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En una entrevista en el canal 24 horas, la periodista de RTVE, Pilar Requena, ha presentado el documental "Svalbard, deshielo y tensión". Requena ha explicado que el deshielo está afectando a la ciudad de Svalbard, Noruega y a todo el Ártico y que debido a ello se van a producir muchos cambios. Estos cambios tendrán que ver con el acceso de recursos naturales y la aparición de nuevas rutas marítimas por el norte. Además, ha añadido que el documental no solo se centra en el cambio climático y el calentamiento global, sino en las consecuencias que va a tener en la geopolítica ese deshielo.

Un desprendimiento de rocas en una ladera de Groenlandia, sucedido hace un año y causado por el debilitamiento de un glaciar, generó un enorme tsunami de 200 metros de altura y una señal sísmica que duró nueve días, algo que no había sucedido antes pero que probablemente será cada vez más habitual.

El evento, registrado en septiembre de 2023 en Groenlandia oriental, ha sido estudiado por un equipo internacional y multidisciplinar liderado por el geofísico Kristian Svnnevig, del Instituto de Investigaciones de Dinamarca y Groenlandia (GEUS), y los detalles se han publicado en la revista 'Science'.

La avalancha de rocas y hielo que desencadenó este fenómeno fue provocada por la pérdida de grosor del glaciar, como consecuencia del cambio climático.

Algunas zonas de España ya empiezan a decir adiós al verano con tormentas, chubascos y granizo. Una vaguada que se puede convertir en DANA y tras la que ya no se espera que vuelvan las temperaturas máximas que hemos vivido este verano. Las olas de calor son cada vez más frecuentes. Este verano ha habido cuatro y el aumento en las temperaturas también se está dando en el mar Mediterráneo, registrando máximas que han rozado los 32 grados. Y esto tiene otra consecuencia tormentas más potentes y más destructivas. En 24 horas de RNE, Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), nos ha explicado que las temperaturas "seguirán subiendo y siendo aún más extremas de lo que hemos vivido hasta ahora".

El director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus ha recalcado la importancia de adaptarnos a esta nueva realidad: "Tenemos que adaptar todo nuestro sistema económico, productivo y social porque básicamente hasta ahora siempre hemos mirado al pasado para juzgar y gestionar el riesgo climático y meteorológico". Para Buontempo es importante, modificar estos sistemas y emplear el conocimiento científico sobre el cambio climático para prepararnos para "un futuro climático que será muy distinto".

También ha comentado que no es necesario mirar al futuro para ver el impacto que tienen estos cambios de temperatura en la mortalidad, ya que en los últimos 20 años las muertes causadas por el calor han subido un 30% más. Un hecho que ha pasado en todo el territorio europeo y aún más en la parte mediterránea. Escucha la entrevista completa en RNE Audio.

Manuel Vargas, investigador del Instituto Español de Oceanografía, ha explicado en Las mañanas de RNE que el calentamiento del Mediterráneo, que se está produciendo de manera rápida y más intensa que en otras partes del planeta, se debe al calentamiento global. Los océanos, como ha indicado, están absorbiendo el 90% de la energía que está reteniendo el planeta por causa del cambio climático, lo que hace que vaya aumentando la temperatura. "Pero en el Mediterráneo esto ocurre más rápido. Las tasas o la velocidad a la que se calienta el Mediterráneo en algunos lugares pueden ser dos y tres veces superiores a las que encontramos en otros lugares del planeta”, ha asegurado.

Las consecuencias, por tanto, pueden ser de diversa índole, tanto en el medio ambiente como en nuestra salud. "Cuando llega esta época de final de de verano, esos procesos de Dana ahora cada vez son más intensos, cada vez son más dañinos”, ha dicho. También ha señalado que otras de las consecuencias son una subida del mar, un oleaje que se adentra cada vez más en la costa y una temperatura en el ambiente más cálida.

Los glaciares tropicales de los Andes están experimentando un retroceso sin precedentes, con zonas de hielo que no habían estado expuestas en 11.700 años, desde que comenzó la actual edad geológica del Holoceno.

Los Andes, que albergan más del 99% de los glaciares tropicales, pueden ser los primeros en mostrar impactos significativos del cambio climático inducido por el ser humano a escala regional, indica un estudio recién publicado en la revista 'Science'

La investigación, encabezada por el Boston College (Estados Unidos) revela que los trópicos ya se han calentado más allá de los límites vistos por última vez a principios de la era del Holoceno.

