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La evolución de la paternidad: más implicación, menos estereotipos

  • Los hombres pueden tener miedo a no hacerlo bien o reproducir el modelo de sus propios padres
  • "El rol del padre evoluciona: de proveedor a corresponsable en la crianza"

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Padre peinando a su hija
Padre peinando a su hija Autor José Carlos Cerdeño Alt Padre peinando a su hija Pie de foto José Carlos Cerdeño

Objetivo Igualdad se emite los domingos a las 15:50 h en el Canal 24 horas y después en RTVE Play.

Con los avances sociales en igualdad, la paternidad ha evolucionado y conlleva unos retos que antes no tenía. La figura autoritaria del padre proveedor ya no tiene cabida en la dinámica habitual de las familias. Es una oportunidad para liberarse de los mandatos de la masculinidad y crear mejores relaciones con los hijos; pero más implicación en los cuidados también supone más sacrificio.

Ser padre hoy

¿Qué cualidades debe tener un buen padre hoy en día?

Máximo Peña, psicólogo y periodista, aclara esta idea sobre una paternidad “en desuso”. Según explica, cada generación se enfrenta a unos retos diferentes y “eso no quiere decir que nuestros padres no lo hayan hecho bien”. Al padre proveedor lo releva ahora el corresponsable. Además de asumir roles y tareas tradicionalmente asociados a las mujeres, defiende que la principal característica que debe tener un padre en la actualidad es la presencia. “No solamente estar presente, sino hacerlo de una forma amable, cuidadosa y cariñosa”, afirma, añadiendo que estas cualidades no están reservadas solo a las mujeres.

“Si tienes todo hecho cuando llegas, no te vas a complicar la vida, pero se la estás complicando a otra persona”

En esa presencia emocional también coincide Pedro J. Fernández, integrador social y autor de ‘El gran trabajo de papá’. Cuenta que estando presente en la crianza de sus hijas es como ha conseguido desarrollar una conexión real con cada una de ellas: “Te das cuenta de las necesidades que tiene y de lo que va a decir antes de que te lo diga. Solo se consigue si estás”. Es lo que obtiene, dice, al salir del rol “cómodo” que se le asigna por ser padre: “Si tienes todo hecho cuando llegas, no te vas a complicar la vida, pero se la estás complicando a otra persona”.

Aprender en el camino

La paternidad puede producir miedo e inseguridad en algunos hombres. De esa premisa parte el libro de Máximo Peña Paternidad aquí y ahora: 9 lecciones para ser mejor padre que tu padre. Encuentra miedo a la pérdida de la libertad, por la propia experiencia que han vivido con sus padres, o miedo a no estar a la altura, a no ser un buen padre. Miedos razonables, asegura Peña, si uno se propone hacerlo bien.

La biología apoya a los hombres que participan de forma cercana en la crianza de los hijos

Para resolver esas dudas o combatir las inseguridades, existen talleres como los que imparte Daniele Cibati en Centrifugados. Una oportunidad para hombres que van a ser padres y para otros que ya lo son, según cuenta: “Para revisar las normas sociales, definir qué tipo de padres quieren ser y compartir preocupaciones”.

Una mayor implicación de los padres en los cuidados no parte solamente de una convicción social, sino también biológica. Máximo Peña explica que en el cerebro del hombre se producen una serie de cambios cuando se convierte en padre, pero de distinta forma que en las mujeres. Los cambios cerebrales que se producen en ellas con el embarazo, el parto o la lactancia solo aparecen en los hombres cuando se involucran directamente en los cuidados. “De alguna manera, la biología apoya a los hombres que participan de forma cercana en la crianza de los hijos”, asegura.