Por RAFAEL MUÑOZ
Totom Comella dice que ha hecho una colección limpia, de líneas puras, de patrones acabados y tejidos sencillos, nada de rotos, desflecados ni colores lavados. Por eso utiliza el cuello estilo cisne, animal que representa esa perfección que busca la diseñadora.
Verdes y rojos de las aves colorean los zapatos, y los bolsos, en tamaño grande, por su versatilidad, en especial uno tipo shopping bag con una tela que podría ser la del sofá.
Destacan el tratamiento y el cambio de personalidad de los tejidos, como en un abrigo hecho en punto de lana o formas de camiseta hechas con seda.
Comodidad es la palabra que mejor define la colección que está hecha para que se vea en la calle. Por eso su ropa es viste de la mañana a la tarde, en la calle y en el comedor, y para mostrarla Totom no quiere hacer espectáculos, eso se lo deja a quien hace noche de fiesta.
Lo raro es que elija a Silvia Prada para amenizar su pasarela. Si un desfile intenta comunicar una idea con la colección y la puesta en escena, el suyo no ha funcionado. La ropa iba por un lado y el atronador que salía de los platos de la Prada por otro.
Lo mejor han sido dos salidas de grupo con ropa interior en colores divertidos, dos nubes de lencería como las describe la diseñadora.