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Las cartas eróticas del pintor francés Gustave Courbet salen a la luz

  • Encontradas en el altillo de una sala de estudio se exponen en la Biblioteca de Besançon
  • La correspondencia entre el artista y una dama parisina se puede ver hasta el 21 de septiembre

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Las cartas eróticas del pintor francés Gustave Courbet salen a la luz
Carta enviada por Mathilde Carly de Svazzema a Gustave Courbet. ARNAUD FINISTRE / AFP

El pintor francés Gustave Courbet (1819-1877) es conocido por un solo cuadro El origen del mundo de 1866, expuesto en el Museo de Orsay, un osado primer plano del sexo de una mujer desnuda sobre una sábana blanca. Su personalidad y sus fantasías más íntimas se revelan a través de sus cartas eróticas encontradas en Besançon.

Olvidada durante más de un siglo, la correspondencia secreta de alto voltaje entre el artista de Ornans y Mathilde Carly de Svazzema consta de 116 cartas escritas entre los meses de noviembre de 1872 y abril de 1873.

La exposición Courbet, cartas escondidas: historia de un tesoro encontrado muestra una selección de 36 cartas privadas entre el pintor y la dama de la alta sociedad parisina en la Biblioteca de Besançon hasta el 21 de septiembre.

Sexo por correspondencia

El descubrimiento de la correspondencia se produjo por azar en el altillo de la sala de estudio y de conservación. Era noviembre de 2023 y los bibliotecarios se encontraron con un montón de cartas escondidas, cuidadosamente conservadas y celosamente ocultas del público por su contenido sexualmente explícito.

Las cartas exhibidas en urnas de cristal narran el nacimiento, la existencia y el final de una relación intensa, plena de fabulación y puramente epistolar porque los dos amantes no se encontraron nunca en persona. Los visitantes pueden usar unas lupas para leer los pasajes más osados de las cartas eróticas.

Fue Mathilde quien dio el primer paso y contactó en 1872 con el pintor, que se había refugiado en su pueblo natal (Ornans está a 15 kilómetros de Besançon). Courbet responde rápidamente a la misteriosa dama, le pide una descripción física y que le envie su retrato.

El artista pasa por momentos difíciles, acaba de salir de prisión por su rol durante la Comuna de París, y sobre él pende la amenaza de tener que sufragar la reconstrucción de la colonia Vendôme, ya que le acusan de haber incitado a su destrucción. Apenas pinta, mediada la cincuentena se siente envejecido, enfermo y sin porvenir.

Apoyo moral

El bibliotecario, Pierre-Emmanuel Guilleray, describe a AFP que Courbet "está muy solo y Mathilde le sirve de apoyo moral". En las cartas, el pintor se deja llevar, detalla sus fantasías eróticas más crudas y "nutre una obsesión por el sexo femenino, en particular el de Mathilde". Ella no se achanta y sigue dándole carnaza, a lo largo de su intercambio epistolar Carly de Svazzema escribirá 91 cartas por 25 de Courbet.

En una de las misivas, el artista escribe: "Querida, cuando te tenga ¿sabes qué quiero hacer? Pintaré un retrato escrupuloso de tu gran coño con su color maravilloso. Quiero hacerlo sobre un panel que doblará mi caja de pintura, lo tendré siempre conmigo, encantará mis sueños".

Una clara alusión a su tela más conocida El origen del mundo, que había pintado en secreto en 1866 y que se convirtió en un hito en la historia del arte, con recreaciones de artistas contemporáneos como el fotógrafo Joan Fontcuberta y la censura de Facebook en el año 2001.

'El origen del mundo' recreado por el fotógrafo Joan Fontcuberta

'El origen del mundo' recreado por Joan Fontcuberta con imágenes de Google. EFE/Alberto Estévez

La relación se desarrolla a distancia, pero los dos se sienten muy cercanos, escriben compulsivamente, casi una carta al día, en total más de cien cartas en seis meses. La mujer es joven, fogosa e insiste en viajar a Ornans para reunirse con su amante, pero Courbet se niega por miedo al escándalo.

Aventurera y timadora

Mathilde Carly de Svazzema le propone ser la intermediaria para vender uno de sus cuadros. La transacción se realiza, pero ella no envía nunca el dinero. La relación termina sin pena ni gloria y la dama no le vuelve a escribir. Una versión decimonónica de los fraudes amorosos por internet.

La historia acaba mal, pero Courbet logra recuperar las cartas que había enviado a la mujer, lo que permite analizar el intercambio epistolar completo y conocer mejor los sentimientos del pintor reflejados de su puño y letra.

La exposición Courbet, cartas escondidas: historia de un tesoro encontrado está acompañada de actividades complementarias como visitas guiadas, conferencias y talleres. La entrada es libre y la muestra se puede ver en el número 27 de la rue de la République de Besançon hasta el equinocio de otoño.