Trump desmantela un arma blanda de los EE.UU.: los medios Voice of America, Radio Liberty y Radio Martí
- Las emisiones de Voice of America estaban pensadas para influir en regímenes enemigos de los EE.UU.
- Rusia y China celebran que Trump desmantele un conglomerado que consideraban una fuente de propaganda estadounidense


El presidente Donald Trump ha acabado con 80 años de política exterior estadounidense al mostrarse más cerca de Moscú que de Europa y la alianza atlántica en sus primeras semanas de segunda presidencia.
Y, como si de la guinda de un pastel fuera, y con el argumento de reducir la Administración federal, ha terminado por decreto con uno de los instrumentos más potentes y reconocibles de la llamada diplomacia blanda, las emisiones de radio y televisión financiadas públicamente para, según qué punto de vista, informar verazmente y contrarrestar la desinformación de países enemigos, o trasladar el ideario político y cultural de los Estados Unidos, su propia propaganda. Voice of América, Radio Free Europa/Radio Liberty y Radiotelevisión Martí son nombres vinculados a la lucha informativa, ideológica y política contra la Alemania nazi, la órbita soviética durante la Guerra Fría y el régimen comunista en Cuba. Hasta que ha llegado la segunda edición de presidente Trump.
Los cierra ¿porque ya no son necesarios?, ¿porque ya no hay regímenes enemigos? No. Los cierra porque desde su punto de vista no le son favorables. El título del comunicado de la Casa Blanca juega con el nombre de la principal emisora: "La Voz de la América Radical". Entre los argumentos, que algunos empleados han tuiteado contra el presidente Trump.
El brazo ejecutor del presidente Trump, con motosierra dorada en mano, Elon Musk, argumentó así el cierre en su plataforma X: "Sí, que los cierren. 1. Europa ya es libre (al margen de una burocracia sofocante). ¿Hola? 2. Ya nadie los escucha. 3. Son simplemente unos locos de izquierda radical hablando para sí mismos, quemando mil millones de $ al año del dinero de los contribuyentes". ¡Quién nos iba a decir que un día alguien acusaría a Voice of America, Radio Liberty y Radio Martí de promover una izquierda radical!
Un poco de historia: de 1942 al sábado 15 de marzo de 2025
Érase una vez una niña, yo misma, que creció en la Guerra Fría y se familiarizó con unas antenas gigantes de radio en la playa de Pals, en la Costa Brava. Las antenas de Radio Free Europe/Radio Liberty plantadas en la arena y aisladas por un cordón de seguridad propio de instalaciones militares. Eran antenas estadounidenses que servían para mandar información y contrapropaganda a la comunista Unión Soviética y sus países satélites. Una playa que el gobierno de los Estados Unidos compró al gobierno de Franco en los años 50. Según las crónicas fueron la emisora en onda corta más potente del mundo.
Érase una vez un dirigente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, que fue secuestrado en agosto de 1991 en un intento de golpe de Estado contra sus reformas hacia la democracia y el capitalismo. Encerrado y aislado en su dacha de Crimea, contó Gorbachov, logró enterarse de qué estaba pasando en Moscú y en el resto del mundo gracias a las emisiones de onda corta de la británica BBC World Service y las estadounidenses Radio Liberty y Voice of America (VOA). Fracasado el golpe ese mismo agosto de 1991, el presidente de Rusia (aún dentro de la URSS), Boris Yeltsin, en reconocimiento a la labor informativa autorizó por decreto a Radio Free Europe/Radio Liberty a abrir una oficina y establecerse en Moscú, hasta entonces habían operados con una red de 400 reporteros esparcidos por el territorio. El presidente Vladímir Putin se encargaría más adelante de revocar el decreto de su antecesor.
La última emisión desde la playa de Pals fue el 25 de mayo de 2001, al inicio de la presidencia de George W. Bush, porque, entre otras cosas, aquellas instalaciones habían quedado obsoletas "por la existencia de diferentes medios de comunicación más avanzados y la disponibilidad de otros enclaves de retransmisión para cubrir la antigua Unión Soviética”. Es decir, eran el método y la ubicación lo que había quedado obsoleto, pero las emisiones siguieron. Hasta que ha llegado Trump 2.
"Sábado sangriento", 15 de marzo de 2025
"Sábado sangriento" tituló NPR, la radio pública (que teme que lo de VOA sea sólo el inicio) al informar del cierre. "Ese día los periodistas fueron a su lugar de trabajo y se encontraron con que no les prohibieron entrar, sus puestos de trabajo habían quedado en baja administrativa". La medida afecta, entre personal fijo y contratado, a unas 3.500 personas, todo el personal de Voice of America y de la Oficina para Cuba que lleva Radio y Televisión Martí. Una consecuencia del decreto que el presidente había firmado el viernes por la noche, por el que se eliminaban todas la actividades de la agencia U.S. for Global Media. La agencia incluye también Radio Free Europe/Radio Liberty, Radio Free Asia and the Middle East Broadcasting Networks. Emitían en un total de 50 lenguas.
La medida ha sido una bomba periodística y política en los Estados Unidos y fuera. Desde la perspectiva de los EE.UU. esas emisiones se habían visto como adalides de las libertades democráticas contra la censura de regímenes autoritarios y ahora, ese personal, esos periodistas, se sienten ellos víctimas de la censura. Muy significativo es el testimonio de uno de ellos, Liam Scott, que se encargaba precisamente de informar sobre la libertad de información, y que relata cómo, desde la llegada de Trump y de la superjefa que ha nombrado para la agencia, se les ha ordenado, por ejemplo, que dejen de cubrir la libertad de información en los Estados Unidos. En el mismísimo Despacho Oval, el presidente se ha enfrentado a una periodista de VOA por preguntar sobre el propósito de expulsar a los palestinos de Gaza.
