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Virginia Pedreño, secretaria de la religión bahá'í en España: "Es muy fácil ser bahá'í y muy fácil dejar de serlo"

  • No existe ceremonia ni ritual para pertenecer a esta comunidad "basta con creer en Bahá'u'lláh y seguir sus enseñanzas"
  • La estadounidense Virginia Orbison trajo la Fe bahá'í a España en 1946, actualmente son 5.000 creyentes en todo el país

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Entrevista a Virginia Pedreño, secretaria de la Asamblea Espiritual Nacional de la comunidad bahá'í en España
La estrella de nueve puntas es el símbolo de la religión bahá'í fundada el año 1844 en Persia, actual Irán.

"De pequeña me gustaba mucho la religión", explica Virginia Pedreño Vidal (Cartagena, 43 años). "Mis padres son católicos, aunque no eran especialmente practicantes", recuerda la secretaria de la Asamblea Espiritual Nacional de la Comunidad Bahá'í en España. "Con 17 años me hice bahá'í" porque tenía una amiga de esta religión que "siempre contaba cosas de su fe y me di cuenta de que yo pensaba lo mismo que piensa la Fe bahá'í".

En España son alrededor de 5.000 fieles repartidos por el país, lo que les ha llevado a ser reconocidos oficialmente como una confesión religiosa de notorio arraigo el 23 de septiembre de 2023. Es la última religión registrada en España.

La Fe bahà'í nació en 1844 en Persia, actual Irán. Los fundadores de esta religión fueron Siyyid 'Alí-Muhammad, el cual adoptó el nombre de Bab (la puerta), y Mirza Husayn Ali Nuri, conocido como Bahà'u'llàh (la gloria de Dios). Según el Anuario de la Enciclopedia Británica de 1992, la fe bahaí está establecida en 247 países y territorios. Los bahais proceden de más de 2.100 grupos étnicos, raciales y tribales, y totalizaban en 2020 más de ocho millones de fieles en el mundo, la mayoría en Irán y la India. Los principales pasajes de sus textos sagrados se han traducido a 802 idiomas.

Virginia Pedreño Vidal, secretaria de la Asamblea Espiritual Nacional de la comunidad bahá'í en España.

Virginia Pedreño Vidal, secretaria de la Asamblea Espiritual Nacional de la comunidad bahá'í en España. BERGUÑO FERNÁNDEZ

Virginia habla con mucha paz. Medita cada respuesta. Estudió Educación Social y Psicopedagogía. Viajó a Colombia para especializarse en Educación y Desarrollo Social donde trabajó con la Fundación FUNDAE unos años. Regresó a España y comenzó a coordinar algunas actividades educativas dentro de la comunidad bahá'í. Lleva tres años consecutivos ejerciendo como secretaria nacional de los bahá'ís en España y desde hace siete que sus hermanos en la fe confían en ella para que forme parte de la Asamblea Espiritual Nacional.

Bahaísmo en España

P: ¿Cuál es la historia de la Comunidad Bahá'í en nuestro país?

R: La primera bahá'í que vino se llamaba Virginia también, Virginia Orbison, y no tiene nada que ver conmigo porque mi familia no era bahá'í... (risas) Ella vino de Estados Unidos a España hace unos 80 años —llegó en 1946—, durante la dictadura de Franco. Era una mujer sola. Tenía 43 años cuando vino y se asentó en Madrid. Empezó a dar clases de inglés y poco a poco se fue formando la comunidad y más amigos por el país empezaron a aceptar la fe.

Bayán, bahá'i de Alicante, muestra en su móvil una foto de sus abuelos en una de las primeras comunidades bahá'í en España.

Bayán, bahá'i de Alicante, muestra en su móvil una foto de sus abuelos en una de las primeras comunidades bahá'í en España. BERGUÑO FERNÁNDEZ

P: Actualmente, ¿cuántos bahá'ís sois en España?

R: El número de bahá'ís... (silencio reflexivo). Nosotros contamos sólo a los que se han declarado oficialmente. En nuestras actividades la mayoría de niños, de jóvenes y adolescentes que participan y muchas familias, no son bahá'ís y no los contamos. Si contáramos más abiertamente seríamos más, porque la gente está ahí. Pero somos bastante estrictos. Yo diría que unos 5.000 más o menos. Y comunidades hay muchas, la verdad es que no sabría decir, pero ciento y pico. Hay algunas más grandes, más chiquititas, pero hay bahá'ís en casi todo el país.