El análisis de muestras de rocas adyacentes a cuatro glaciares de la cordillera de los Andes da pruebas “bastante sólidas” de que estos son ahora "más pequeños de lo que han sido en cualquier momento de los últimos 11.000 años", afirma Jeremy Shakun, firmante del artículo publicado por la institución académica estadounidense.

España es un país candidato perfecto a la desertificación, ya que se junta el cambio climático con la actividad del ser humano. Aunque en el último años ha llovido un 6% más desde septiembre, lo ha hecho de forma desigual. Y esto se ha notado, sobre todo, en dos zonas: el sur peninsular, sobre todo el tercio sur, que se encuentra en sequía duradera desde hace 8 años, y Cataluña, cuya sequía alcanza una intensidad nunca vista desde mediados del siglo XX.

Los expertos creen que es inevitable. Desde los años 70 se ha venido reduciendo su superficie, aunque en los últimos años lo ha hecho de manera drástica. Queda un fragmento de unas dos hectáreas en el pico Humboldt. El cambio climático es uno de los detonantes del derretimiento, pero hay un factor humano en el proceso. La transformación de estos ecosistemas tendrá impacto no solo en la flora y la fauna. El agua que viene de los glaciares es clave para las comunidades campesinas, el mantenimiento de los humedales y las poblaciones humanas incluso.

Foto: Ubicación del antiguo glaciar Humboldt (NASA)

Hace mucho que se oye lo mismo: que las frutas y las verduras ya no saben como antes. Un motivo es que queremos comer de todo, todo el año, aunque no sea temporada, pero otro hay que buscarlo en el cambio climático. Dicen los expertos que está modificando el sabor, la forma y hasta el poder nutricional de lo que comemos.

Quedan menos de dos semanas para las elecciones europeas. La nueva administración tendrá una larga lista de retos, entre los que se encuentra el cambio climático. Hay zonas en las que el calentamiento global está teniendo muchos efectos negativos. En las mañanas de RNE, nos centramos concretamente en dos zonas: Pas de Calais, una región francesa junto a la frontera de Bélgica y el Delta del Ebro. 

En el departamento de Pas de Calais se encuentra el pueblo Blendecque, que cuenta con una calle fantasma y una decena de viviendas unifamiliares abandonadas. En todo el pueblo se ven marcas y pintadas que alertan del peligro de inundación en la zona. Nuestro corresponsal de RNE en Francia, Antonio Delgado, ha visitado la zona y ha recogido el testimonio de Vincent Maquignon, uno de los vecinos desahuciados: "Por todos lados se ven las marcas. Pero dejaremos de verlas porque el barrio va a ser arrasado. Aquí habrá un embalse para contener el agua en el futuro". 

Para conocer la situación del Delta del Ebro, hemos hablado con Gerardo Bonet, gerente de la Federación de moluscos de la zona. Nos ha contado que hace dos años tuvieron una mortalidad total del mejillón, lo que les llevó a comprar crías a Italia y Grecia. Todo ello, por las condiciones climáticas: "A partir de 28 grados, durante 10 o 12 días se produce la mortalidad. Entonces tenemos ahora las ostras, que parece ser que son más resistente". 

También hemos conversado con David Pino, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña, que considera que el problema del Delta de Ebro es multisectorial, ya que afecta a agricultores, recolectores de mejillones, ecologistas o al turismo de la zona. "Es un problema complicado de largo o medio plazo, pero creo que se puede actuar para salvarlo", ha concluido el profesor. 

Aunque los efectos del cambio climático en la salud se hacen notar en todo el mundo con cada vez mayor intensidad, este no afecta igual a mujeres que a hombres, a pobres que a ricos, o a europeos del Sur y del Norte. Un informe publicado en la revista The Lancet Public Health este lunes muestra que las muertes por calor han crecido en Europa en la última década, pero esta mortalidad es el doble en mujeres que en hombres.

Ellas también tienen más riesgo de morir por una dieta desequilibrada, mientras que el calentamiento global también tiene un fuerte componente de clase: los hogares con bajos ingresos tienen mayor probabilidad de sufrir inseguridad alimentaria y las zonas desfavorecidas se ven más expuestas a las partículas contaminantes de los incendios forestales. Así se puede leer en el estudio Lancet Countdown sobre cambio climático y salud en Europa, coordinado por dos instituciones españolas, el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), aunque han participado más de 40 organismos europeos.