Enlaces accesibilidad

Madrid Salud admite que las mascarillas de Medina y Luceño eran "extrañas" y "dudaron", pero dice que se repartieron

  • El jefe de Riesgos Laborales dice que alertó de que se rompían y no cumplían la normativa
  • Luceño y Medina se enfrentan respectivamente a 15 y 9 años de cárcel acusados de estafar al Ayuntamiento de Madrid

Por
Madrid Salud dice que las macarillas de Medina y Luceño eran "extrañas"
Luis Medina sale de la Audiencia Nacional para asistir como investigado al juicio por el 'caso mascarillas'. Antonio Gutiérrez / Europa Press

El gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto, ha reconocido que las mascarillas suministradas por Luis Medina y Alberto Luceño al Ayuntamiento de Madrid eran "extrañas", "diferentes" y "dudaron" de ellas, pero que se repartieron entre agentes de la Policía Municipal y bomberos.

Así lo ha explicado Prieto este viernes en el juicio contra ambos por presunta estafa al consistorio, tras venderle un millón de mascarillas KN95, unos 2,5 millones de pares de guantes y 250.000 test rápidos. Se les acusa de embolsarse una comisión de seis millones —del total de 12 millones que pagó el Ayuntamiento— con los que compraron bienes de lujo. Medina y Luceño se enfrentan por ello a 15 y 9 años de cárcel, respectivamente.

Preguntado sobre la calidad de las mascarillas, Prieto ha dicho que "nunca se hizo un análisis" sobre ello, porque "nadie" se lo pidió. Ha precisado, no obstante, que personalmente él quiso probarlas y por eso usó alguna, confirmando que "el sistema de enganche del pabellón auricular no era con una goma sino a través del mismo tejido, que era muy fácil de rasgar". "Si no tenías cuidado se podía romper. Era cuestión de tener cuidado al ajustarlas", ha añadido. Y, aunque, los papeles referentes a las mascarillas venían en chino, consideró que no era "imprescindible" que se tradujeran.

Si no tenías cuidado se podía romper

El precio de las mascarillas "iba subiendo cada día" en el mercado

Prieto ordenó hacer un informe, que luego envió a la responsable de compras municipal, Elena Collado, en el que solo se indicaba que la documentación de las mascarillas no era válida y que no tenían el marcado de la Comunidad Europea.

No se indicó si las mascarillas en sí eran válidas porque ese no era su cometido y dice desconocer cuál fue el criterio para repartirlas ya que eso no le correspondía. Un lote de guantes sí que se devolvió.

Sobre el precio, de más de seis euros por cada mascarilla, Prieto ha explicado que antes de la pandemia las mascarillas se compraban a 0,20 euros, "pero según pasa el tiempo subió a dos euros, a tres euros...". "El precio iba subiendo día a día, y yo en ese caso no tenía opinión... Me parecía que era como estaba el mercado", ha concluido.

"No se hizo nada" pese a las alertas

Esta quinta sesión del juicio, también ha contado con el testimonio del jefe de riesgos laborales del Ayuntamiento de Madrid, Mario Tabasco, que ha certificado la mala calidad del material y ha aseverado que "no se hizo nada" pese a las alertas contra la empresa que certificaba que cumplían con el marcado europeo.

Tabasco ha detallado que, en marzo de 2020, le llegaron varios correos con documentación de las mascarillas para que la analizara, indicando que venían en chino y con una certificación contra la que había una alerta por parte del Ministerio de Trabajo. Así que, ha relatado, avisó a Antonio Prieto de que había una alerta del Gobierno de Canadá contra las mascarillas de grafeno y otra en concreto del Ministerio de Trabajo contra la empresa que certificaba que esas mascarillas cumplían con la legislación europea al respecto.

"Nadie me dijo que hiciera nada", ha apuntado el testigo, quien ha añadido que no le consta que los cubrebocas pasaran algún análisis de laboratorio. Asimismo, ha señalado que cuando abrió una de las cajas comprobó que eran endebles y que se rompían con facilidad, extremo que trasladó en su informe a Madrid Salud.