Por RAFAEL MUÑOZ
Una enorme caja preside la pasarela y en ella leemos 1922-2012. La diseñadora cuenta que se ha inspirado en una cápsula del tiempo enterrada en los años 20 y que ahora se descubre.
De esos años rescata chaquetas, que son su fuerte, y abrigos. Algunos llevan una pieza de metal en el interior que agranda la cintura y gracias a las aberturas laterales permite ver el vestido. Vestidos, muchos, vemos y en distinta versión, como dos que llevan costuras en cintura que mienten, pues proyectan un efecto de vestido ajustado y realmente no lo es.
Los flecos, de esos años locos, se ven renovados, con efecto vínilo y también recortados como si fuera césped.Pero no pisarán hierba sino alfombras rojas los vestidos de fiesta. Casi todos en blanco, con dibujos geométricos en negro y detalles en oro.
Para ellos, Ana Locking, sigue rescatando códigos años 20 pero le imprime un look moderno y completamente atractivo.Los pantalones se acortan, las camisas se alargan y las gafas son el complemento ideal para rematar ese look buscado. Vemos bombines, trajes con el chaleco prendido a la chaqueta, estampados de cuadros gigantes, camisas de cuello americano y zapatos, ¡ay los zapatos!.
Los mocasines clásicos llevan piezas en rojo o amarillo flúor en la lengüeta, y a veces también oro.Para las chicas vemos zapatos de tacón hechos también con mocasines pero con las borlas en el talón, con tiras que suben por la pierna y con un collage de texturas y colores.