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Javier Armentia, astrofísico: "Todavía tenemos que aprender muchísimo sobre los primeros momentos del universo"

  • El observatorio espacial internacional ALMA descubre oxígeno en la galaxia más lejana del universo
  • Los astrofísicos relacionaban las estrellas jóvenes con elementos ligeros y no pesados, como el oxígeno

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Oxígeno en la galaxia conocida más lejana
Ubicación en el cielo nocturno de la galaxia JADES-GS-z14-0 AFP PHOTO / EUROPEAN SOUTHERN OBSERVATORY

El universo continúa desvelando secretos, incluso en sus confines más alejados, y sigue sorprendiendo a expertos de dilatada trayectoria. El último hallazgo del observatorio espacial ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) y del telescopio James Webb, se ha producido a 13 400 millones de años luz de distancia de la vía láctea, donde han encontrado oxígeno, un elemento pesado, en la galaxia JADES-GS-z14-0.

Se trata de un descubrimiento que se contrapone a la información que manejaban los astrofísicos hasta el momento, que relacionaban las estrellas jóvenes con metales y químicos ligeros como el helio o principalmente, el hidrógeno. "Se ha podido medir oxígeno ionizado en ellas y encontrar que, en esa edad tan temprana, el universo ya era más rico en elementos pesados. Además del hidrógeno y el helio, habría oxígeno y otros metales", ha declarado el astrofísico y divulgador Javier Armentia en Las Mañanas de RNE.

El experto ha reflexionado que este descubrimiento implica dos posibilidades: "O bien no sabemos del todo cómo funcionaba el universo en esos primeros momentos, o bien, que todavía tenemos que aprender muchísimo sobre esos primeros".

Javier Armentia, astrofísico: "Todavía tenemos que aprender muchísimo sobre esos primeros momentos del universo"

La JADES-GS-z14-0 es la galaxia conocida más alejada de la nuestra y fue descubierta por el telescopio espacial James Webb en enero de 2024. Además de oxígeno, un estudio publicado en The Astrophysical Journal revela que contiene otros metales pesados. Se calcula que su formación comenzó en los albores del Big Bang —hace 13 800 millones de años— y debido a la distancia a la que nos encontramos de ella nos llega una imagen muy joven de la misma. Por lo tanto, la información recibida de JADES indica a los astrofísicos que esta galaxia se habría formado mucho más rápido de lo que se pensaba hasta ahora. Armentia ha aclarado que desconoce si es un cambio de paradigma, pero que esta nueva información “les incita a poder conocer más lo que está tan lejos”.

Elementos posibles para la vida

¿Si hay oxígeno, puede haber vida? Afirmar esta premisa sería para Javier Armentia “algo muy aventurado” y por ello ha explicado que, para que se dé la vida tal y como la conocemos en la Tierra, se necesitan moléculas complejas de carbono, oxígeno, nitrógeno, potasio... formadas en el interior de estrellas que explotan como supernovas. "A lo largo de la historia del universo, cuando llegó por ejemplo nuestro Sol y nuestro planeta —hace unos 5000 millones de años— digamos que la abundancia de estos elementos clave para la vida, era relativamente frecuente", ha destacado el astrofísico.

Esto no fue así cuando el universo tenía un 2% de la edad que tiene ahora —menos de 300 millones de años—, en esas fases tempranas no tenía que haber estos elementos posibles para la vida: "Es muy improbable que pudiéramos detectar 'biosignaturas' o señales de vida".

Sin embargo, para el divulgador científico sí abriría la puerta a una hipótesis que va más allá de esta lejana galaxia. “Si estos elementos se empezaron a formar pronto, con las primeras generaciones de estrellas y las primeras galaxias [...] podríamos estar hablando de que quizás en el universo ha habido más tiempo, a lo largo de sus miles de millones de años de historia, para que se pueda generar la vida en diferentes lugares”.