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Manolo Solo y Maria de Medeiros nos enamoran en 'Una quinta portuguesa'

  • Protagonizan la nueva película de Avelina Prat, que se ha presentado en Málaga
  • Cuenta con la participación de RTVE y llegará a los cines el 9 de mayo

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Tres actores posan en un photocall: una mujer con chaqueta negra y collar, otra con jersey verde, y un hombre con boina, gafas y traje marrón, señalando.
María de Mediros, Avelina Prat y Manolo Solo en el Festival de Málaga (EFE/Jorge Zapata)

Una de las películas más bonitas y especiales que hemos visto en el Festival de Málaga es Una quinta portuguesa, lo nuevo de Avelina Prat (Vasil), que narra cómo Fernando (Manolo Solo), un profesor de Geografía, es abandonado por su mujer y decide dejarlo todo, cambiar de identidad y trabajar de jardinero en una quinta del norte de Portugal donde lo acoge una enigmática mujer, Amalia, interpretada por una fabulosa Maria de Medeiros que nos hipnotiza en cada una de sus secuencias. Una cinta que cuenta con la participación de RTVE y que llegará a los cines el 9 de mayo.

Avelina nos cuenta cómo nació esta historia: “Me gusta leer el periódico un día me encontré con la historia de un hombre que lo había dejado todo para irse a Venezuela a comenzar una nueva vida. Desapareció hasta tal punto que su familia lo había declarado muerto por temas de herencias y cuando él quiso volver y se encontró con que no podía se encontró con muchos problemas. Y entonces me pregunté qué le tiene que pasar a una persona para dejarlo todo atrás y cambiar de vida completamente. Y ahí nació esta historia”.

Maria de Medeiros y Manolo Solo llevan 'Una quinta portuguesa' al Festival de Málaga

El protagonista de la historia es Fernando (Manolo Solo), un profesor de geografía que, cuando desaparece su mujer se siente: “Completamente desarbolado –nos confiesa el actor-. Es un experto en la representación del planeta sobre el papel. Y de repente su mundo se rompe, como ese papel, porque no encuentra ninguna explicación. Ella no ha dejado ninguna pista de por qué se ha ido y eso lo descoloca tanto, le hace tanto daño, que decide huir de la ciudad sin rumbo ni objetivo”.

“Entonces el destino pone en su camino a un jardinero que va a ir a trabajar a una quinta de Portugal –añade Manolo-. Y cuando este fallece repentinamente, decide suplantarlo, cambiar de piel, lo que, metafóricamente hablando, es una de las maneras más drásticas de alejarte de tu propia vida”.

RTVE.es estrena el tráiler de 'Una quinta portuguesa', con Manolo Solo y Maria de Medeiros

Encontrará refugio en una quinta portuguesa

Entonces Manolo encontrará refugio en esa quinta portuguesa que es propiedad de una misteriosa mujer: Amalia, una Maria de Medeiros absolutamente fascinante. “Soy la dueña de esa quinta que está al norte de Portugal, muy cerca de la frontera con Galicia. Y poco a poco también descubriremos que ella misma es una desplazada, porque viene de África y de un trágico pasado. Es una persona muy curiosa que escapa de lo convencional”.

“Y –añade-, cuando aparece este jardinero, ella, que es una persona muy curiosa, percibe enseguida que también esconde un secreto, que tiene un trauma o una herida. Así que los dos personajes se van descubriendo muy poco a poco, con mucho respeto, mucha distancia, pero mostrándose pequeños indicios el uno al otro. Y eso es muy bonito, porque se ve nacer esa relación entre los dos, pero de una forma muy poco convencional. Se van contando historias uno al otro y, a través de esas historias, se van dando indicios de quién son realmente”.

Fotograma de 'Una quinta portuguesa'

“Avelina huye del sentimentalismo”

Lo mejor de la película es ver como surge esa relación tan especial entre Fernando y Amalia, que no tiene nada que ver con la típica historia de amor. “La culpable es Avelina –asegura Manolo-, que huye del lugar común, del sentimentalismo, de lo sentimentaloide, de lo edulcorado. Es muy delicada, muy sutil y da margen al espectador para que rellene los huecos, porque no nos cuenta todo, no lo subraya todo ni dice al espectador lo que tiene que pensar y sentir en cada momento”.

“La película habla de amor –añade Avelina-, pero de amor en un sentido amplio, no de una relación de pareja, sino de amor por las cosas, por la vida, por el compañerismo. Son dos personas muy diferentes que encuentran un vínculo entre ellas, pero es un vínculo que para mí es más de convivencia, de compañerismo que de una relación posible de pareja, que no sabemos si tienen o tendrán”.

 “Y una cosa que me gusta mucho –añade Manolo Solo-, es que en esa relación hay un halo de misterio que también sobrevuela toda la película. Es una historia que no es nada efectista, el thriller no es un misterio al uso y la parte de drama romántico tampoco se parece a nada de lo que solemos ver. Ni siquiera definiría como comedia la parte que tiene de comedia”.

Fotograma de 'Una quinta portuguesa'

Un lugar mágico

Destacar también la importancia de esa preciosa villa portuguesa en la película. “Para mí es un lugar mágico –nos confiesa Avelina-, como dice uno de los personajes de la película: "es un lugar de otro tiempo para olvidarse del mundo". Pero también es un lugar donde el personaje de Manolo Solo encuentra algo: la jardinería, la tierra, esas cosas sencillas que le permiten recomponerse”.

“El personaje quiere empezar de nuevo en otro lugar y creo que Portugal, estado aquí al lado, es un gran desconocido para nosotros -añade la directora-. Porque solemos mirar hacia el otro lado de Europa: Francia, Italia… Siendo que Portugal está más lejos de nosotros de lo que debería. Sobre todo, porque es un lugar mágico, el sitio ideal para desaparecer y empezar de nuevo. Y, sobre todo, creo que enseguida nos describe como es el personaje de Maria”.

Fotograma de 'Una quinta portuguesa'

Y es que la jardinería, la cocina e incluso el vino, son parte de esas cosas sencillas que unen más a los protagonistas, como nos comenta Maria de Medeiros: “Son personajes que no se relacionan con máquinas, como la mayoría de nosotros actualmente. Y ya han pasado por tantas cosas que buscan ese lado hedonista de la vida. Quieren aprovechar esos pequeños momentos, disfrutar de esas pequeñas cosas de la vida”.

“Por eso –continúa la actriz-, lo que plantan es lo que comen, y cuidan el jardín, cocinan con cariño… y, sobre todo, sienten la presencia de los otros; forman como un hogar sin forzar nada. Y sabiendo que hay algo entre nosotros. Algo que no sabemos lo que es, pero que es muy bonito”.

Tan bonito como esta bella historia, Una quinta portuguesa, que llegará a los cines el próximo 9 de mayo.

Cartel de 'Una quinta portuguesa'