por la pérdida de biodiversidad
"Esta investigación demuestra que el papel de los animales en la configuración de los paisajes de la Tierra es mucho más importante de lo que se creía", ha asegurado Gemma Harvey, autora principal del artículo. "Estos diversos procesos naturales son cruciales y, sin embargo, corremos el riesgo de perderlos a medida que disminuye la biodiversidad", ha añadido.
El mundo se enfrenta a la sexta extinción masiva, la primera causada por el ser humano: el mundo ha perdido un 73% de especies de mamíferos, aves, peces y anfibios en los últimos 50 años, según WWF.
Casi el 30% de las especies identificadas son raras, endémicas o amenazadas, lo que significa que se podrían perder los procesos geomórficos vitales que llevan a cabo antes incluso de que se comprenda toda su importancia. Esta pérdida podría tener profundas consecuencias para los ecosistemas y los paisajes que sustentan, alertan los autores del estudio.
Un humedal creado por castores euroasiáticos en la cuenca del río Otter, en Devon, Reino Unido Gemma Harvey / Queen Mary University of London
Más allá de ejemplos emblemáticos, como el de los castores, la investigación revela cientos de especies -incluidos insectos, mamíferos, peces, aves y reptiles- que dan forma a los paisajes de maneras "extraordinarias". También muestra la gran importancia de los ecosistemas de agua dulce: a pesar de cubrir solo el 2,4% de la superficie del planeta, estos hábitats albergan más de un tercio de estas extraordinarias especies.
El estudio proporciona un nuevo valor a los proyectos de renaturalización y de reintroducción de especies, como la reintroducción de castores para restaurar humedales, ya que los procesos naturales que llevan a cabo estos animales "pueden ayudar a combatir problemas ambientales como la erosión y las inundaciones".