Más de 8.000 personas se refugian en una base rusa en Siria ante el temor a nuevas matanzas de civiles
- Israel bombardea un barrio de Damasco
- Una comisión de expertos entrega al presidente interino Al Sharaa un borrador de Constitución


Más de 8.000 personas, civiles pertenecientes a la minoría alawí, se han refugiado en una base rusa en Siria ante el temor de que se produzcan nuevas masacres como las que ocurrieron durante el pasado fin de semana, y que costaron la vida a más de un millar de personas.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, ha confirmado desde Moscú que las puertas de la base aérea de Jmeimim, en la región de Latakia (costa siria) se han abierto para acoger a estas personas. "Nuestros militares han acogido a más de 8.000 sirios, según las estadísticas de ayer [por el miécoles], puede que sean más de 9.000. Se trata principalmente de mujeres y niños", ha declarado Zajárova.
La portavoz rusa ha asegurado que Rusia garantizará la seguridad de sus ciudadanos que se encuentran en Siria, así como de sus emplazamientos militares. "Y con ese fin mantenemos los necesarios contactos con las actuales autoridades sirias", ha añadido.
El pasado lunes, el Gobierno transitorio sirio dio por terminada la "operación militar" contra supuestos "restos" del régimen de Bachar al Asad, iniciada el 6 de marzo. En cinco días murieron más de 1.300 personas, según datos del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, una ONG con sede en Londres pero con una red de informantes en Siria), la mayor parte civiles de religión alawí (la secta a la que pertenece el clan Asad) asesinados en masa. Otras organizaciones rebajan esas cifras y la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos indicó el martes que ha podido verificar la muerte de 111 personas, informa Efe.
Rusia era aliada del régimen de Al Asad y el expresidente encontró asilo en ese país tras dejar el poder el 8 de diciembre. Moscú mantiene dos bases en Siria: la aérea de Jmeimim y una marítima en Tartús, situadas respectivamente en las provincias costeras de Latakia y Tartús, de mayoría alawí.
Israel bombardea Damasco
Las potencias regionales, por su parte, continúan su injerencia en Siria, como hicieron durante la guerra civil. Este jueves, la aviación israelí ha bombardeado el barrio de Dummar, en el noroeste de Damasco. El OSDH y la televisión privada Syria TV han informado de que el ataque ha causado varios incendios en edificios del distrito, y se ha registrado un número indeterminado de heridos.
La agencia Reuters, que cita fuentes de los servicios de seguridad sirios, asegura que el objetivo era un palestino y que uno de los edificios albergaba la sede en Damasco de la Yihad Islámica Palestina. Sin embargo, un portavoz de la Yihad Islámica ha asegurado que Israel ha bombardeado una casa vacía y no uno de sus centros de mando.
Un miembro de las fuerzas de seguridad sirias monta guardia junto al lugar del bombardeo de la aviación israelí en Damasco, este jueves, 13 de marzo. LOUAI BESHARA / AFP
El ministro de Defensa, Israel Katz, ha justificado el ataque, que viola la soberanía siria y la Carta de la ONU, alegando que su país no permitirá que se organice "actividad terrorista" en Siria, sin especificar a qué se refería.
Israel, que atacó Siria en numerosas ocasiones con impunidad durante los 14 años de guerra civil, ha invadido y ocupado más territorio en el Golán sirio y ha bombardeado objetivos estratégicos tras la marcha de Asad, como bases e instalaciones militares.
Borrador de Constitución
Mientras tanto, el Gobierno transitorio, presidido por Ahmed Al Sharaa y controlado por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha recibido este jueves el borrador para una nueva Constitución de manos de un comité de expertos nombrado para su redacción hace solo dos semanas.
Según la declaración y el sumario de 44 artículos, que ha firmado Al Sharaa, el nuevo Estado sirio se compromete a la separación de poderes, la independencia judicial y el respeto a los derechos humanos.
Al mismo tiempo, sin embargo, la jurisprudencia islámica será la base de la legislación.
El borrador se ha redactado a partir de los resultados del "Diálogo Nacional", el encuentro que mantuvieron en Damasco en febrero diversas figuras de las diferentes clases, etnias y confesiones del país. Abdul Hamid al Awak, portavoz del comité, ha afirmado que la nueva Carga Magna devolverá "la soberanía al pueblo sirio".
Tras 14 años de sangrienta guerra civil, Siria afronta un periodo incierto, con HTS (una coalición de milicias que mantuvo vínculos con el Estado Islámico y con Al Qaeda) en el poder. Al Sharaa ha prometido que la nueva Siria integrará a las numerosas minorías, tanto étnicas como religiosas, y respetará los derechos humanos.