Enlaces accesibilidad

'Nimue', la sorprendente versión de Aldara Prado de la Dama del Lago y los mitos artúricos

  • "Nimue me resultó fascinante, etérea, rebosante de potencial", asegura la dibujante
  • Más noticias sobre cómic e ilustración en El Cómic en RTVE.es

Por
Mujer con cabello blanco sumergida en agua oscura, rodeada de nenúfares.  Expresión seria, atmósfera misteriosa.
Detalle de la portada de 'Nimue' (Norma editorial)

Nimue, la Dama del Lago, es uno de los personajes más fascinantes de los mitos artúricos y de los más desconocidos, porque normalmente se reduce a una mano que sale del agua para darle Excalibur a Arturo o incluso es convertida en piedra para custodiar dicha espada mágica. De hecho, depende de la versión que leamos, a veces nos la presenta como una villana y otras como una heroína. Ahora, Aldara Prado nos sorprende con un personaje poliédrico y fascinante en su debut en la novela gráfica: Nimue (Norma Editorial), un trabajo visualmente espectacular que ha sido nominado al premio Miguel Gallardo al autor/a revelación del Comic Barcelona 2025.

Pero... ¿Cómo descubrió Aldara la fascinante historia de la Dama del Lago? "Llevaba años en busca de un proyecto en el que volcarme y plantearlo como carta de presentación como autora de comic. La fantasía es un género que siempre me ha apasionado, y llevando mi cultura gallega siempre bajo el brazo, quería alejarme de los espacios urbanos donde residía como adulta, y sumergirme en los bosques entre los que me crie y en sus leyendas".

"La Materia de Bretaña bebe de la mitología celta Europea, y comencé a investigarla para realizar una serie de ilustraciones -continúa la dibujante-. Me topé con la Dama del Lago, que conocía de antes, pero tras descubrirla en profundidad, me resultó fascinante, etérea, rebosante de potencial. Siendo un personaje narrativamente tan importante (ni más ni menos que la guardiana de Excalibur) me frustró leerla constantemente reducida en multitud de versiones a una femme fatal mágica un tanto unidimensional, una “muchachita tentadora” que usa sus “malas artes” para obtener conocimiento y poder. Este retrato contrastó con mi experiencia personal, creo que cualquier mujer con inquietudes, sean académicas, artísticas o científicas… se sentirá incómoda con esta representación caricaturesca que a menudo se nos ha dado en la ficción para dificultarnos el acceso a determinados ámbitos2.

"La materia de Bretaña es cíclica, reversionada una y otra vez desde hace siglos. Por lo tanto, me propuse añadir mi propia versión desde una sensibilidad contemporánea, trabajando a este personaje que tanto me cautivó desde que me topé con ella", añade Aldara.

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

¿Figura maternal u oscura tentadora?

Preguntamos a Aldara cómo ha construido a su Nimue: "Como he comentado antes, en las versiones populares de Troyes (S XII), Malory (S XV), o en sus apariciones en libro de caballerías alrededor del S XIII, los retratos de la Dama del lago se inclinan siempre hacia la figura maternal (en concreto, con el caballero Lancelot), o hacia la oscura tentadora maquiavélica como alumna de Merlín. En muchas de estas versiones, la niña no llega ni a la adolescencia, y recurrentemente se incide una y otra vez en cómo seduce y engaña a Merlín… fruto de la época en la que fueron escritos estos textos. A pesar de que este retrato nos resulte incómodo desde una sensibilidad moderna, lo cierto es que esta bidimensionalidad, se alinea a la perfección con muchas de las caracterizaciones recurrentes que se les ha dado a personajes femeninos en narrativa: o madre, o mojigata, o puta".

"Como mujer apasionada de la narrativa, estos arquetipos me cansan -añade la autora-. Quise escribir una Nimue alineada con mi sensibilidad contemporánea: una adolescente peculiar, deseosa de conexión con su entorno, avispada, atormentada, contradictoria, mística, poliédrica. Podemos hablar de versiones feministas en el momento en el que las escritoras intentamos aportar contemporaneidad a los mitos, reubicando estas mujeres tan llenas de potencial como personajes complejos, alejándonos de los esperpentos calenturientos de otras épocas. Creo que cualquier persona lectora independientemente de su género, disfrutará enormemente de esta pluralidad representativa en los personajes femeninos actuales. Lo antinatural por mi parte, sería seguir perpetuando estos estereotipos".

