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Análisis

Qué esperar de la conversación entre Putin y Trump este martes: "Rusia no tiene prisa por llegar a un alto el fuego"

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Estados Unidos anuncia que la llamada entre Trump y Putin tratará la posible cesión de territorios a Rusia
5 min.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que el martes mantendrá una conversación con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y que espera convencerle para acordar un alto el fuego en Ucrania.

La conversación será la primera que mantendrán ambos desde la llegada del republicano a la Casa Blanca, aunque ya se ha producido un acercamiento tras el giro de la Administración Trump en la política respecto a la guerra. Trump ha adelantado que hablarán de "territorio" y "plantas energéticas", y ha asegurado que Moscú y Kiev ya han hablado de "dividir algunos activos", sin precisar a qué se refería.

"Sin duda ya han estado trabajando off the record, llevan tiempo negociando hacia dónde se va a dirigir esto", ha considerado Ruth Ferrero Turrión, analista y profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, en La Hora de La 1. "No hay ningún actor internacional ni ucraniano que cuestione que se va a llegar a un acuerdo. La duda es la posición rusa, porque no tienen prisa para un alto el fuego", ha añadido.

Juan Rodríguez Garat, almirante retirado, descarta que se vaya a llegar a un alto el fuego inmediato. "Trump, por lo que él ha dicho, de lo que va a hablar es del final de la guerra, como quiere Putin, y no de la tregua, y por lo tanto no se espera a que haya ninguna tregua en este momento".

"La diplomacia rusa tiene una larguísima tradición en ganar tiempo para afianzarse", advierte por su parte Carmen Claudín, investigadora senior del CIDOB.

A la espera de la respuesta sobre la tregua

El primer asunto que previsiblemente estará sobre la mesa es la propuesta de una tregua aérea y marítima de 30 días, pactada entre Washington y Kiev en su reunión en Arabia Saudí.

El pasado jueves, una delegación estadounidense encabezada por el representante estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, se reunió en Moscú con Putin. El presidente ruso se mostró contrario a una tregua temporal si no conduce a una "paz duradera" que "elimine las causas originales de esta crisis". Además, advirtió de las dificultades de aplicación y verificación en un frente de más de 2.100 kilómetros de largo.

Putin vinculó también una tregua parcial a que las tropas ucranianas abandonen el territorio que aún controlan en la región de Kursk, y que se ha ido reduciendo día tras día.

"Ahora los rusos están a la ofensiva, están recuperando terreno en Kursk, y habría que ver, en la región del Donbás, en Jersón y en Zaporiyia, si alcanzan la demarcación administrativa que les permita decir 'hasta aquí llegamos y ahora sí nos ponemos a negociar'", ha comentado Ruth Ferrero Turrión en TVE.

Rodríguez Garat destaca por su parte que, mientras la retirada ucraniana de Kursk era previsible, a Rusia le resulta muy costoso avanzar en el Donbás y lleva más de un año intentando tomar la localidad de Pokrovsk.

Trump presionó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con la retirada de la ayuda militar y de la información de inteligencia estadounidense para obligarle a aceptar una tregua. Por el contrario, no está claro qué herramientas de presión puede o quiere usar con Putin.

"Trump ya ha dicho desde el primer momento que no está dispuesto a emplear la fuerza, - subraya el almirante retirado - cosa que todos suponíamos, pero que quizá no debería haber dicho tan claro, porque uno siempre se reserva una baza de negociación, y las sanciones económicas ya están prácticamente todas impuestas, no van a cambiar la situación".

Carmen Claudín apunta que Trump podría ofrecer a Putin dos incentivos para un alto el fuego: un acuerdo sobre la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia, lo que sería un "golpe brutal" para Ucrania; y garantizar a los rusos un "uso seguro" del mar Negro, donde los ucranianos de momento han conseguido contener a la marina rusa.

Rusia reitera sus condiciones

Además de poner objeciones a la tregua, Rusia reitera que cualquier acuerdo de paz debe tener en cuenta y respetar sus intereses. Estos pasan por conservar el territorio ucraniano ocupado, lo que incluye la península de Crimea (anexionada unilateralmente en 2014) y la mayor parte de las regiones de Donetsk y Lugansk, así como la anexión de las regiones de Zaporiyia y Jersón, pese a que solo controla una parte.

Según varias informaciones, Trump ya estaría negociando con Zelenski qué partes de territorio va a ceder Ucrania. El consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, dijo este pasado domingo que Ucrania recibirá garantías de seguridad, sin especificar cuáles, a cambio de concesiones territoriales.

Moscú también quiere que quede totalmente claro que Ucrania no entrará nunca en la OTAN y permanecerá "neutral".

De momento, Rusia no ha dado muestras de estar dispuesta a ceder en sus demandas.

"Si la guerra terminara como está, podría decirse que Rusia habría ganado, porque se habría quedado un buen trozo de Ucrania —opina Rodríguez Garat— Pero Putin no ha ganado todavía, porque no ha cumplido ninguno de los objetivos de su pueblo", aunque eso "no va a reconocerlo" porque "socavaría su autoridad".

"Rusia no puede conquistar Ucrania. Ucrania, desde luego, no puede echar a Rusia de su territorio. Hay muchos finales, otros finales posibles, un final negociado. Pero lo que quiere Putin no lo va a aceptar nadie y él no va a dar marcha atrás tampoco", resume el almirante, por lo que, en su opinión, el resultado más probable es una continuación del conflicto.

"Depende de hasta dónde esté dispuesto Trump a sacrificar a los ucranianos", declara Carmen Claudín. "Esta es la incógnita ahora, porque lo que quieren los rusos es muy claro", añade, y es la "división territorial de Ucrania" y su "debilitamiento total".

Un paso más de Trump sin la UE

La reunión es un paso más que Trump da para acabar con la guerra sin contar con sus aliados de la OTAN ni con los países de la Unión Europea (UE).

La alta representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior y de Seguridad, Kaja Kallas, ha afirmado este lunes que las condiciones que plantea Rusia "demuestran que, en realidad, no quiere la paz".

"La situación militar, si la consideramos globalmente, no es tan mala como podría parecer para Ucrania, pero es peor por el contexto político internacional en el que se encuentran los ucranianos", afirma Carmen Claudín. "Si tuvieran un respaldo decidido, coherente y sólido del conjunto de los países occidentales, estaríamos hablando de una situación totalmente distinta", añade.

"La UE no ha hecho los esfuerzos suficientes ni con suficiente empuje como para abrir un proceso de diálogo con Moscú", ha opinado por su parte Ruth Ferrero Turrión en TVE. "Lo intentó Macron al principio y luego Scholz, y Putin les dio con la puerta en las narices, pero el grueso de la UE, la posición de Von der Leyen y ahora Kallas, lo que hace es incitar, enviar armamento para blindar a Ucrania, pero eso no va a asegurar que no haya futuras agresiones en Ucrania". "Europa no se sitúa ni como pivote para intentar parar las hostilidades, y el que se convierte en hacedor del alto el fuego es Trump", ha apostillado.