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Carmen Tórtola Valencia, la genial bailarina que hizo activismo contra el corsé

  • Tuvo que adoptar a su pareja, Ángeles Vilá, para "evitar escándalos"
  • Defendió la autonomía femenina y luchó contra los límites impuestos a las mujeres

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Mujeres malditas - Carmen Tórtola Valencia - 26/03/25

La bailarina Carmen Tórtola Valencia desarrolló un estilo entre el clásico español y lo oriental o africano que la convirtió en única. Bellísima, de intensos ojos verdes y rodeada de un halo de misterio creado por ella misma, que unas veces contaba que era descendiente de Goya y, otras, hija ilegítima de algún miembro de la realeza española. Debutó en Londres con solo 15 años. "Lo que hace es crear un personaje para ser más popular, para generar más atracción, para conseguir más fama. En esos momentos de principios del siglo XX estamos en la Edad de Oro de las bailarinas, personajes que con sus movimientos generan un erotismo que hoy en día no podemos entender, ya que estamos atiborrados de imágenes sexuales", asegura el periodista y escritor Jordi Corominas en Mujeres Malditas de Radio 5.

De Andalucía a Londres pasando por París o Nueva York

Había nacido en la capital andaluza, en 1882, hija de catalán y sevillana. Sus padres viajaron a México en busca de un futuro mejor, dejando a la niña a cargo de un tutor que le dio a la pequeña una educación políglota exquisita y fomentó su interés por el arte. La muerte del hombre, en 1906, la dejó sin ingresos y, aunque lo esperable hubiera sido una boda con un acaudalado inglés, a Tórtola le obsesionaba ser independiente. Si algo sabía hacer era bailar.

Portada de 1911 de la revista Mundo Gráfico que destaca una fotografía de la bailarina española Tórtola Valencia

Portada de 1911 de la revista Mundo Gráfico que destaca una fotografía de la bailarina española Tórtola Valencia CC

Tras Londres, triunfó en París, como La bella Valencia, en el mítico Folies Bergère, también lo hizo en Núremberg, en Copenhague, en Grecia, en Turquía, en Rusia y en la India. En 1911 debutó finalmente en Madrid en el Teatro Romea, donde la ovacionaron intelectuales de la época como Pío Baroja, Valle-Inclán, Gregorio Marañón, Jacinto Benavente o Ramón Pérez de Ayala. La presentación fue un fracaso, pero no le restó un indiscutible estatus de estrella, con giras por Latinoamérica, actuaciones en Nueva York, breves incursiones en el cine y hasta imagen de la casa Myrurgia, para la que fue retratada por Zuloaga. "Será imagen publicitaria de los jabones Myrugia, que entonces era coto reservado para muy pocas. Ella, con esa publicidad, entrará en casi todos los hogares", apunta Corominas

Tuvo que adoptar a su pareja para "evitar escándalos"

Como a todas las estrellas de su época, se le atribuyó una lista interminable de amantes, desde miembros de la realeza a artistas, pasando por aristócratas. Sin embargo, la única relación que pudo acabar en boda fue la que mantuvo con el marqués de Vinet. Una relación que en realidad fue una tapadera: el marqués era homosexual y Tórtola ya tenía pareja, Ángeles Vilá. "Tórtola Valencia conoce en algún momento a una chica con catorce años menos y la relación se va consolidando a mediados de los años veinte", recuerda Corominas.

Vilá y Tórtola fueron pareja hasta la muerte de Carmen en 1955, pero para poder convivir con ella sin problemas ni escándalos la adoptó en la década de 1940. Siempre defendió la autonomía femenina, luchó contra cualquier límite que se le quisiera imponer a las mujeres y como hija de su tiempo hizo activismo en contra del corsé. Finalmente, murió en Barcelona, en 1955.