Geeta Narayan, representante de UNICEF: "Hay que hablar de Haití para seguir salvando vidas"
- En un encuentro con RTVE en Madrid, Narayan subraya la importancia de que Haiti no caiga en el olvido
- La violencia atraviesa el país y los grupos armados controlan el 85% de la capital y otras zonas
Geeta Narayan ha pasado fugazmente por Madrid. De nacionalidad canadiense y nacida en Fiyi, es, desde hace unos meses, la representante de UNICEF en Haití y antes estuvo en Bosnia-Herzegovina, Mali, Vietnam y Sudáfrica. Ha estado sólo 24 horas en la capital española para supervisar el envío de ayuda humanitaria de la AECID a Haití. En Ginebra presenta un informe en la sede de la ONU sobre el impacto demoledor de la violencia de bandas armadas en los más jóvenes. Las ONG que operan en la zona hablan de "generación perdida". Hay 300 bandas en el país y controlan casi toda la capital, Puerto Príncipe.
En una entrevista concedida a RTVE, Geeta Narayan da las gracias a España por su ayuda a los haitianos y dice que "hay que seguir hablando de la violencia en el país para que no caiga en el olvido porque estamos salvando vidas".
PREGUNTA: Grupos armados controlan el 85% de la capital de Haití, Puerto PrÍncipe. ¿Cuántos menores viven bajo la amenaza del miedo y la violencia?
RESPUESTA: Es cierto que grupos armados controlan la capital pero también hay en otras zonas del país. Normalmente hablamos de Puerto Príncipe pero es importante recordarlo. Calculamos que hay más de un millón de niños y niñas afectados directamente porque viven en zonas controladas por esos grupos. Luego están los afectados indirectamente porque se han visto obligados a huir a otras comunidades. Diría que, de una forma u otra, afecta a todos los que viven en el país.
P: ¿Cómo afecta esa violencia al entorno más próximo como la casa, el barrio, la escuela?
R: Unas 1.000 escuelas han cerrado en los últimos dos años a consecuencia de la violencia o porque están siendo utilizadas como refugio para niños y niñas. También hemos observado que en las últimas dos semanas han aumentado los ataques contra instalaciones educativas. Desafortunadamente murieron por disparos dos niños que estaban dentro del aula al alcanzar la escuela el fuego cruzado. Puedes imaginar lo que sienten los padres porque envían sus hijos al colegio pensando que es seguro y estarán bien y así debería ser. En Haití no sucede eso siempre. Por eso, hay que proteger las escuelas y también los hospitales. Desafortunadamente hemos visto que más de la mitad de los hospitales en Haití no funcionan como deberían. O están cerrados o tienen pocos suministros. No pueden ayudar a la gente que va buscando un médico, así que la atención primaria está muy afectada.
En cuanto a cómo afecta a la sociedad, tienes violencia por todas partes, te ves amenazado, tienes miedo, preocupación.. cuando vas a tu barrio, a tu casa, a la escuela. Todo el mundo tiene ese miedo constantemente en Haití porque no puedes predecir qué grupo llegará ahí.
P: Ese nivel de violencia también afectará mentalmente a los más jóvenes...
R: A los más pequeños y a sus familias. Uno de las actividades más importantes que está haciendo UNICEF sobre el terreno es trabajar con profesores y enseñarles a reconocer las señales de que un menor está teniendo problemas psicológicos, tal vez un trauma por algo que ha sufrido o ha visto. Trabajamos con el Ministerio de Educación entrenando personal docente. También proporcionamos material a las aulas sobre cómo dar apoyo a estos jóvenes. Intentamos normalizarlo de alguna forma para que puedan hablar sin problema sobre alguna situación de violencia de la que hayan sido testigos.
“Les pasa lo que a todos los niños, también en España, tienen sueños“
P: ¿Qué cuentan sobre lo que han vivido?
R: Depende de lo que hayan vivido. Lo que nos encontramos con más frecuencia es que tienen miedo por ellos, por sus amigos y sus familias. Y se sienten inseguros porque no saben qué pasará mañana, ni siquiera hoy. Haití es un país de extrema pobreza y desigualdad, así que también les preocupa si tendrán comida, si podrán pagar estudios, si sus padres tendrán trabajo o no... cosas muy básicas. Les pasa lo que a todos los niños, también en España, tienen sueños. Quieren ser médicos, policías, enfermeras... Sueñan con ayudar a su país, con reconstruir Haití.
“Presentan las bandas de una forma muy atrayente: tendrás poder, dinero, comida. Y esto puede resultar muy atractivo en un lugar donde los menores tal vez no tengan alternativa“
P: Un grave problema en Haití es el reclutamiento forzoso de menores por parte de las bandas armadas. Ha aumentado un 70% respecto al año pasado. ¿Qué supone?
R: UNICEF calcula que casi la mitad de los miembros de las 300 bandas que operan en Haití son menores y es increíble. Hemos visto que las formas de captarlos se están volviendo cada vez más sofisticadas. Por supuesto, siguen utilizando el secuestro y la intimidación, las amenazas con matar a la familia, quemar la casa, de manera que no pueden negarse. Pero también hemos comprobado que están sirviéndose de los medios de comunicación para atraerlos. Presentan las bandas de una forma muy atrayente: tendrás poder, dinero, comida. Y esto puede resultar muy atractivo en un lugar donde los menores tal vez no tengan alternativa, puede que sean extremadamente pobres, que no tengan qué comer ni hayan ido a la escuela. Así que les atrae y parece que realmente han elegido sumarse a sus filas pero, en realidad, no es así. Y cuando se dan cuenta de la verdad y quieren escapar, no pueden.
