La Administración de Trump envía accidentalmente planes bélicos en Yemen a un periodista
- La Casa Blanca niega los mensajes filtrados de planes militares secretos en Yemen al periódico The Atlantic
- Los planes se revelaron en un grupo de mensajería donde estaba el vicepresidente del país, entre otros altos funcionarios
El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha negado este lunes que miembros de la Administración de Donald Trump hablaran en un grupo privado de mensajería sobre planes bélicos en Yemen. "Nadie ha enviado planes de guerra, y eso es todo lo que tengo que decir", ha dicho Hegseth al ser preguntado sobre la filtración de esas conversaciones a un periodista de The Atlantic, al que ha acusado de "traficar con bulos".
Los mensajes han sido desvelados por el editor en jefe de la publicación, Jeffrey Goldberg, incluido accidentalmente en el grupo de mensajería. Entre otras cuestiones, las conversaciones contenían información altamente sensible sobre objetivos específicos, tipos de armas y la secuencia de los ataques contra los rebeldes hutíes.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) ha confirmado la autenticidad del mensaje y ha iniciado una investigación para determinar cómo fue posible que un periodista accediera a una información de tal nivel de confidencialidad. La filtración ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad operacional y la vulnerabilidad de las comunicaciones internas en la Administración Trump. "Estamos tratando de entender cómo ocurrió esta falla y asegurarnos de que no vuelva a suceder", ha declarado el portavoz de Seguridad Nacional, Brian Hughes.
Asimismo, Golberg ha asegurado que el secretario de Defensa compartió planes "minuto a minuto" del ataque en Yemen. En entrevistas en MSNBC y CNN ha dicho que, aunque decidió no incluirlo en su artículo, tiene pruebas de que Hegseth compartió detalles minuciosos previos a los ataques y que su negativa de que así fuera es "mentira".
"No voy a revelar las cosas que vi o leí, pero las puedo describir, como el tiempo específico de un futuro ataque, objetivos específicos, incluido objetivos humanos a matar, armamento, informes meteorológicos (...) junto con secuencias de eventos que iban a pasar. Él (Hegseth) puede decir que no era un plan de guerra, pero era una narración minuto a minuto sobre lo que esta a punto de pasar", ha insistido Goldberg.

Según el informe de The Atlantic, el mensaje fue enviado el 15 de marzo, solo dos horas antes de que Estados Unidos iniciara una serie de bombardeos sobre Yemen. El error se produjo en un grupo de mensajería Signal en el que participaban altos funcionarios de seguridad, entre ellos el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el jefe de la diplomacia Marco Rubio, el director de la CIA, John Ratcliffe, y el vicepresidente, JD Vance.
Goldberg ha afirmado que inicialmente dudó de la veracidad del grupo de chat, pero sus sospechas se disiparon cuando los ataques se llevaron a cabo exactamente como se había descrito en los mensajes. La Casa Blanca ha señalado que está investigando las circunstancias que llevaron a que el número del periodista fuera incluido en el grupo.
"Pete Hegseth me envió un mensaje de texto con el plan de guerra"
En un artículo publicado en The Atlantic, Goldberg ha explicado cronológicamente cómo sucedieron las filtraciones y hasta qué punto tuvo acceso a información sensible sobre los ataques contra objetivos hutíes. "Pete Hegseth me envió un mensaje de texto con el plan de guerra a las 11:44 a.m. Incluía información precisa sobre los paquetes de armas, los objetivos y el cronograma", ha detallado.
Según Goldberg, la historia comenzó días antes, cuando recibió una solicitud de conexión en Signal de un usuario identificado como "Michael Waltz", asesor de Seguridad Nacional de Trump. Aunque inicialmente sospechó que podría tratarse de una trampa o una operación de desinformación, Goldberg aceptó la solicitud.
Dos días después, Goldberg fue añadido a un grupo de Signal llamado "Grupo pequeño de PC hutíes". El 15 de marzo, dos horas después de la filtración, las explosiones comenzaron en Yemen. Tras el ataque, el chat se llenó de mensajes de celebración por parte de los funcionarios.
El consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz, escribió en el grupo: "Un trabajo increíble". A esto siguieron mensajes de felicitación de varios funcionarios, incluyendo Marco Rubio, la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, y el enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff.
Goldberg ha expresado su sorpresa ante la aparente despreocupación de los altos funcionarios por la filtración. "Lo más sorprendente fue que nadie en el grupo parecía darse cuenta de mi presencia. Si esto fue una trampa o una simulación, fue una de las más sofisticadas que he visto", ha señalado.
Fuentes cercanas al Gobierno consultadas por The Atlantic sugieren que podría tratarse tanto de un "error de comunicación" como de un acto deliberado para influir en la percepción pública sobre la postura militar de Estados Unidos en Oriente Medio.
Críticas desde la oposición
El escándalo ha provocado una fuerte reacción política entre la oposición estadounidenses. La senadora demócrata, Elizabeth Warren, ha calificado el incidente de "ilegal y extremadamente peligroso", y ha acusado a los responsables de actuar como "completos principiantes". El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, ha calificado la divulgación como una "debacle" y ha pedido una "investigación completa" sobre el asunto.
El congresista Chris Coons también ha criticado duramente la situación, afirmando que "cada uno de los funcionarios en ese grupo ha violado la ley" y que "es imposible confiar en este gobierno para garantizar la seguridad de los estadounidenses". Otro diputado, Robert Garcia, ha sido aún más contundente al señalar que "estos idiotas [en alusión a los altos funcionarios de la Administración Trump] nos van a matar a todos".
La decisión de utilizar una plataforma no clasificada como Signal para coordinar operaciones militares también ha sido objeto de fuertes críticas, ya que esta aplicación, aunque ofrece encriptación de extremo a extremo, sigue siendo vulnerable a ataques cibernéticos y filtraciones accidentales.
La situación se complica aún más por el hecho de que el Pentágono llevaba anunciando desde 2024 un endurecimiento de las medidas de seguridad para evitar filtraciones, incluida la posibilidad de realizar pruebas de polígrafo a funcionarios de Defensa para descubrir cómo la prensa ha obtenido información clasificada.
El ataque contra las instalaciones hutíes en Yemen, llevado a cabo el 15 de marzo, dejó un saldo de al menos 53 muertos y 98 heridos, según cifras proporcionadas por los propios rebeldes. El Gobierno de Trump ha defendido la operación, afirmando que era una respuesta necesaria a los ataques de los hutíes contra buques comerciales y militares en el Mar Rojo desde noviembre de 2023. Sin embargo, el escándalo sobre la filtración de los planes militares amenaza con erosionar aún más la credibilidad de la Administración y podría desencadenar consecuencias legales y políticas en las próximas semanas.