El club de las poetas muertas: de Enheduanna a Gloria Fuertes, mujeres de verso en pecho
- Safo, Santa Teresa o Gabriela Mistral siguen hablando con sus versos a través de los siglos
- Siete mujeres poetas que dejaron huella para celebrar el Día Mundial de la Poesía


Una suma sacerdotisa acadia, una joven de Lesbos, la primera doctora de la Iglesia, una premio Nobel o la primera mujer que entró en la Real Academia Española forman parte del club de las poetas muertas. Este 21 de marzo celebramos el Día Mundial de la Poesía y recordamos algunos de sus mejores versos.
Enheduanna
"Ella habla,
las ciudades se derrumban,
caen en montículos de ruinas,
sus casas se embrujan,
sus santuarios se vuelven estériles".
Enheduanna (2285–2250 a. C.) fue la primera poeta de la historia, nacida en la ciudad de Ur, 15 siglos antes que Homero, era una suma sacerdotisa acadia, hija del rey Sargón I. Fue la primera autora literaria que firmó sus composiciones, pero lo hizo con su título honorífico, no con su nombre de cuna. En significa gran sacerdotisa en sumerio y Heduanna se traduce como "adorno del cielo".
Safo
Δέδυκε μεν ἀ σελάννα
καὶ Πληΐαδεσ, μέσαι δὲ
νύκτεσ πάρα δ᾽ ἔρχετ᾽ ὤρα,
ἔγω δὲ μόνα κατεύδω.
"Se han puesto la luna y las Pléyades; ya es media
noche; las horas avanzan, pero yo duermo sola".
En el siglo VI antes de Cristo floreció Safo de Mitilene, considerada por Platón "la décima musa". Este poema describe la noche del 31 de marzo del año 570 cuando la constelación de las Pléyades se ocultó antes de la medianoche. Safo era una noble que instruía a las jóvenes en la Casa de las servidoras de las Musas. De su nombre y su origen derivan las palabras del amor entre mujeres y, pese a que solo se conservan fragmentos de su obra, sus versos son inmortales: "Lo más bello es aquello que uno ama", una defensa de la lírica por encima de la épica.
Teresa de Jesús
"Mira que el amor es fuerte,
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
que muero porque no muero". Teresa de Jesus, "Vivo sin vivir en mí"
Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada (1515-1582) fue una niña con una viva imaginación que se escapó con su hermano para buscar el martirio en "tierras de moros". La aventura acabó pronto, su tío los encontró y los devolvió a casa, donde jugaban a construir ermitas. Teresa de Jesús fue la primera mujer reconocida como doctora de la Iglesia, santa y mística.
Lectora empedernida se preocupaba de que las bibliotecas conventuales de las carmelitas descalzas estuvieran bien surtida. Quería que las monjas estuvieran alegres e instituyó dos recreos diarios en los que cantaban y organizaban concursos poéticos. La editorial Ya lo dijo Casimiro Parker acaba de publicar Éxtasis.Poesía completa.
Juana Inés de la Cruz
"Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Defensora de los derechos de la mujer, Juana Inés de la Cruz (1651-1695) era una monja mexicana de armas tomar. Aprendió latín en 20 lecciones y escribió poemas, villancicos, obras de teatro y autos sacramentales. En sus versos, usa el español y el náhualt. De las carmelitas pasó a las jenónimas, de disciplina más relajada, que le permitían estudiar, escribir y celebrar tertulias en su celda de dos pisos. Tras varios textos polémicos, fue llamada al orden y arrinconó su creación literaria, en el libro del convento firmó: "Yo, la peor del mundo".
Gabriela Mistral
"Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido". Gabriela Mistral, Desolación.
Con los sonetos de la muerte, de los que forma parte este poema, Gabriela Mistral (1889-1957) ganó los juegos florales de 1914. Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga fue consul de Chile en España de 1933 a 1935, y mantuvo una correspondencia con intelectuales españolas exiliadas. Pedágoga, defendía que los niños tenían derecho a la educación, la libertad, la salud plena y la alegría. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1945.
Carmen Conde
"A Ella la llamas Ave, saludándola.
A mí llamaste Eva, que es lo mismo.
El Ave de María es terrenal morada tuya,
y yo fui lanzada de tu Huerto, acá a la tierra". Carmen Conde, Mujer sin edén
Primera mujer en la Real Academia de la Lengua, Carmen Conde (1907-1996) desde niña había querido ser escritora. Estudió el bachillerato con una beca y luego se sacó Magisterio por libre en la Universidad de Murcia. La poeta perdió en el parto a su única hija y sufrió el desgarro de la guerra civil. Viajera apasionada, escribió versos, ensayos, novelas y antologías. En 1978 entra en la RAE como académica de número, es la primera que lo logra.
Gloria Fuertes
"Nací a muy temprana edad.
Dejé de ser analfabeta a los tres años,
virgen, a los dieciocho,
mártir, a los cincuenta.
Aprendí a montar en bicicleta,
cuando no me llegaban
los pies a los pedales,
a besar, cuando no me llegaban
los pechos a la boca.
Muy pronto conseguí la madurez". Gloria Fuertes, "Autobio"
Hija de un conserje y una costurera, Gloria Fuertes (1917-1998) nació en la madrileña calle de La Espada. Creció sin juguetes, en un ambiente poco estimulante: "Cuando mi madre me veía leer o estudiar, me pegaba, me ponía una escoba o un estropajo". Autodidacta, su obra poética trasciende la literatura infantil por la que fue conocida y sus colaboraciones en programas de TVE como "La cometa blanca" o "Un globo, dos globos, tres globos". Una "mujer de verso en pecho" cuyos poemarios siguen vigentes.