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Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní en un momento de cambio en Alemania, con la disolución de su actual Gobierno de coalición. "Este es un momento crítico, de urgencia, y yo creo que en Alemania no se han dado cuenta de que el mundo ha cambiado, que su modelo de antes ya no sirve para ahora", sentencia Otero. También ha hecho hincapié en lo inusual de que en Alemania se adelanten elecciones y considera que "la clase política intenta demostrarle a su población que estamos en un momento inaudito, crucial y que y que hay que realmente pues cambiar muchas cosas y muy rápido".

Sobre la influencia de la victoria de Trump en Estados Unidos, el investigador opina que, frente a los que creen que puede "aupar" más a la extrema derecha en Alemania, esto puede animar a que Europa empiece a cambiar las políticas para "que esa gente que está tan cabreada y que vota a opciones tan radicales deje de hacerlo".

En Alemania, cada vez hay más presiones para que el canciller adelante los plazos para las próximas elecciones, porque la crisis económica aprieta. El sector automovilístico es quien más la sufre. Volkswagen se enfrenta a miles de despidos y el cierre de tres plantas y los trabajadores viven con la angustia de si les tocará a ellos.

Foto: Factoría de Volskwagen en Wolfsburgo, Alemania (REUTERS/Annegret Hilse)

El muro, de muy distintas formas, sigue muy presente en muchos rincones de Berlín. Alemania es un país que se esfuerza profundamente en no olvidar su historia. Por donde estuvo en pie casi 30 años, hoy vemos todos estos carteles que responden a la pregunta ¿qué es para ti la libertad?. Han querido construir otro muro muy distinto, los dibujos hablan de diversidad, de solidaridad y de la unión de los pueblos.

En este momento que tanta incertidumbre generan las guerras y el auge de los populismos, este ha sido el mensaje del canciller Olaf Scholz: "Los europeos somos afortunados por vivir juntos con nuestros valores. Una mirada a la historia demuestra que esto no puede darse por sentado".

Son días difíciles para Alemania, inmersa en una crisis económica que la llegada de Donald Trump podría empeorar. Y lo van a encarar sin un gobierno fuerte. La coalición ha caído, habrá elecciones y les esperan meses hasta que uno nuevo tenga mayoría para afrontar los retos. Hoy hacen camino mirando al pasado. Así resume un hombre la lección: "Si el mundo sigue construyendo muros, no vamos en la dirección correcta".

Foto: RALF HIRSCHBERGER / AFP

Este sábado se cumplen 35 años de la caída del muro de Berlín. Miles de personas, alentadas por el declive político de la Unión Soviética y sus aliados, burlaron la seguridad fronteriza y cruzaron a la parte oeste de la ciudad casi 30 años después. La reunificación de Alemania, después de aquella noche, iba a ser solo cuestión de meses

Muchos ansiaban esa noche reencontrarse con familias o amigos de los que no se despidieron 28 años atrás. Otros, adolescentes o adultos ya, soñaban con conocer por fin esas calles y esos barrios que les habían contado que había detrás del muro. Los guardias, desbordados y sin instrucciones claras, no fueron oposición para los miles de berlineses agolpados en los puestos fronterizos. Cruzar estas paredes, algo impensable hasta entonces, fue sencillo y sin recurrir a la violencia.

Foto: AFP / TOBIAS SCHWARZ

Los liberales ya están fuera del Gobierno y los nuevos ministros han jurado su cargo. Ahora, el canciller Olaf Scholz lidera un Ejecutivo en minoría, apoyado solo por Los Verdes. El plan de Scholz pasa por una moción de confianza en enero y, en caso de perder, elecciones, como muy pronto, a finales de marzo. Una fecha considerada "demasiado tarde para la oposición". De hecho, la CDU, que encabeza todos los sondeos, quiere votar en enero. Pero Scholz maneja sus propios tiempos. Hundido en las encuestas, necesita algo de margen para levantar el vuelo. Y, aunque le es muy dificil alcanzar una victoria, sí va a luchar por el segundo puesto y no quedar por detrás de la formación ultraderechista AfD. Entretanto, Alemania encara su segundo año consecutivo en recesión y a la crisis económica se suma ahora la inestabilidad política.

La coalición del gobierno alemán nunca ha sido verdaderamente sólida, y esta semana se ha resquebrajado después de que el titular de Finanzas, Christian Lindner, propusiera una serie de cambios en el presupuesto que chocaban frontalmente con los objetivos de sus socios de coalición. Olaf Scholz intentó solucionar el problema pero al final ha decidido destituir a Lindner y propone una moción de confianza para dentro de unas semanas. Para analizar lo ocurrido hablamos con Günther Maihold, profesor de Ciencia Política de la Universidad Libre de Berlín.