Por todo esto vemos que ha aumentado significativamente el reclutamiento desde el año pasado. Los menores no son conscientes del nivel de brutalidad de estos grupos: asesinan, violan, roban, queman casas.... Muchos niños tienen 10 años y a esa edad no eres capaz de tomar las mejores decisiones, estás en pleno desarrollo, así que se aprovechan de ellos.
P: Y en el caso de las niñas, ¿cómo es ese reclutamiento?
R: Hay diferentes funciones al entrar en la banda dependiendo de si eres niño o niña. Los niños suelen entrar con 10 o 12 años. Empiezan como mensajeros o informadores. Tienen que mantener los ojos abiertos en su comunidad, ir al grupo y contarlo todo. Al hacerse adultos llevan armas. Las niñas suelen encargarse de cocinar, limpiar y tareas domésticas para la banda. Cuando crecen las utilizan sexualmente, las violan, las obligan a casarse, las intercambian con otras bandas... su experiencia es diferente a la de los varones aunque sea terrible para todos. Por eso una de las tareas que hacemos en UNICEF con nuestros socios es evitar y prevenir el abuso sexual y la violencia de género y ayudar a las víctimas. Naturalmente necesitan tratamiento médico y apoyo psicosocial porque muchas han sufrido repetidas violaciones y de forma brutal y están traumatizadas. Intentamos ayudar a todos, niños y niñas, en su reintegración y vuelta a la familia. Es un proceso muy difícil y sensible.
“Cualquier tipo de educación, incluso sin aulas ni libros, cualquier forma de aprendizaje es importante para ellos“
P: El número de desplazados internos en Haití también ha aumentado....
R: Sí, calculamos que en enero de 2025 había un millón de desplazados internos en Haití, que tiene 11 millones de habitantes, así que es casi el 10% de la población. La mitad de ese millón son menores, así que se puede imaginar el impacto que puede tener la violencia en ellos. Se han visto obligados a huir, muchas veces sin documentos que los identifiquen, ni partida de nacimiento, nada que diga quiénes son o su edad. Salen corriendo y puede que durante la huida pierdan a sus familias y se queden solos. Es extremadamente difícil y peligroso para ellos en una situación de violencia e inestabilidad como la que se vive en el país.
En noviembre visité una de las instalaciones para desplazados internos en Puerto Príncipe. Era una escuela pero en dos semanas habían llegado 3.000 personas que se quedaron allí a vivir. Huían de la violencia. Cuando llegué era sábado y fui porque ese día la clínica móvil de UNICEF estaba allí. Había una cola de 200 personas para ver al médico. Cuando entré, se había preparado todo de forma muy profesional: entras y te dan una tarjeta de vacunación, la sanitaria para los pequeños, ven si están malnutridos y si es así, les dan algo de comer para que recupere un poco las fuerzas, luego vas a la zona de vacunación, después a la de mamas para ver si la madre está bien y, finalmente, donde están los medicamentos si los niños están enfermos. Eran cuatro o cinco espacios diferentes en una sala muy pequeña, con mucha gente y mucho calor pero todo funcionaba. Quería compartir esta historia porque es un ejemplo de lo que UNICEF está haciendo con sus socios, con el gobierno de España, con su gente y muchos otros de todo el mundo.
También vi lo que puede llamarse "educación no formal". Cuando estos niños se ven obligados a huir no tienen nada. Cualquier tipo de educación, incluso sin aulas ni libros, cualquier forma de aprendizaje es importante para ellos... aunque sea una hora al día, al aire libre, debajo de un árbol... puede que así durante un momento olviden lo que les rodea, puedan jugar con otros y vuelvan a ser niños. El agua también es muy importante. Estamos facilitando su acceso al agua, haciendo que sea potable, que puedan beber, usar letrinas.. son cosas muy sencillas.
P: Tres millones de niños necesitan ayuda humanitaria en Haití. ¿Qué puede hacer UNICEF por toda esa gente?
R: Lo primero es seguir hablando de Haití para asegurarnos de que la gente sepa lo que les está ocurriendo porque es fácil que caiga en el olvido. Sabemos que el mundo es muy complejo y muchos necesitan algo. Las necesidades en Haití son enormes y como en cualquier parte, los más pequeños son los más vulnerables. Damos asistencia humanitaria en cuanto a sanidad, agua, nutrición y tratamos de protegerles para evitar reclutamientos forzosos o abusos sexuales por parte de bandas armadas. Evidentemente no tenemos armas (risas) tratamos de ayudarles dándoles información, educación, apoyo a las familias, y también trabajamos con quienes han sufrido violaciones.
Nuestra prioridad es trabajar con el gobierno de Haití y nuestros socios para que los menores salgan de las bandas y puedan reintegrarse en la sociedad. El año pasado lo consiguieron 140 y 20 eran chicas. Sabemos que muchos más quieren hacerlo, así que debemos ponerlos las pilas pero es un punto de inicio para ir avanzando. es un proceso muy difícil, por eso es vital la ayuda de países como España. La otra cosa que hacemos es poner en contacto a las organizaciones humanitarias con trabajadores sobre el terreno. UNICEF trabaja con los Ministerios de Sanidad, Educación, Asuntos Sociales, el Departamento de Aguas para asegurarnos de que el sistema pueda ayudar.
No se trata de que UNICEF lo haga todo sino de trabajar en equipo con nuestros socios y gobiernos en todo el mundo para ayudar a todos los que podamos. Estamos salvando vidas a los más pequeños y por eso es tan importante movilizar todos los recursos que se puedan.