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María Escoté, devorándonos a todos
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Cannibal Sweet Cannibal es el título de la colección de María Escoté. Su propuesta tiene mensaje y habla del canibalismo cultural por la sociedad. Ese “lo quiero para ahora mismo, lo consumo enseguida y lo aparto” sirve de pretexto para estampar huesos y felinos hambrientos, en tonos negros y rojo fuego; pero Escoté no se olvida de su lado dulce y vemos prendas en rosa, con lentejuelas y mucho glitter.
El punto y la seda se estampa con generosidad, en oscuros y en un potente mandarina. Tigres, mandriles, tibias y flores se mezclan en vestidos de diferente largo, y luego se introduce un estampado interferencia sobre negro (para chico y chica), con el que quiere reflejar otra forma, digital, de los huesos.
El glitter irrumpe con fuerza y llena de luz la pasarela. Vemos prendas de un estilo “Space Luxe” y destaca especialmente la biker que María adora, y que tantas alegrías le está dando. La presenta ahora en rojo, con estampados, en negra y con un brillor cegador.
La parte final da protagonismo a la fiesta, con cuerpos y vestidos con un efecto rasgado, sexy, rompedor. Dice la diseñadora que esta colección, con tanto color, es “muy mía”, y que está “muy contenta”. Tanto como su público que le ha regalado una ovación. Merecida, claro.
Escoté pone hoy a la venta muchas de las prendas de este desfile como ya hizo en febrero. El éxito ha sido grande, tanto que vende en Florencia, Hong Kong y Shanghai.
Carlos Díez, limpia y da esplendor
1346669427340La repetición de un gol, el insulto a un ministro, un bosque ardiendo, manifestantes contra policías, un mendigo, dos tertulianos gritando y un premio... ¡Pedroooooooo! Las imágenes y las palabras son rodean, nos bombardean durante todo el día, nos saturan. Díez no quiere sumar más ruido, más color y como un mantra, ha repetido el blanco en toda la colección.
Este color es el vehículo perfecto para restar, limpiar y simplificar una propuesta romántica y espiritual, con tejidos nuevos y otros ya viejos conocidos de la casa. Punto de algodón, sedas, gafas y cuero muestran su naturaleza en prendas que se pueden combinar al gusto del consumidor.
Los largos son más largos, los cortos suben hacia la cintura. Vemos vestidos-camiseta de una naturalidad impactante y prendas con volúmenes retorcidos que contrastan con fuerza. Solo cuenta con un estampado: unas delicadas plumas de ave, en tonos apagados. Las dibuja sobre vestidos largos, camisas e incluso en un look batín-pijama para chico que resulta arrebatador.
Destacan las aplicaciones de cuerpo para detalles como los tirantes de algunas prendas y el giro que ha dado cambiando sus típicas converse por modelos de Camper.
“Esta colección”, dice el diseñador, “tiene más alma, y representa un cambio”. Quizá por eso el vestido que abre el desfile ya lo dice todo. Es un vestidazo (perdón por la expresión) en blanco, con cuerpo camiseta, falda larga con volumen y movimiento, y capa. ¿Por qué no empezar así el desfile... o el día? ¿Por qué no cambiar lo que se espera de ti?
Desfiles de María Escoté y Carlos Díez
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