Gemma Blasco presenta 'La furia': "Quería hacer una película oscura, violenta e incómoda"
- Un debut sorprendente sobre la violencia sexual y sus secuelas físicas y psicológicas
- Destaca su protagonista, una deslumbrante Ángela Cervantes


“Quería hacer una película oscura, violenta e incómoda”, así nos ha definido Gemma Blasco La furia, su debut como directora, que ha presentado en el Festival de Málaga, donde ha deslumbrado con su visceral discurso, su potente lenguaje visual y la impresionante actuación de su protagonista, Ángela Cervantes, firme candidata al premio a la mejor actrriz. Una cinta que ya es una de las más destacadas de este 2025, que cuenta con la participación de RTVE y que llegará a los cines el 28 de marzo.
La furia cuenta la historia de Alex, una joven actriz que es violada en una fiesta de Nochevieja y no logra reconocer a su agresor. Cuando acude a su hermano Adrián en busca de ayuda y comprensión este reacciona cuestionándola y presionándola. Durante un año tendrá que afrontar sola el asco, la vergüenza y la culpa. Su único refugio será el teatro y el vengativo personaje de Medea.
Gemma nos confiesa en Málaga que la película: “Surge de mi propia experiencia, porque cuando tenía 18 años me agredieron sexualmente. Y lograba encontrar en el cine, una mirada que me representara. Ni siquiera que hablara de la violencia sexual desde un lugar que no fuera panfletario, hablando de la mujer desde esa fragilidad o tratando de dar una moraleja”.
“Sobre todo, veía muchas historias de superación –añade-. Y yo pensaba: “a mí no me hables de superación, háblame de lo que me pasa por dentro y de esa oscuridad"… Por eso la película nace de esas entrañas y de expresar esa furia que yo sentía en ese momento. Quería hacer una lectura sobre la violencia sexual y mostrar una mirada más visceral y más cruda”.
Gemma nos confiesa que, en ese difícil momento, el cine fue un bálsamo para ella: “Ya han pasado catorce o quince años. Yo lo superé gracias al cine, a la escuela de cine, que me sirvió para evadirme rodando, escribiendo… Y también necesité mucha terapia, no te voy a engañar”.
“Quería hacer una película incómoda”
Preguntamos a Gemma cómo ha volcado toda esa rabia en la película: “Quería usar todas las herramientas del cine para hacer una película oscura, violenta, incómoda. Para mí, tan importante como lo que se cuenta en la película es la manera de contarlo. Por eso quería hacer una película incómoda, porque de lo que hablamos es incómodo. Oscura, porque lo que contamos es oscuro. Y no quería llegar hasta el final del arco del personaje, a esa sanación o superación. No me interesaba mostrar esa parte del proceso”.
En la película encontramos dos formas distintas de rabia, la contenida de la protagonista, que es como una olla a presión a punto de estallar, y la de su hermano (el también excepcional Álex Monner), que es consumido por esa ansia de venganza.
“La película tiene muchas capas y, a la vez, es como un juego de espejos: pueblo y ciudad, el bien y el mal, la razón y el instinto, el hermano y la hermana… Yo quería que hubiera un punto en que los entendiéramos a los dos, pero también que viéramos muy claramente por qué chocan. Porque el hermano también tiene esa necesidad de reparación por dentro, porque necesita protegerla, ya que, culturalmente, eso es lo que nos han enseñado los mandatos de género”.
“Pero eso choca con ella –añade-, porque Alex no quiere ser protegida. Y lo que se encuentra en esa primera conversación con su hermano es que la cuestionan. Y eso también responde a la típica pregunta de por qué la mayoría de víctimas de violencia sexual no hablan y no dicen que han sido agredidas, porque lo que se encuentran es muy complicado. Hay mucha violencia institucional, mucha violencia intrafamiliar... y es muy complicado hablar y que el contexto te sepa escuchar y sostener. Desgraciadamente no estamos educados para ello”.
Fotograma de 'La furia'
La protagonista encontrará consuelo en el teatro
Gemma nos comenta que: “El hermano gestiona esa rabia más desde la vida real, desde un instinto que se le escapa. Mientras que gracias al teatro, gracias a representar la obra Medea, Alex tiene otras armas para canalizar esa rabia y poder gestionarla”.
En la mitología griega Medea ayuda a Jasón en su búsqueda del vellocino de oro y se casa con él. Pero cuando Jasón quiere abandonarla por otra mujer se venga de él matando a sus propios hijos.
“Se dice de Medea que era la loca, la hechicera –nos comenta Gemma-. Pero también es uno de los primeros personajes femeninos fuertes y autónomos. Hay algo en ese hecho de matar a sus hijos, “los mato porque son míos y este es mi dolor”, algo de apropiarte de tu propio dolor y decir: “lo voy a gestionar, voy a hacer algo por mi dolor”.
“Hay algo que me parece fascinante en ese sentido y creo que Alexandra también tiene eso de apropiarse de su propio dolor, de fantasear con venganzas y de adentrarse en un camino oscuro. De rebelarse ante las dinámicas imperantes y buscar su lugar de poder”.
Fotograma de 'La furia'
Una película de miradas y gestos
Gemma y sus protagonistas afrontan esa rabia contenida, desde las miradas y los gestos. “Me obsesiona mucho que las secuencias tengan los mínimos diálogos, solo los absolutamente necesarios. No es que sea una película silenciosa, hay mucho diálogo, pero sí que hay muchos momentos en que las cosas suceden en el interior de los personajes, sobre todo el de Ángela”.
“Por eso, lo que hice, junto a Ángela, fue desglosar el arco del personaje -añade-. Y ensayar improvisaciones de cada uno de los estados por los que atraviesa, para ubicarlos muy claramente luego en el rodaje. Decíamos: “Estamos en esa primera fase del proceso traumático”. Y dentro de esa primera fase había otras fases. Y luego estaba también cuando Alex se desdoblaba en Medea. Trabajamos muy bien esos diferentes personajes dentro del principal. Fue un proceso arduo que trabajamos mucho desde el cuerpo, desde lo físico. Porque esta ha sido una película muy física”.
“Por eso añade la realizadora-, también quería que los personajes se buscaran o se rechazaran según el momento de la película. Y mostrar también cómo le afecta a Alex esa rabia contenida, no solo a nivel psicológico sino también físico. Lo vemos en las escenas en las que vemos que el cuerpo le pesa y tiene dolores en la nuca. Creo que también ha sido una interpretación muy física”.
Fotograma de 'La furia'
“No hemos tenido que buscar a víctimas, estaban a nuestro alrededor”
En cuanto a si han hablado con otras víctimas de violencia sexual, Gemma nos comenta: “No hemos tenido que ir a ninguna asociación a buscarlas, porque desgraciadamente estaban a nuestro alrededor. Pero no quería hacer una historia genérica, porque cada víctima es un mundo y las consecuencias de cada agresión también son muy diferentes”.
Destacar que la película también está rodada con esa furia; “Sí, como te decía antes, hemos intentado que tuviera cierto pulso, cierta incomodidad y que se correspondiera a nivel formal. Quería usar la imagen y el sonido, la iluminación, el color, los actores… o sea, todos los elementos a nuestra disposición, para hacer una película con mucha furia y muy oscura. Afortunadamente también ha sido un rodaje lleno de amor, pero teníamos muy claro que teníamos que rodarla con esa furia”. .
La furia se estrena el 28 de marzo.
Cartel de 'La furia'