El director de la organización Reporteros Sin Fronteras emitió este comunicado: "Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su profunda preocupación por esta decisión de la administración Trump, una medida que amenaza la libertad de prensa en todo el mundo y niega 80 años de historia estadounidense de apoyo al libre flujo de información. RSF pide al gobierno de Estados Unidos que respete inmediatamente la autonomía de VOA como organización de noticias independiente y cancele esta decisión. Además, RSF insta al Congreso y a las partes interesadas internacionales a movilizarse contra esta fatídica medida. RSF se solidariza con los empleados del medio y muestra su preocupación por los 10 empleados de USAGAM actualmente detenidos en el extranjero por hacer su trabajo".
Implicaciones personales y jurídicas
De acuerdo con la orden presidencial del viernes 14, el contrato laboral del personal expirará el 31 de marzo. Apenas dos semanas de margen para reaccionar. Se da la circunstancia de que la mayoría de periodistas extranjeros están en los Estados Unidos con un visado vinculado a su contrato. Es decir, a partir del 1 de abril —el Día de los Inocentes en EE.UU.— si les revocan el visado, se convierten en inmigrantes ilegales y pueden ser deportados. O sea, que además de quedarse sin trabajo ni seguro médico, apenas tienen tiempo para empaquetar y volverse a casa, con las complicaciones familiares y económicas que pueda conllevar. Lo dramático e incluso trágico es para quienes volver a su país implica un riesgo de represalias que pueden llegar a la cárcel o, incluso, la muerte. De hecho, y como menciona el comunicado de RSF, ya hay casos de periodistas encarcelados en distintos países por haber trabajado para VOA.
La prioridad para esos periodistas extranjeros —he recogido el testimonio de algunos— es solucionar su situación legal y mantener algún tipo de visado. Otra posibilidad es recurrir la medida apelando a una posible inconstitucionalidad, si la justicia establece que un organismo creado por el Congreso —separación de poderes— no puede ser anulado por el presidente, sino que tiene que ser en todo caso el Congreso.
Mientras, en Moscú, Pekín, Miami y Madrid
En Moscú la única reacción oficial es bastante austera, aunque se puede leer entre líneas: "Bueno, no se puede calificar a esos medios de populares y con demanda en la Federación Rusa, de modo que realmente no nos afecta, es una decisión interna de los Estados Unidos", se limitó a decir el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Hay que poner esas declaraciones en contexto: en febrero del año pasado Rusia designó Radio Free Europe como una "organización indeseable".
Mucho más explícita, según informa The Moscow Times, ha sido Margarita Simonyan, la redactora jefa de Russia Today (RT), el canal del Kremlin que varios países, entre ellos los de la Unión Europea, han prohibido dentro de las sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania. "Hoy es un día de fiesta para mí y mis colegas de RT y Sputnik [otra plataforma des/informativa del Kremlin]. Es una decisión maravillosa de Trump”, ha sido la valoración de Simonyan, quien ha añadido: "No pudimos cerrarlos nosotros, pero lo han hecho los propios Estados Unidos".
En Pekín, The Global Times, periódico del Partido Comunista Chino, descalificó en su editorial ese conglomerado de medios públicos estadounidenses: "VOA nunca ha sido un medio justo e imparcial, más bien deliberadamente sesgado, propaganda venenosa (...) La hegemonía narrativa mantenida por VOA como fábrica de mentiras se puede romper en cualquier momento con un video corto desde el lugar de los hechos que cuelgue un ciudadano con acceso a la red". Lo que ha hecho el presidente Trump al desmantelar esas emisoras para el extranjero es, según este medio oficialista, "deshacerse de un trapo viejo".
La medida es chocante también teniendo en cuenta que una base electoral fuerte y fiel de Donald Trump y el Partido Republicano es el exilio cubano, y sus descendientes, en el estado de Florida, hasta el punto de que el titular de Exteriores elegido por Trump, Marco Rubio, es uno de ellos. Tanto en Miami como en La Habana los opositores al gobierno cubano se han llevado las manos a la cabeza y pedido al presidente que recapacite, máxime cuando esta medida se ha sumado al recorte de fondos para medios opositores cubanos financiados por la agencia estadounidense USAID, por la que pasó la motosierra de Musk antes, ha sido frenada por un juez y reconsiderada. En Miami, "desconcierto" ante el cierre de Radio y Televisión Martí, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA): "En nombre de la FNCA y de todos aquellos que luchan por la libertad de #Cuba, instamos al presidente Trump a restaurar los fondos necesarios para que Radio Martí continúe su labor vital. El pueblo cubano necesita, hoy más que nunca, el apoyo y la solidaridad de Estados Unidos".
En Madrid, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba: “La desaparición de Radio y Televisión Martí representaría un retroceso significativo, beneficiando exclusivamente al régimen cubano en su discurso propagandístico tanto dentro como fuera de la Isla. Además, fortalecería la propaganda y la desinformación de otros regímenes autoritarios que ya tienen presencia en Cuba y en el resto del mundo como el medio ruso, Russia Today (RT), CGTN de China, HispanTV de Irán y Telesur de Venezuela, lo que afectaría también los intereses democráticos de Estados Unidos y de Occidente en general”.