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

Además, este cómic es una potente historia de autodescubrimiento y paso de la niñez a la edad adulta. "La Nimue que vemos hacia el final de la historia, es la Dama del Lago -nos comenta Aldara-. Previamente, seguimos a una muchacha a la que le han robado la identidad para instrumentalizarla, manipularla, coaccionarla. Pues Nimue es un ser mágico de gran poder, guardiana de Excálibur, protectora de Ávalon… y en el reino de Camelot hay muchos juegos de tronos y conspiraciones. He planteado mi retrato de Nimue como una chica empequeñecida por su entorno, que gracias a las conexiones con su familia, la naturaleza y las enseñanzas de sus maestros, redescubre su identidad y recupera una posición legítimamente suya. Por lo tanto, sí, podría decirse que esta es una historia de autodescubrimiento, de búsqueda de identidad, que a la vez resuena con una experiencia adolescente universalmente transformativa".

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

Una niña perdida

En el cómic, la pequeña Nimue es criada por una familia humana, algo que no aparece en ninguna versión de las leyendas artúricas. "La incorporación de la familia humana que adopta a Nimue me ayuda a situarla emocionalmente como una niña perdida, confundida y en busca de identidad -nos comenta Aldara-. A pesar de los esfuerzos de su familia por integrarla en su mundo, lo cierto es que ella pertenece a otro. Pero esto no le impide desarrollar estrechos lazos con ellos. La Dama del Lago es un ser mitológico que no es necesariamente humana, ni bestia, ni hada. Sino un ser mágico en comunión con todos esos mundos. Para centrarme en estas facetas, tengo que mostrarla en relación con su humanidad, con su entorno natural, y con su magia".

Y aunque al principio pensó incluir a Arturo y a Lanzarote del Lago, no los encontraréis en esta páginas. "Desde el primer momento tuve claro que quería centrarme en la Nimue aprendiz, alumna de Merlín -asegura la autora-. Tanto la entrega de Excalibur a Arturo, o la crianza de Lancelot no suceden hasta mucho más tarde, por lo que narrativamente no tenía sentido incorporarlos. Se le hace algún guiño en algún diálogo, pero Arturo como tal no aparece en el libro. Arturo es Arturo, si mi libro, por ejemplo, acabase con Nimue entregándole la espada al rey, le estaría quitando completamente el protagonismo a ella. Y este comic nace de mi voluntad de poner el foco en La Dama del Lago, su gente, su bosque y sus aguas".

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

Un Merlín aterrador y una Morgana sorprendente

Acostumbrados al Merlín bueno de las versiones de Disney (Merlín en Encantador, 1963) y Excalibur (John Boorman, 1981), sorprende la versión que aparece en el cómic y que es tan cruel como aterrador. "El Merlín de las leyendas es un tipo bastante menos afable que el encantador mago que nos retrata Disney en los años 60 (un merlín por el que siento mucho apego, por cierto). A este personaje le pasa lo mismo que a tantos otros de cuentos y leyendas tradicionales europeas; han sido adaptados a lo largo del S. XX para hacerlos más “afables” y acordes con las sensibilidades modernas. Sin embargo, a La Dama del Lago o a Morgana las hemos seguido ubicando como bondadosas figuras maternas, o arpías insoportables".

"Quise recuperar al Merlín conspirador, sediento de poder, manipulador, ermitaño, alocado... porque cuando me topé con él, me sorprendió muchísimo -continúa-. Yo misma estaba acostumbrada a otras reescrituras más amables del personaje. Hay quien ha opinado que mi versión de Merlín es “nueva” o “peculiar”, pero si investigan un poquito, comprobarán que de nueva no tiene nada. Lo cierto es que esta no es la versión del mago más mainstream dentro de la cultura popular del siglo XX".

El caso de Morgana es el contrario, siempre se la suele reservar el papel de villana. "A Morgana le pasa un poco como a La Dama del lago, nos la muestran siempre o bien como un hada benevolente maternal, o como una villana manipuladora sin escrúpulos -nos explica Aldara-. Cuando investigué sobre ella, me sobrecogieron las narraciones sobre su pasado, cómo Merlín le robó a su madre para entregársela a Uther Pendragon…cosas que no incorporé al libro. Me pareció un personaje muy complejo y lleno de matices, así que decidí situarme en medio en cuanto a su perfil moral: ni hada buena, ni bruja mala. En mi libro Morgana es una tipa en duelo, frustrada, aislada… a veces benevolente, a veces impaciente, interesada y violenta. Disfruté muchísimo trabajando a este personaje".

