La ofensiva del M23 deja casi medio millar de muertos en menos de un mes en la provincia congoleña de Kivu Sur
- Amnistía Internacional denuncia los más de 400 cadáveres en Kivu Sur después de que el grupo rebelde tomara la provincia
- Los presidentes congoleño y ruandés se reúnen en Catar para abordar el conflicto en el este del Congo


Casi medio millar de cadáveres en menos de un mes en la provincia de Kivu Sur, al este de la República Democrática del Congo (RDC). Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes que más de 400 cuerpos han sido recogidos en esta provincia congoleña después de que el grupo rebelde la ocupase el pasado febrero.
En un comunicado, la ONG ha dicho haber recibido "testimonios de testigos presenciales y numerosas fotografías de cadáveres que se encontraban con frecuencia en barrios de Bukavu", capital de Kivu Sur, que cuenta con más de un millón de habitantes. "Del 17 de febrero al 13 de marzo de 2025, la Cruz Roja Congoleña recogió 43 cadáveres en esa ciudad, incluidos 29 civiles. En toda la provincia, durante el mismo período, se encontraron 406 cadáveres, incluidos 110 civiles", ha precisado AI.
Desde la toma de Bukavu el 16 de febrero y la capital de Kivu Norte, Goma, el pasado 27 de enero, el M23 "ha asaltado hospitales, secuestrado de sus camas a pacientes, incluidos civiles y soldados congoleños hospitalizados, y los ha sometido a torturas", según ha denunciado la organización. AI también ha documentado casos de violaciones en grupo cometidas por el grupo rebelde, así como malos tratos contra defensores de los derechos humanos tras la ocupación de ambas capitales.
La organización de derechos humanos, que entrevistó a 25 sobrevivientes, testigos presenciales, activistas de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos y periodistas, tanto en la RDC como en el exilio, ha asegurado que el M23 ha sembrado "un clima de miedo y brutales represalias entre la población local".
Aubin Mukoni / AFP
Continuas violaciones a los derechos humanos
Desde que el M23 se hizo con el control de los Kivus, la situación humanitaria ha ido empeorando día a día. El director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral, Tigere Chagutah, ha denunciado "la alarmante magnitud y frecuencia de los abusos en el este del Congo" y ha señalado que "debería conmocionar al mundo". "La violencia se ha visto facilitada por décadas de impunidad ante graves abusos y violaciones de derechos humanos. El mundo no debe hacer la vista gorda ante los crímenes que ocurren en el este de la República Democrática del Congo", ha subrayado.
Amnistía Internacional ha instado a la Comunidad de África Oriental (EAC), la Comunidad de África Austral para el Desarrollo (SADC), la Unión Europea y otros actores internacionales a que aumenten la presión sobre todas las partes en el conflicto para que protejan a la población civil y traten a los detenidos con humanidad, de conformidad con el derecho internacional humanitario.
Conversaciones de paz frustradas
El pasado 12 de marzo, Angola, cuyo presidente, João Lourenço, actúa como mediador en el conflicto, anunció el inicio de negociaciones directas de paz entre el Gobierno de la RDC y el M23. Ambas partes se iban a sentar a dialogar en Luanda este martes, pero el pasado lunes 17, apenas unas horas después de anunciar que una delegación del M23 había partido hacia Angola, el grupo rebelde informó de su retirada de las conversaciones.
"Las sucesivas sanciones impuestas [por la UE] a nuestros miembros, incluidas las adoptadas la víspera de las conversaciones de Luanda, obstaculizan seriamente el diálogo directo e impiden cualquier avance", alertó en un comunicado la Alianza Río Congo (AFC, por sus siglas en francés), que incluye al M23. "En estas condiciones, resulta imposible mantener un diálogo. Por consiguiente, nuestra organización ya no puede participar en las conversaciones", concluyó el documento, firmado por el portavoz del AFC, Lawrence Kanyuka.
El Consejo de la UE sancionó el lunes a nueve personas, incluyendo a Bertrand Bisimwa, jefe político del M23, y a Joseph Musanga Bahati, nombrado por los rebeldes como gobernador de la provincia de Kivu del Norte e importante figura en la estructura de la milicia.
Los presidentes de RDC y Ruanda se reúnen en Catar
El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, y su homólogo ruandés, Paul Kagame, se han reunido este martes en Doha con la mediación del emir de Catar para abordar el conflicto en el este del Congo, según han informado los tres Gobiernos. Ambos mandatarios han pedido un alto el fuego en el Congo.
"Los jefes de Estado han coincidido en la necesidad de continuar las conversaciones iniciadas en Doha para sentar las bases de una paz duradera", han declarado en un comunicado conjunto al que tuvo acceso Reuters. El documento señala que el alto el fuego debería ser "inmediato e incondicional". Sin embargo, no está claro si esto detendría a los insurgentes del M23.
Según informes de la ONU y países como Francia, Estados Unidos y Alemania, afirman que Ruanda apoya militarmente a la milicia del M23 y que cuenta con entre 3.000 y 4.000 soldados ruandeses en suelo congoleño. Ruanda niega esta acusación. También, que reciba minerales de manera ilegal a través de la frontera gracias al control de los Kivus por parte del M23: el este del Congo cuenta con una gran cantidad de recursos naturales, especialmente coltán, fundamental para la industria tecnológica y la fabricación de teléfonos móviles.
Desde que el conflicto se reactivó a finales de enero, el número de muertos en la capital de Kivu Norte y alrededores ha superado los 8.500, según detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba. Además, unos 110.000 civiles se han visto obligados a desplazarse internamente.