Fachada del Centro Nacional Bahá'í en Madrid

Fachada del Centro Nacional Bahá'í en Madrid. BERGUÑO FERNÁNDEZ

La unidad de la humanidad, fundamento bahá'í

P: ¿Cuáles son los principios fundamentales de la Fe bahá'í?

Bahá'u'lláh enseña que sólo hay un Dios y que es el mismo para todos

R: El principio fundamental es la unidad: la unidad de la humanidad. Bahá'u'lláh enseña que sólo hay un Dios y que es el mismo para todos. Entendemos que la religión es una y que se va manifestando en la humanidad. Digamos que hay educadores divinos que van ayudando a la humanidad a avanzar. El principio fundamental que Bahá'u'lláh ha traído es la unidad del mundo. Tenemos que aprender cómo traducimos la unidad para que el mundo funcione mejor, porque la gran mayoría de los problemas que tenemos ahora: el cambio climático, la emigración, las crisis económicas... tenemos que aprender a encontrar niveles de coordinación mundial para solucionarlos. Y la unidad a todos los niveles: en las comunidades, en las familias...

P: ¿Y cómo se aplica ese principio de unidad en la vida diaria?

R: Cómo traducir ese principio es lo que estamos intentando aprender. Cómo nos relacionamos personas de diferentes razas, de diferentes edades, de diferentes clases económicas en un mismo espacio de una manera libre de prejuicios. El concepto es la unidad en la diversidad. Vemos la diversidad como una riqueza y no como un lastre. Una oportunidad con la que podemos aprender unos de otros a construir un mundo más justo, más unido. Ese es el principio cardinal y está muy unido a la justicia. Sin justicia es muy difícil que surja la unidad. La injusticia y los prejuicios son son causa de violencia, de distanciamiento, de falta de entendimiento...

Una religión abierta a todos

P: ¿Cómo promueve la Comunidad Bahá'í esta unidad de la humanidad y la armonía entre las diferentes culturas y religiones en España?

R: De manera práctica, en las comunidades, intentando ser abiertos, invitando a todo el mundo independientemente de cualquier prejuicio, de si tienes mucho dinero o poco dinero, o de si eres de una religión o de otra. Son bienvenidos todos los que quieren participar.

P: ¿En qué actividades se puede participar?

Desde el principio estamos pensando cómo mejoramos nosotros y cómo mejoramos nuestro entorno

R: Hay muchas actividades. Tenemos clases de educación espiritual para los niños. La mayoría de los niños que participan no son bahá'ís y aprenden los principios de cómo ser un buen amigo. Es una manera muy práctica de construir unidad. También tratamos otros temas: cómo me relaciono con otros, cómo tener un corazón alegre y puro, en fin, todas esas cosas. Y luego con los adolescentes —que llamamos prejóvenes— también tenemos grupos donde estudian historias de jóvenes de su edad que están pasando desafíos y aprenden sobre otros asuntos: cómo tengo esperanza, cómo tengo alegría, cómo me esfuerzo por conseguir metas nobles. Estos grupos también realizan actos de servicio para la comunidad. La idea es que desarrollen la capacidad de pensar qué necesita su entorno, que hagan cosas, reflexionen y aprendan a servir. Ojalá no sólo de una manera puntual, aunque al principio limpian algo o hacen una visita. Y luego está lo que llamamos Círculos de Estudio. Desde el principio estamos pensando cómo mejoramos nosotros y cómo mejoramos nuestro entorno. Eso es algo que está muy presente, ese doble propósito moral.

P: ¿Qué proyectos lleváis a cabo para contribuir al bienestar de la sociedad?

R: También tenemos reuniones de oración. Y luego, fruto de esas actividades, también surge a veces el apoyo escolar. Si tienes un grupo y necesitan fortalecer porque les va mal en el colegio... Muchas de estas actividades se hacen paralelamente.

Grupo de jóvenes bahá'í en Marbella, Málaga.

Grupo de jóvenes bahá'í en Marbella, Málaga. COMUNIDAD BAHÁ'Í ESPAÑA

P: También clases de español porque sois de muchos países, ¿no?