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

Una excelente labor de documentación

El cómic logra transmitirnos la pasión de su autora por esos mitos artúricos. Pero... habiendo tantas versiones... ¿en cuáles se ha basado? "Fue una labor de documentación fascinante a la par que intensa: hay mucho escrito, a lo largo de los siglos, y las historias a tratar conforman la base de la narrativa de nuestro continente. También tenemos incontables y valiosísimos estudios de historiadores medievalistas. Sentía que debía documentarme con respeto y de manera acotada. Para este libro, quise centrarme en las leyendas populares celtas relacionadas con Coventina y otras figuras mágicas acuáticas y animistas. Estos mitos los enmarco en el universo Artúrico, tomando como referencia Le Morte d'Arthur de Sir Thomas Malory, las apariciones de la Dama del Lago en el Ciclo Vulgata y Post-Vulgata, o el retrato del entorno de Camelot de John Steibeck en Los hechos del Rey Arturo".

"De todas maneras, ni soy historiadora medievalista, ni busco narrar los hechos en cómic tal y como los retrataron estos autores. Si no, desde el respeto, tomar toda esta documentación como inspiración, y construir la historia que a mi me apetece contar. Que, al fin y al cabo, y salvando mucho las distancias, es la misma labor que llevaron a cabo en su momento las personas que han escrito sobre la Materia de Bretaña a lo largo de los siglos", concluye Aldara.

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

¿Acuarelas o digital?

Aunque el cómic parece hecho con acuarelas, es completamente digital, como nos comenta la joven autora: "Quería reflejar mi pasión por los medios naturales en el color de este comic. Inicialmente hice muchas pruebas con acuarelas, acrílicos, tintas, gouache… pero rápidamente fui consciente de que esta primera novela gráfica, de esta extensión, debía realizarla con medios digitales para poder llevarla a cabo. Hacer cómics es tremendamente laborioso, si a ello le añadimos horas y horas de trabajo con medios tradicionales ejecutados con este estilo gráfico tan elaborado, no hubiera acabado jamás. Sin embargo, gracias a la experiencia que he obtenido haciendo Nimue, me encantaría poder trabajar por fin con mis pinceles y papel en futuros proyectos".

En cuanto a sus influencias, Aldara Prado nos comenta: "Siempre he sido muy fan de la literatura fantástica de Tolkien, Patrick Rothfuss, Ursula K. le Guin o Philip Pullman. A su vez me influencian las obras de Kafka, Fitzgerald, Plath, u otrxs autorxs que exploran psicologías complejas, contradictorias y emocionales en sus personajes. Edgar Allan Poe, Baudelaire, Goethe… son también importantes influencias en este libro. Pero la verdad es que leo de todo. De comic me influenciaron enormemente tanto la obra de las mangakas japonesas de los años 80 y 90 como Naoko Takeuchi (Sailor Moon), como la de autores de comics populares en Francia como Joann Sfar, Loisel, Frezzato, Moebius… también el cine de animación de Studio Ghibli o los videojuegos de From Software o Nintendo. Mis influencias beben de todas partes, también de los pintores alemanes románticos y secesionistas, o los impresionistas franceses y catalanes".

Página de 'Nimue' (Norma editorial)

En sus páginas también hay algo de uno de los mejores autores de cómic españoles de todos los tiempos: Miguelanxo Prado. "Naturalmente, mi padre ha sido un gran referente como persona, artista y profesional. Él me enseñó a observar el mundo con ojos curiosos. Observarlo para retratarlo, para descansar la vista, para deleitarse con él. Los pequeños manierismos de la gente, los matices del cielo, los gestos de la fauna o la luminosidad de las sombras. No puedo concebir mi labor creativa ni mi vida personal sin la observación. La realidad es mucho más poética y menos alienante cuando buscas gesto, composición y matiz en tu entorno. Es un ejercicio introspectivo que recomiendo a todo el mundo, y que enriquece enormemente cualquier momento personal, o práctica artística".

Tras este sorprendente debut, estamos deseando poder leer nuevas obras de Aldara Prado, por eso le preguntamos por sus proyectos: "Tras el estreno de Nimue, estoy centrándome en mi labor como ilustradora y tatuadora en Alemania mientras desarrollo mis nuevos proyectos de cómic. Tengo varios sobre la mesa, pero gravito hacia una historia tierna, inocente y sencilla que sucederá en el rural gallego, en la que intentaré volcar tiernos recuerdos de mi infancia, y que hablará sobre nuestra relación con nuestro entorno".

Portada de 'Nimue' (Norma editorial)