El gobierno federal de Alemania encabezado por Olaf Scholz enfrenta una crisis de gobierno tras la ruptura de la coalición.

La situación se ha desencadenado después de que el canciller haya destituido a su ministro de Finanzas, Christian Lindner, (del Partido Demócrata Libre) tras varios desacuerdos significativos en torno al manejo del presupuesto.

Scholz ha anunciado que solicitará un voto de confianza el 15 de enero y los medios alemanes hablan de un posible adelanto electoral al próximo mes de marzo o abril.

Foto de CHRISTOF STACHE / AFP

El canciller alemán, Olaf Sholz, respira aliviado tras los resultados de las elecciones regionales en Brandemburgo. Los socialdemócratas del SPD han vencido a los ultraderechistas de la Alternativa para Alemania (AfD), que partía como favorita en las encuestas. A un año de las generales, el jefe de Gobierno alemán gana algo de fuerza, tras los últimos reveses en otros comicios regionales. 

La AfD se queda a menos de dos puntos de los socialdemócratas pero su éxito es inapelable. Ha ganado en todo el este de Brandemburgo y es el más votado entre los menores de 24 años.

Foto: REUTERS/Fabrizio Bensch

En Alemania, el partido socialdemócrata (SPD) ha ganado las elecciones en Brandeburgo por un estrecho margen a la ultraderecha. Alternativa por Alemania (AfD) queda segunda en estos comicios, pese a que las encuestas le auguraban la victoria. Miquel Ramos, periodista especializado en extrema derecha, cataloga el auge de la ultraderecha como un fenómeno global: "Múltiples factores han llevado a la ultraderecha a capitalizar una especie de desencanto con las opciones tradicionales, pero, por otra parte, también hay que apuntar a ese desmantelamiento sistemático del Estado de Bienestar".

Miquel Ramos señala el miedo a la inmigración como uno de los factores de este auge, algo que, indica, no solo se debe a su uso en los discursos de los partidos ultraderechistas, sino también a "una progresiva asunción de los marcos de la extrema derecha que han ido haciendo los demás partidos". Insiste, por tanto, en que esto no solo ha pasado en Alemania, sino que también ha sucedido en Dinamarca o Francia: "Esa es la mayor victoria de la extrema derecha: que poco a poco lo que hace 30 años tan solo se atrevían a decir los partidos estrictamente neonazis o neofascistas, hoy en día forma parte de alguna manera o se está abriendo paso dentro del sentido común".

En estos comicios, un gran porcentaje del votante joven ha optado por votar la extrema derecha. Esto se debe, según Miquel Ramos, a la desinformación y los bulos, algo que, dice, la ultraderecha ha sabido utilizar para su beneficio: "La extrema derecha ha leído muy bien estas nuevas vías de comunicación hacia la ciudadanía y está invirtiendo muchísimo dinero en propaganda en redes sociales y condicionando también la agenda mediática".

El partido socialdemócrata (SPD) del canciller alemán Olaf Scholz habría logrado derrotar al partido de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD) por un escaso margen en las elecciones celebradas este domingo en el estado de Brandeburgo, que rodea Berlín, después de haber estado a la zaga durante toda la campaña, según los primeros datos oficiales. Los socialdemócratas habrían obtenido el 31,7% de los votos, con la AfD pisándole los talones (29,2%), quedando por delante de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de corte izquierdista. Detrás quedaron los democristianos (CDU) con el 11,8% y los Verdes. Foto: REUTERS/Liesa Johannssen.

Berlín ha inaugurado este domingo la Eurocopa 2024 desde la Puerta de Brandeburgo. La capital alemana será el centro futbolístico y cultural durante los próximos 30 días.

El próximo lunes, en 24 horas, se celebrará el primer partido de la competición en Munich, que enfrentará a la selección anfitriona contra Escocia.

El gobernante Partido Socialdemócrata de Alemania se juega en las regionales del domingo en Brandeburgo, mantener el poder en el Estado federal que rodea Berlín y donde gobierna desde la reunificación en 1990 del país. La ultraderechista Alternativa para Alemania sabe que el camino más corto para llegar a los jóvenes son las redes.

(FOTO: EFE/ Salvador Martínez / Valesca Ricardo)