Cada comunidad intenta ver qué se necesita en su entorno para responder en la medida de lo posible

R: Sí, en algunas comunidades también hay clases de español. En Alicante, por ejemplo, tienen varios grupos con mucha gente que está aprendiendo español. Al final cada comunidad intenta ver qué se necesita en su entorno para responder en la medida de lo posible. Y algo característico es que tenemos la idea de desarrollar capacidad en los demás y de ver el potencial humano. No es "necesitas esto, te lo doy". Intentamos crear espacios donde reflexionamos juntos sobre nuestras necesidades e intentamos desarrollar esta capacidad para responder a ellas. Estamos en el proceso de desarrollar esa manera de pensar desde la base, que puede ser muy sencillo, que no es como escribir un proyecto.

Armonía entre ciencia y religión

P: ¿Qué papel juega la educación en el principio de la fe bahá'í, sobre todo para el desarrollo de sus miembros y de sus comunidades?

R: Siempre intentamos estudiar las palabras de Bahá'u'lláh y aplicarlas. Para los bahá'ís la educación académica, intelectual y científica es muy importante. Otro de los principios fundamentales de nuestra fe es la armonía entre la ciencia y la religión en el sentido de que ambas son fuentes de conocimiento. Tanto la ciencia como la religión impulsan la civilización y no se deben contradecir porque nos están ayudando a progresar como humanidad. Intentamos animar a ser amantes del conocimiento con ese propósito de usarlo para el mejoramiento del mundo. Hay algunos seminarios para jóvenes universitarios que trabajan esta idea de la armonía entre la ciencia y la religión y sobre cómo podemos contribuir con esas profesiones al mejoramiento del mundo.

Visita de representantes bahá'í a la Direccion General de Libertad Religiosa

Visita de representantes bahá'í a la Direccion General de Libertad Religiosa. COMUNIDAD BAHÁ'Í ESPAÑA

P: ¿Cómo os organizáis los bahá'ís para tomar decisiones dentro de la comunidad?

R: Es similar en todo el mundo. En cada comunidad local donde hay un número suficiente de bahá'ís se elige una asamblea espiritual local. Son nueve miembros que se eligen una vez al año. En Ridván, que es una importante festividad bahá'í —se celebra el 20-21 de abril— se eligen los representantes sin candidaturas. Todos los creyentes mayores de 18 años votan y los mayores de 21 son elegibles. El voto es secreto y nadie se propone ni se comenta entre las personas a quién vas a votar. Se piensa en las cualidades de los amigos y del servicio que tienen que hacer. Eso es lo que llamamos la Asamblea Espiritual Local, que es el órgano que coordina las actividades y dirige. Dentro de cada asamblea hay un secretario, un tesorero, un coordinador... Pero no son cargos fijos sino que se van renovando cada año.

Votaciones sin candidatos ni campañas

P: ¿Y a nivel nacional?

R: A nivel nacional hacemos convenciones de área con el mismo sistema para elegir la Asamblea Espiritual Nacional. Una vez al año se hacen esas votaciones y dependiendo del número de creyentes de cada zona se elige un número representativo de delegados. En España son 57. En esas reuniones no es solo elegir, sino también se consulta y se habla de los asuntos de la comunidad, de los aprendizajes... Votan los 57 y pueden elegir a cualquiera que sea bahá'í y que viva en el país. No tiene por qué ser un delegado. Luego hay como otra rama que es la rama designada: consejeros, miembros del cuerpo auxiliar que operan a nivel continental y por zonas. Pero ellos no toman decisiones, este organismo es de índole más consultivo y se eligen cada cinco años.

P: ¿Cómo se sostiene económicamente la religión bahá'í en España?

La gente aporta o puede hacer domiciliaciones o como considere, pero es siempre confidencial

R: Hay un fondo que aportan los bahá'ís. Para preservar la comunidad no hay ninguna cuota fija ni ningún tipo de presión. En la fiesta de 19 días se puede poner un fondo y la gente aporta o puede hacer domiciliaciones o como considere. Pero es siempre confidencial y siempre se evita hacer alarde y saber quién aporta o cuánto.

Un grupo bahá'í en un momento de oración.

Virginia Pedreño en un momento de oración con otras bahá'ís. BERGUÑO FERNÁNDEZ

P: No tenéis templos en España y en Europa solamente tenéis uno.

R: Sí, en Langenhain, en Alemania, muy cerca de Frankfurt.

P: ¿Qué significa el templo para la Comunidad Bahá'í?

