'Nickel Boys', una arriesgada inmersión en el racismo en primera persona
- La película adapta la novela de Colson Whitehead, ganadora del Pulitzer en 2020, en planos subjetivos
- Está nominada a mejor película y mejor guion adaptado | Especial Oscar 2025


En el cine, el punto de vista lo es todo. Cada encuadre decidido por el director vale tanto por lo que muestra como por lo que oculta. En los últimos años, hemos visto películas como El hijo de Saúl o La zona de interés que usaban el fuera de campo para narrar el horror del Holocausto. Nickel Boys, dirigida por el debutante en el largometraje de ficción RaMell Ross se inclina por mostrar el racismo institucional en EE.UU. en la década de 1960 colocando la cámara en el lugar de los ojos de su pareja protagonista.
Nickel Boys adapta la novela del año 2020 Los chicos de la Nickel, que le valió a Colson Whitehead su segundo premio Pulitzer en 2020, tras conseguirlo por El ferrocarril subterráneo tres años antes. El material de la novela original podría haber dado como resultado un drama de denuncia del racismo más o menos convencional, como 12 años de esclavitud (producida, como esta, por Brad Pitt y su compañía Plan B). Sin embargo, Ross, con su arriesgada decisión de rodar casi toda la película en planos subjetivos, nos hace sentir en primera persona la injusticia de una manera más efectiva sin perder una mirada poética.
Ethan Herisse da vida al Elwood Curtis adolescente en la película MGM STUDIOS
La historia de Nickel boys se inspira en el caso real de la Arthur G. Dozier School for Boys, un reformatorio que estuvo operativo durante más de un siglo en Florida con un largo historial de abusos, torturas y hasta asesinatos de menores por parte del personal del centro. En la película vemos como Elwood Curtis, un adolescente negro con una carrera prometedora, acaba en la similar 'Academia Nickel para chicos', tras subir haciendo autoestop a un coche que no sabe que ha sido robado. A su llegada al centro ya se nos muestra la primera discriminación, hay un edificio para chicos blancos, con privilegios y mejores instalaciones, y otro para chicos de color.
Las primeras secuencias, si se puede hablar de secuencias en una película que es más bien una sucesión de estampas, nos muestran cómo el niño Elwood va descubriendo la vida mientras vive con su abuela y ve por televisión los discursos de Martin Luther King y los primeros logros en la carrera espacial estadounidense. El adolescente Elwood que llega a la Academia Nickel es un joven idealista que se hará amigo de Turner, un chico más pragmático y curtido en las calles.
A partir de ese encuentro, la narración alterna el punto de vista de Elwood y el de Turner para contar los abusos en una institución en la que ni siquiera se permiten las visitas de los familiares. Los actores Ethan Herisse y Brandon Wilson están espléndidos como esos chicos perdidos con caracteres muy diferentes. Pero quien despunta en sus escenas es Aunjanue Ellis-Taylor, que interpreta de una manera conmovedora y tierna a la abuela de Elwood.
Aunjanue Ellis-Taylor, a quien siempre vemos desde la perspectiva de los protagonistas MGM STUDIOS
Nickel Boys es una suerte de prodigio técnico por cómo ha sido rodada, pero no le beneficia el hecho de que no vaya a estrenarse en salas en España, sino a través de una plataforma de streaming. Una película como esta, de dos horas y veinte minutos de duración y con una buena cantidad de planos que se fijan en los detalles cotidianos y de la naturaleza, a lo Terrence Malick en El árbol de la vida y La delgada línea roja, requiere de una atención que no siempre es fácil de conseguir en el visionado casero con el móvil en la mano.
Al principio de la carrera por los Oscar, Nickel Boys sonaba para más nominaciones de las que finalmente ha conseguido: mejor película y mejor guion adaptado. En la categoría de mejor película nadie espera la sorpresa, pero en guion adaptado la pelea está más abierta con títulos como Cónclave, Emilia Pérez o A Complete Unknown. Coescrito por el director junto a Joslyn Barnes, el texto incluye ya todas las indicaciones de dónde se sitúa el punto de vista de la cámara y los insertos de material de archivo. Si tenéis curiosidad por la escritura de guiones, lo podéis descargar aquí.
Buena parte de la crítica en Estados Unidos echa en falta la nominación de RaMell Ross en la categoría de mejor director. No cabe duda de que Nickel Boys es una película con un fuerte toque de autor, que toma un camino valiente para llevar a la pantalla un texto difícil de adaptar por cierto giro que se produce en la novela y algunos saltos temporales. Ross, cuya única incursión en el largometraje era el documental sobre una comunidad negra de Alabama Hale County This Morning, This Evening muestra una voz propia, pero quizás no una asequible para el gran púbico.