R: Una casa de adoración. Es un lugar de de oración. En la palabra original es "el punto del amanecer de la adoración de Dios". En el futuro, cuando haya muchos templos en muchos sitios, pues uno irá a la casa de oración a hacer oraciones por la mañana y luego pues irá a su trabajo o a estudiar. Son diáfanos por dentro, no hay muchos adornos. Hay sillas y es un espacio de tranquilidad. También están abiertos a todos. Cualquier persona que quiera ir a orar puede ir allí y hacer sus oraciones.

P: En España sí tenéis espacios de oración.

R: Sí y son abiertos a todos.

La fiesta de los 19 días

P: Os juntáis cada 19 días, no cada semana como es habitual en las religiones monoteístas. ¿Por qué?

R: Sí, porque el calendario bahá'í son 19 meses de 19 días cada mes. Entonces, el primer día del mes se hace este encuentro que tiene tres partes. Hacemos oraciones en la parte espiritual, luego hay una parte de consulta donde se habla de lo que está pasando, se escuchan sugerencias y se reciben noticias. Y luego hay una tercera parte social donde se comparte algo de comer y se charla para seguir fortaleciendo la amistad.

Reunión de la comunidad bahá'í Ebro Sur.

Reunión de la comunidad bahá'í Ebro Sur. COMUNIDAD BAHÁ'Í ESPAÑA

P: ¿Qué dicen los bahá'ís sobre la existencia del mal?

Intentamos ser mejores aunque hay cosas que nos cuestan más o menos

R: Bueno, desafortunadamente existe el mal. Lo que enseña la fe bahá'ís es que tenemos una doble naturaleza: una naturaleza espiritual que intentamos alimentar y que nos ayuda a desarrollar cualidades y a desarrollar nuestro potencial. Pero también tenemos una naturaleza material que nos incita a ser egoístas y todos tenemos esa naturaleza y esa lucha. Intentamos ser mejores aunque hay cosas que nos cuestan más o menos. Es algo que existe, desde luego, pero intentamos alimentar la naturaleza espiritual.

P: Y cuando el mal puede al bien en una comunidad o en un creyente bahá'í, ¿qué sucede?

R: Normalmente la relación suele ser educativa: hablar con las personas y ayudarles a superar los desafíos que puedan tener e intentar apoyarles.

P: ¿No existe algún elemento corrector?

Mucha gente con el tiempo se enmienda o deja de hacer aquello que está haciendo mal y se reincorpora

R: Si hay algún creyente que hace algo muy malo de manera reiterativa y muy visible, si alguien tiene un comportamiento realmente dañino para la comunidad, una sanción que se le puede poner es privarle de voto. Que no pueda ser elegido para una institución. Pero no es que se aparten los creyentes, sino que siguen siendo creyentes y esa tarea educativa sigue y pueden participar en otras actividades. Mucha gente con el tiempo se enmienda o deja de hacer aquello que está haciendo mal y se reincorpora.

`Abdu'l-Bahá, hijo del profeta y fundador Bahá'u'lláh.

Fotografía de`Abdu'l-Bahá, hijo del profeta y fundador del bahaísmo, Bahá'u'lláh. COMUNIDAD BAHÁ'Í ESPAÑA

Cómo ser bahá'í

P: ¿Qué hay que hacer para ser bahá'í?

No hay ninguna ceremonia, no hay ningún ritual. Si uno cree en Bahá'u'lláh y quiere seguir sus enseñanzas es bienvenido

R: La verdad es que es muy fácil ser bahá'í y muy fácil dejar de serlo. Las puertas siempre están abiertas. Realmente ser bahá'í es muy sencillo. Es creer en Bahá'u'lláh y tener la disposición de conocer sus enseñanzas y aplicarlas. En España, por la Ley de Protección de Datos, normalmente llenan una ficha o una tarjetita y autorizan para tenerlos en la base de datos para cuando hay elecciones y saber quiénes son los creyentes. Aunque hay muchos otros que se sienten bahá'ís sin estar inscritos. Pero no hay ninguna ceremonia, no hay ningún ritual. Si uno cree en Bahá'u'lláh y quiere seguir sus enseñanzas, es bienvenido.

P: ¿Qué mensaje te gustaría transmitir como secretaria de la Asamblea Espiritual Nacional de los bahá'ís en España?

R: Que tengamos confianza y esperanza porque podemos ser activos en mejorar el mundo. Y que podemos trabajar juntos con amigos de diferentes religiones, de diferentes clases... Y que estemos abiertos para construir una sociedad mejor.